Expediente X 11x02 Review: Un “revival” en el que todos hemos cambiado

Expediente X 11x02 Review: Un "revival" en el que todos hemos cambiado

Por Jesús López

Tal vez haya llegado el momento de reconocer que hemos cambiado. Que la sociedad ha cambiado. Que el telespectador ha cambiado y que Mulder y Scully también han cambiado. Tras el vertiginoso estreno de temporada, Expediente X regresó esta semana con el segundo episodio titulado Esta, escrito por el genial Glen Morgan que se basó en este caso en los clásicos episodios del “monstruo de la semana”, lo que frustró a muchos que esperaban una hilaridad con el episodio anterior, en el que Scully sufría de visiones y el Fumador revelaba que era el padre del hijo desaparecido de Dana.

Dejando a un lado que no sabemos el tiempo trascurrido desde el primer episodio de la nueva entrega a este que nos ocupa, la ficción nos demuestra que se ha transformado (para bien o para mal), alejándose de la tétrica atmósfera que, en general, envolvía la introducción a la trama al inicio de cada uno de los capítulos, que acompañada de su cabecera [es lo único que a día de hoy sobrevive] llegaba a poner los pelos de punta y provocaba que a más de uno nos mandaran a la cama.

Expediente X se convirtió en su segundo episodio en un homenaje a sí misma, con guiños a viejos amigos y a tiempo pasados, pero olvidándose de su esencia y rindiéndose a los gustos de los nuevos espectadores con puntos de ficciones como Black Mirror y una relación de Mulder y Scully que más bien podría ser la de Castle y Beckett (humor insistente del escritor incluido).

Al nuevo capítulo pone banda sonora inicial Los Ramones, tributo a Richard Langly, uno de los tres Tiradores Solitarios que hace aparición en el episodio pese a que el trío falleció en la novena temporada, aunque sus fantasmas fueron vistos por Mulder en el capítulo The Truth (9x19-9x20) en donde incluso llegó a hablar con ellos.

Langly se comunica a través del smartphone de Mulder, para preguntarle si realmente está muerto. Aunque lo cierto es que se convierte en un aviso para Mulder y Scully que están a punto de ser tiroteados en su propia casa por un grupo de rusos de los que logran huir, no sin antes pedir ayuda a Skinner, con el que se encuentran tras su huida y del que vuelven a desconfiar.

Skinner aporta pistas a los dos agentes que nos llevará a resolver un nuevo misterio que nos dejan los Tiradores Solitarios, enterrados en el cementerio de Arlington. Scully y Mulder llegan a Arlington y encuentran sus lápidas, pero no están como deberían. Las fechas de nacimiento y muerte han sido modificadas y la lápida de Langly está incluso mirando en dirección opuesta.

Inexplicablemente los agentes logran resolver el acertijo en tiempo récord, dándose en los morros con la tumba de Garganta Profunda, personaje interpretado por Jerry Hardin en la primera temporada y que fue asesinado y del que nos brindan ahora su verdadero nombre: Ronald Pakula. Escondida tras la cruz de la lápida encuentran un código QR.

Mulder y Scully escanean el código que les lleva a imágenes en internet del edificio Long Lines de Nueva York. Es el hogar de un programa de la NSA llamado Titanpointe y un código de proyecto llamado Blarney. En eso se basa Glen Morgan para estirar la trama, en hechos y lugares reales como el edificio y el programa que se menciona, algo que no es nuevo teniendo en cuenta otras referencias de Expediente X en anteriores temporadas como el Área 51 o Roswell.

Finalmente, los agentes descubren que el mensaje de Langly fue enviado desde lo que básicamente es una simulación virtual, ya que cargaron su conciencia en un servidor desde el que cobraría vida cuando murieran.

El episodio finaliza en el edificio Long Lines. Mientras Scully se abre camino hacia el servidor donde se encuentran los “seres” virtuales, Mulder se encuentra con Erika Price, el misterioso personaje que conocimos la semana pasada, interpretado por Barbara Hershey. Price aconseja a Mulder que cambie la forma en la que ve el mundo y asuma la evolución tecnológica. Finalmente Scully logra desactivar la simulación y acuden a avisar al FBI. Cuando regresan no hay rastro de los servidores ni de los responsables.

Frente a un argumento algo forzado e ideas metidas con calzador, el capítulo devuelve a Mulder y Scully a la acción. Y a ti ¿Qué te ha parecido este episodio?

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