My Generation (2010 - 2010)

“I could teach you how to be a ninja” Steven Foster, My Generation, ABC

Tres semanas después del inicio de la guerra, los primeros féretros llegan a casa. Las audiencias han provocado ya la cancelación de dos series: Lone Star (FOX) y My Generation (ABC). Vamos a centrarnos en esta última.

My Generation es (o era) un formato a medio camino entre el falso documental y la serie coral que cuenta la historia de nueve jóvenes que terminaron la secundaria el año 2000. Tras repasar cuáles eran entonces sus objetivos vitales, saltamos diez años para ver como les ha tratado la vida.

Dicho así, pudiera parecer que los creadores de la serie llevaban 10 años esperando para utilizar unas imágenes grabadas a un auténtico grupo de estudiantes en el año 2000 junto con las de 2010. No es el caso. Los personajes son de ficción, interpretados por actores (cuanto menos) modestos y con la misma pinta (léase la crítica al hecho de que con un simple cambio de peinado hayan intentado convencernos de que las imágenes son antiguas) que sus supuestos “yo” adolescentes.

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Los personajes no resultan muy creíbles (a parte de que responden a un tópico detrás de otro) y las tramas mediante las cuales se han cruzado las vidas de los jóvenes a lo largo de la década, menos.

El problema de My Generation, que no es el peor estreno de este otoño como para haber recibido este castigo con solo dos emisiones, es que uno no puede evitar ver el piloto pensando en lo que podría haber sido. Si dispusiéramos de imágenes reales de un grupo de adolescentes que, en 2001, iban a comerse el mundo, sería interesante ver como sus vidas se han ido amoldando a una década en la que han pasado tantas cosas. Ficcionándolo, se pierde el encanto. Nunca he visto The Hills (MTV), más de 10 minutos, pero seria como si una serie de ficción dramatizara la vida de Lauren, Audrina y compañía. Es decir: el reality podría haber sido aburrido –como ha resultado la serie- pero hubiera sido más original.

Para compensar, y aunque no tenga nada que ver con la serie, aprovecharé para recomendar -a través del hecho de que una de las tramas de My Generation está relacionada con el escándalo Enron de principios de la década- el documental Enron: the smartest guys in the room (Alex Gibney, 2005) que seguro que muchos habréis visto y que figura en mi lista de imprescindibles.