‘Dragon Ball Super’ 1x43 Review: el secreto de Pan y cameo de Arale

Por Diego HidalgoDiego Hidalgo

¡¡Aviso: SPOILERS!!

Viviendo una nuevo periodo de paz entre sagas

Tras haber finalizado la saga del Torneo de Artes Marciales entre el Sexto y el Séptimo Universo, Dragon Ball Super está viviendo algunos episodios llamados de transición, o de tiempos de paz, donde la trama no avanza linealmente, sino que son tramas episódicas para afianzar la relación con los personajes y sacar su lado más humano. Un clásico de Dragon Ball, vaya, no es nada nuevo.

Esta llanura argumental en la serie es nueva, ya que en las anteriores sí que sabíamos por dónde iba a seguir la trama debido al manga, pero, como en Juego de Tronos, la televisión ha superado al soporte físico dejando todo un mundo de posibilidades de cara al futuro para el formato televisivo. Tan sólo sabemos que próximamente habrá un Torneo Universal entre los Doce Universos, pero no sabemos si esta trama será la próxima en llegar, o habrá algún villano intermedio. Tiempo al tiempo.

Una transición muy familiar

Este episodio se centra en la figura de un personaje recién nacido que ha pasado desapercibido (bueno, desapercibida) y teniendo menos importancia de la que debería al tratarse de quien es: nada menos que la hija de Gohan y nieta de Goku, ¡Pan!

Por fin Pan tiene un capítulo donde muestra de lo que es capaz y del potencial que guarda pese a tratarse todavía de un bebé. Además, también vemos al Goku más paternal y cercano a la familia.

Goku necesita un enorme descanso

Sobrepasar los límites de su fuerza en el Torneo Universal le está pasando factura a Goku durante estos días de paz. Y menos mal, porque si no, cualquier villano podría derrotarle.

El primer síntoma de su mal estado proviene al darse cuenta de que no tiene hambre. ¿Goku sin hambre? Un grave problema tiene que haber. Además de esto, tampoco le responde el cuerpo, por lo que visitará a Kaito para que le observe, no sin antes sufrir un trastorno en su teletransportación dejándonos algunos momentos divertidos como colarse en la habitación de una recién duchada Bulma (con indignación de Vegeta incluida) o un fantástico (pero fugaz) cameo de Arale.

Kaito le diagnostica un llamado “Defecto Retardado del Ki” por usar de manera irresponsable su energía, concretamente por utilizar el Kaio-ken multiplicado por diez en su estado de Super Saiyan Azul. Los problemas se le pasarán, pero después de un largo descanso. Ah, también tiene que olvidarse de volver a utilizarlo si no quiere que su organismo se desestabilice por completo. Esto supone un jarro de agua fría para Goku, porque era su as bajo la manga ante los problemas, pero es Goku, algo nuevo “inventará”.

Así que no le queda otra que descansar, y qué mejor descanso que pasar un tiempo con la familia. Un tiempo obligado, por otra parte, porque su descontrol provoca un destrozo total de su casa cuando intenta volar, por lo que se mudará a casa de su hijo, Gohan, hasta que esté todo arreglado.

Con estos problemas físicos, Goku dice “sentirse como un abuelo”, pero es que realmente ya lo eres, Goku, y de los buenos.

Piccolo, un tercer abuelo para Pan

Piccolo está al cuidado de Pan mientras Gohan, acompañado por Videl, está fuera de visita/entrevista de trabajo durante un tiempo. Si Piccolo era un padre para Gohan ante la ausencia de Goku, Pan es como si fuese ahora su nieta (incluso sabe decir ya su nombre).

Aunque aparentemente a Piccolo no le guste dar la imagen de padre entrañable, en el fondo su preocupación por Pan es asombrosa cuando, al ceder su cuidado a Goku y Chichi, no para de darles instrucciones sobre su cuidado. Pero no puede irse. Finalmente decide quedarse también en la casa mientras Gohan está fuera.

Pilaf vuelve a la carga al enterarse de que Goku está débil

Pilaf se entera, mientras espía a Gohan, que Goku está débil, por lo que su plan es ir a acabar con él ahora que pueden. Y sobre todo ahora, que tienen una nueva máquina destructora.

Mientras planean el ataque desde el jardín, se encuentran con una sorpresa inesperada: Pan se escapa de la casa y se acerca a Pilaf y su banda. Y eso que ya avisó Piccolo que tenían que echarle un ojo porque le gustaba explorar por su cuenta, pero nada.

Goku, Chichi y Piccolo se dan cuenta de que Pan ha desaparecido de la casa, y la buscan por todos los rincones. Asustados por las posibles consecuencias, Pilaf decide irse de allí cuanto antes, pero no cuenta con que Mai no había dejado a Pan. Es decir, la llevan con ellos de viaje.

El increíble potencial de Pan

Al hacerse caca en la nave, se crea tal confusión que sin querer tocan un botón equivocado que les lleva hasta el espacio exterior, cerrando el círculo literario de una escena donde Goku observa con su nieta el cielo estrellado.

Pilaf y los suyos no saben qué hacer para volver, y entran en pánico, pero Pan, se ilumina en un aura blanca de energía que provoca una gran explosión en la nave. Todavía en éxtasis de poder, Pan vuela por el cielo a toda velocidad con Pilaf y su banda cogidos como pueden a sus pies. Al final vuelve a casa haciéndose la dormida y como si nada hubiese sucedido.

Esta escena nos demuestra el potencial que posee una saiyan de segunda generación como es Pan, capaz de superar en un futuro a su padre y, por qué no, a su abuelo también. Con los entrenadores que tiene, no me extrañaría que lo consiguiese, ¿verdad?

En el episodio 44 de ‘Dragon Ball Super’…

Si en este episodio por fin se le ha dado el protagonismo que se merece a Pan, en el siguiente, nos esperan unos protagonistas que poca guerra han dado en Dragon Ball Super por el momento: Goten y Trunks.

En una de sus travesuras habituales se quedan encerrados en el vehículo de transporte intergaláctico de Monaka, donde van a parar a un extraño planeta habitado por unos seres aparentemente muy poderosos y capaces de congelar a sus adversarios. Tan peligrosos son, que Goku tiene que hacer presencia para salvarles pese a su obligación de descansar.

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