El embarazo “raro, raro, raro” de Chabeli y la nueva 'estrella' de la tele, Caritina Goyanes

El Cordobés y su mujer, Virginia Trocóniz, hacen caja esta semana en HOLA. Me dicen que la necesidad de pasta de algunos famosos está aumentando la oferta sobre la demanda: los precios bajan y ahora hay tarifas de crisis; a muchos les viene bien un dinerillo extra. Éste debe ser un caso de ésos. Es el típico reportaje que navega entre la moda y el corazón: ellos posan como modelos y hablan de su vida y sus sentimientos. Virginia y su torero caen bien, y ella es muy mona pero son de los que siempre dicen lo mismo: que son felices, que él quiere verse con su padre, Manuel Benítez, “cara a cara” y que ella quiere dedicarse a la moda. Lo de que se lleva bien con Vicky Martín Berrocal suele decirlo también. Pero no me ha parecido verlo.

Fernando Alonso se está viendo envuelto en una guerra de tuits: la que mantienen a través del ciberespacio Raquel de Rosario y la modelo Chumicheva. Si hace una semana la rusa distribuía vía red social unas fotos con el asturiano en China, donde le besaba en la mejilla, ésta las revistas recogen otra, colgada por la cantante de El Sueño de Morfeo, con su ex, todo sonrisas y esperanzas de futuro entre los 140 caracteres. Dicen que perdonar es amar.

En el capítulo de princesas, destaca esta semana Kate Middleton, quien es alabada por la prensa rosa por hacer su trabajo. O sea: sonreír, ser agasajada, recibir premios. Catalina se ha estrenado en acto oficial en público sin su marido, que anda en las Malvinas tocando los alfajores a los argentinos. Ché, ¿qué dirá de esto Máxima de Holanda? Aparte de la mujer de Guillermo de Inglaterra, tenemos a nuestra Letizia, ésta junto a su marido, en Tarazona, precioso pueblo aragonés en donde a Su Alteza (al contrario que Luisa Fernanda Rudí, oriunda), se le congeló la nariz de frío mientras inauguraba una catedral del siglo XII, Capilla Sixtina del Renacimiento español.

Y todo por huir de Madrid el día que la infanta Cristina visitaba la Zarzuela, desde Washington, vía Barcelona. Por cierto, que en el reportaje de los príncipes en Tarazona, la revista Hola oculta el día (el cuándo es el dato básico en periodismo, aparte del qué y el dónde…), posiblemente para no remarcar precisamente la muy comentable coincidencia. Por el contrario, DIEZ MINUTOS, en esa misma información, no sólo indica cuándo ocurrió la visita sino que pone el acento y titula por ahí, diciendo que los príncipes visitaron ese lugar el mismo día que la infanta llegaba a Madrid.

SEMANA, siguiendo con el Urdangarín-gate, recoge una información de la periodista Pilar Eyre. Por cierto, que Pilar Eyre estuvo con María Teresa Campos en Qué tiempo tan feliz, semanas después de revelar que la habían vetado en esa cadena tras la publicación de su libro sobre la Reina y las supuestas andanzas del Rey y otras presuntas joyas literarias. (Aquel en el que decía que sus majestades dormían en camas separadas desde poco después de morirse Franco).

Pues eso, yo decía que Semana recoge las declaraciones de esa periodista, en las cuales se comenta más o menos que don Juan Carlos y su hija pequeña ni se hablan, a pesar de la visita de doña Cristina, y que la Gran Familia (y uno menos) está rota y dividida de la siguiente manera: el Rey, Felipe, Leti y Elena, en el grupo de los rectos totales, ejemplares y puros, que no quieren saber nada de Iñaki ni por tanto de Cristina (y eso que ha perdido ocho kilos, cosa que da curiosidad por verla); luego está la Reina, que se pasó por Washington a ver a su hija y a sus nietos, y dejó que la fotografiaran por allí. Sofía de Grecia (el apellido tampoco ayuda en estos tiempos) está situada entre los rectos totales y su hija pequeña. Más hacia el abismo del escándalo y la corrupción, pero sin imputar, está la infanta Cristina: y luego ya están los apestados, bien por divorcio o por presunción de chorizada, ambos dos sacados de sus aposentos del Museo de Cera, incluso. Semana lo cuenta de otra manera pero viene a decir esto. Es que dan para mucho los Palma Arena y Cia.

También DIEZ MINUTOS dedica su portada a Iñaki Urdangarin: “Todos contra él”, titulan. Yo diría que hasta la revista está contra él, más que nada porque el duque de Palma aparece (bajo el epígrafe de “cada vez más deteriorado”) cada vez más desenfocado. El bloque se acompaña con una imagen de la infanta Cristina sonriente en España: “Visitó al Rey en Madrid tras cuatro meses sin verlo”.

