Me divertí diez años en El País, cuatro en la Cadena SER y pasé otro par en Telecinco. Una compañera y yo descubrimos un día que nuestro alcalde no pagaba sus impuestos. Él tuvo que dimitir y sigue creyendo que la culpa fue nuestra, no suya. Hice un librito sobre eso, Conde Roa, caso perdido, que según mis amigos se leía muy rápido y según los libreros se vendía despacito. Al cumplir 40 creo que puedo seguir disfrutando del mejor oficio del mundo en eldiario.es donde haré... lo que pueda.