LECTURAS también tira por ahí. En este caso, la protagonista de la portada es la Infanta. La revista recoge una frase del programa de Tele 5 “Materia reservada”, pronunciada por la infanta para que los reporteros la dejaran en paz: “No saben lo que estamos pasando”. Se refiere a los reporteros que la abordaron, a quienes trata de usted. De ahí el “no saben” en lugar de “no sabéis”. Su Alteza añadió: “Queremos hacer una vida normal pero no nos dejáis”.

Una vida normal debe ser para ella disfrutar de tratamiento diplomático, contar con gratuidad total en primera en los viajes en avión; disfrutar de seguridad a cargo de los presupuestos del Estado, o que a tu marido le enchufen en una multinacional como Telefónica, con un puestazo creado por y para él en Washington (la sede estaba en Nueva York), sin haber estudiado más que el C.O.U., justo cuando le venía bien “huir” de España por recomendación de su real suegro; vivir en un palacete en el barrio barcelonés de Pedralbes, que cuesta como seis millones de euros (más 600.000 de reforma), sin saber cómo lo has pagado (ni preguntarlo, al parecer); o trabajar para una fundación de La Caixa, viajando por el mundo en plan megavip, o cobrar un sueldecillo para recibir aplausos y quedar bien haciéndote fotos con niños que necesitan algo más que caridad. Luego esas fotos salen en todas partes, todos pensamos lo buena gente que son éstos; y ellos vuelven a sus mansiones y a sus palacios. Una vida normal. Eso sí, cuando las fotos que te hacen no son las del momento altruista, lo mejor es salir por patas, tal y como hizo el duque de Palma cuando vio a los reporteros en Washington, hecho relatado por la periodista Paloma García Pelayo en Tele 5 y oportunamente recogido esta semana por Lecturas.

La muerte de Whitney Houston, la nueva imagen de la ex vicepresidenta (luego ampliamos esto) y la pesada de Elsa Pataki, que, junto a su marido, pasea su embarazo por Europa, completan la oferta en la portada de Diez Minutos. Dentro tenemos cuatro páginas de entrevista con Manuel Carrasco, eso sí, en exclusiva. Si alguien no recuerda quién es este atractivo triunfito que se compre el Diez Minutos. “El amor es tan importante que a veces me vuelve loco”. Un verdadero poeta.

Lady Foster, que para mí siempre será Lady sexo, gracias al genio irrepetible de Narciso Ibáñez Serrador, es otra de las ofertas de Hola en este número. La doctora Elena Ochoa de “Hablemos de sexo”, casada con Norman Foster, aparece soberbia, guapa y rodeada de lujo, para hablar de su pasión por el arte, precisamente en la semana en la que arranca Arco. Esta mujer fascinante, toda clase y sabiduría, ha acertado siempre con los hombres.

No es el caso de Gema Ruiz, que asegura que se casa en otra exclusiva de Hola. Para ella es como si fuera su primera boda, ha dicho. Aunque suponemos que también para su marido. Siempre pensé que a esta joven le convenía un chico de su edad. Nunca olvidaré la noche en la que esta cordobesa teñida de rubio, al borde de la anorexia, tras ser abandonada por el Gran Álvarez (que es como el Gran Vázquez pero que en lugar de dibujar hace política), actual presidente de Asturias, comenzó a contar en el extinto ¿Dónde Estás Corazón?, en Antena 3, que cuando empezaron a conocerse, Cascos la llevaba al Burger King. Si alguien no se lo cree, que revise programas, llame a Gema o se busque la vida: pero es verdad. Yo me revolcaba.

Por cierto, en el apartado “Se vuelca en su trabajo”, tenemos esta semana en Diez Minutos a Adriana Abascal; y en Lecturas a Paula Echevarría (“la actriz vive volcada en su trabajo). Por cierto que la mujer de Bustamante está de oferta y sale en todas las revistas, bien entrevistada porque ha trincado como imagen de no sé qué crema o algo así, bien porque le duelen los piños y va a la farmacia. Se acaba de quitar las dos muelas del juicio la asturiana.

Cristiano y su novia también aparecen en todas las revistas, porque el delantero merengue fue a buscar su rusa al aeropuerto con un nuevo buga. Nota: importante tapar la matrícula (todas las publicaciones velan la placa) de su nuevo Lamborghini de 350.000 euros por razones de seguridad para que la gente no le identifique. Así, cada vez que veamos un Lamborghini Aventador LP-700-4 por las calles de Madrid nunca podremos saber si es el de Ronaldo. De hecho, yo vi entrar uno en el Hotel Villamagna el otro día, del mismo color, y no podría asegurar que eran ellos, y eso que luego estaban sentados ambos en el restaurante chino de ese mismo hotel. Que yo los vi, y muy acaramelados, no como Marc Clotet y Ana de Armas, que están en crisis, según Lecturas, y ya veremos lo que tardan en desmentir o darnos un disgusto.

La nueva imagen de María Teresa Fernández de la Vega aparece como noticia destacada en las revistas. La ex número 2 de Zapatero, que es la presidenta de la Fundación Mujeres por África, sorprendió a todos el 8 de febrero pasado, en un acto apadrinado por la Reina. De todas las publicaciones, es Semana la que más se moja, ya que aporta el nombre del artífice del cambio. Se trata del doctor Enrique Monereo, al que califica como “autor del milagro”. Situado en el Top 5 de los mejores cirujanos plásticos de nuestro país, la publicación calcula el coste total de las operaciones entre los 18.000 y los 20.000 euros. A sus 62 años, y tras este positivo cambio, la ex vicepresidenta del Gobierno, que gana algo más de 80.000 euros al año en su puesto como miembro del Consejo de Estado, luce una piel más tersa y luminosa, sin apenas arrugas. Semana dice que, según las expertas que han consultado, las intervenciones se concretan en la desaparición del doble párpado, de las bolsas de debajo de los ojos y el alisamiento de la frente. Además, se ha tocado las mejillas y el cuello, se ha rellenado los labios y ha eliminado el “código de barras”. Aparte de esta “I.T.V.”, la ex vicepresidenta ha engordado siete kilos (lo dijo ella en el acto), duerme mucho mejor, y ha recurrido al estilista de su compañera y amiga Elena Salgado, Michel Meyer, quien le ha cambiado los pantalones por faldas cortas, entre otras inteligentes y acertadas ideas.

Isabel Sartorius ocupa casi la quinta parte de los todos contenidos de la revista Hola de esta semana, incluida la portada. Son más de 20 páginas imprescindibles entre entrevista muy interesante (de verdad) y recorrido nostálgico por su vida, momentos-príncipe también, por supuesto, con despliegue fotográfico extraordinario. La ex de don Felipe y sin embargo amiga confesa de la muy moderna y ex republicana princesa Letizia, está espectacularmente guapa, como no la veíamos hace tiempo, y ha perdido muchos kilos: no sé si gracias a la famosa clínica Rávena, al photoshop de Hola o a una combinación, pero hay que ver lo que ha ganado esta mujer en unos meses en atractivo. Estaremos pendientes de Espejo Público, donde colabora. Susana Grisso ha dicho que pronto estará en ese plató. Por cierto, que Rosa Villacastín contó el miércoles 15 en ese programa, que Isabel Sartorius la llamó un día, cuando el príncipe salía con Eva Sannum, y le dijo que dejara de hablar mal de la noruega, “porque lo que yo quiero es la felicidad de Felipe”.

La que no pierde peso es Caritina Goyanes. Pero es muy lista: ha hecho de su capa un sayo y se está forrando a base de caterings y libro de recetas, como el que acaba de presentar. La hermana gorda de Carla va a acabar siendo la hermana forrada, la que va a sacar del apuro a su madre, Cari Lapique, que no anda, me cuentan, en su mejor momento económico. La crisis es la crisis. Caritina lo tiene claro: estaré obesa, pero me lo estoy llevando crudo. Esto no lo ha dicho pero seguro que lo piensa. Y yo la veo una cara de felicidad…

Hola completa su número con Azúcar Moreno (Toñi Salazar) y su marido, que se fueron a Segovia a decir que se agobian, pero lo hicieron días antes de la festividad de San Valentín para llegar al cierre de la revista y salir diciendo que celebraban el día de los enamorados. Es que, como ya he dicho, la crisis obliga a vender barato y tragar con las condiciones.

Pero lo mejor de Hola, esta semana, con permiso de Isabel Sartorius, es la insólita noticia de que Chábeli Iglesias Preysler ha sido madre a sus 40 años. De repente. Tal cual. El embarazo secreto de la hija mayor de Julio Iglesias ha dejado estupefactos a todos, más que nada por la cabra montesa que aparece en el reportaje gráfico, junto al marido de la niña-a-mujer y su hijo mayor; pero, aparte de la cabra, aspecto que situaríamos en el entorno de la visita al safari de Norma Duval, hace unos días, y como diría su recordado abuelo paterno, el recordado Papuchi (que era ginecólogo), esto es “raro, raro, raro”. Esta mujer, que lo vende todo, que es de ésas que sale primero diciendo que quiere tener otro nene, luego diciendo que ya está en ello, luego que ya, luego que primeras fotos de embarazada, luego que tiene antojos… Y todo vendido paso a paso. Y ahora va y se pone, de repente, que ya lo ha tenido y que pronto lo enseñará. Aunque los de Hola han puesto una foto de Chábeli embarazada, hay quien dice por ahí -cómo es la gente- que como perdió otra en un intento anterior, ha alquilado una mamá, y que de ahí todo este secreto, y que la niña se parece al padre, y que eso, como en Los Ángeles, además de legal, es muy cool… Pero qué barbaridades se dicen. Ahora sólo falta que aparezcan sus hermanas Ana y Tamara diciendo que ellas son, por ende, tías de alquiler. O sea, no. Por cierto, ¿para cuándo la tv movie de toda la familia al completo?

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