‘The Flash’ 03x14 Review: ‘Bienvenidos a Gorilla City’ (Parte 2)

Por Alberto Rodríguez

La semana pasada se nos quedó un palmo de narices al contemplar a Gypsy, la recaudadora, a punto de abrir el portal que permitiría a Grodd invadir Central City con una horda de gorilas enfurecidos. Si es que no hay peor peligro que el miedo. Y estos animales, temerosos del poder destructor del hombre, están dispuestos a cualquier cosa que les pida su nuevo amor y señor. Grodd, jactándose de ir un paso por delante –como le enseñó su mentor, el reverso de Flash–, tiene pensado cumplir con otro de los titulares de la pizarra del futuro de Barry: el ataque a la que fue su ciudad en otro tiempo. Y si se cumple dicho titular, ya sabemos lo que pasa: que el inevitable futuro de Iris se vuelve un poco más inevitable. ¡Comenzamos!

(Ataque de spoilers)

La llegada del simio con armadura

El momento en el que Grodd aparece ataviado con su particular casco y hombreras metálicos es una sensación de sentimientos encontrados: por un lado, uno no está muy seguro de que le siente bien; y por otro, le da un aire de monería –nunca mejor dicho– que provoca una sonrisa. Pero así es el look que ha elegido el líder simio. Y como dicen por ahí: ‘ande yo protegido, y ríase la gente’. Más o menos.

Lo importante aquí es que esas pintas no le impidieron usar sus poderes telepáticos, aquellos que le han llevado a ser el amo del cotarro –y que curiosamente no puede usar con el resto de sus congéneres monos–, para controlar a Matthew McNally, un coronel de las fuerzas armadas norteamericanas con un permiso muy particular, como es el acceso al lanzamiento de un misil de ataque en apenas diez minutos. Un poder así nunca debería ser individual y automático, aunque estos americanos, ya se sabe… Pero para eso está Flash, para salvar a la humanidad de una hecatombe de la que, en parte, ella misma es culpable. Sólo hacía falta localizar al gorila conflictivo.

Suerte que las ondas cerebrales con las que se comunicaba Grodd eran de doble sentido. Esto permitió que Joe, el cual había sido manipulado momentáneamente por el primate, fuera capaz de dibujar el rostro del general como si de escritura automática se tratara. Y gracias al dibujo de Joe y al comentario ingenioso de H.R. apuntando a que el corte de pelo era militar fue como dieron con la base secreta desde la que saldría el misil.

La supervelocidad de Barry le permitió descodificar la clave secreta que neutralizaba el lanzamiento del arma de destrucción masiva probando, en apenas segundos, entre las cerca de noventa mil iteraciones posibles. Que ya me gustaría a mí que Flash lo intentara con el teclado de mi smartphone. Con la poca sensibilidad que tiene, por mucho que corrieran sus dedos, el aparatito no sería capaz de registrar el aporreo a esa misma velocidad.

Y después de desarticular su mayor baza, tocaba darle la puntilla. Pero, ¿cómo iban a lograr vencer a un millar de monos con armadura entre Barry, Wally y Jesse?

Siempre hay otra manera

Y hablando de Wally y Jesse, hay que decir que la noticia de la mudanza de ésta a Tierra 1 no fue muy bien acogida por su padre. Pero claro, el Dr. Wells es muy ladino y no descubrió sus cartas así como así. En vez de protagonizar el típico mosqueo de padre obtuso, decidió aparentar que lo aceptaba, poniendo por encima de todo la felicidad de Jesse. Pero a continuación encarnó el papel de villana de telenovela al hacer creer a Wally que se encontraba enfermo para así apelar a su compasión y que fuera el propio muchacho el que echara para atrás el tema de la mudanza. Y Jesse, que conoce a su padre desde siempre, enseguida que se olió la tostada le puso el disco rojo a su progenitor y le dio un ultimátum. Ella iba a mudarse a Tierra 1 y no había vuelta atrás. Breve paréntesis: ya sé que si fuera Wally el que se mudara al universo de ella no habría serie, pero ¿no creéis que ella tiene el mismo derecho que él a pedirle que se mude a Tierra 2? ¿Haría él lo mismo si fuera así? Ummm, no sé yo…

Y mientras Jesse lamentaba que su padre no se pareciera más a su homólogo, H.R. –al cual no soporta–, el Dr. Wells decidió dedicar unos minutos a su pupilo favorito, Barry, y recordarle que siempre hay otra manera de hacer las cosas. Aunque él no fuera una autoridad moral para regalar ese consejo, eso es así. Pero tal vez por ello, por su trágica experiencia haciendo cosas de dudosa legalidad, es por lo que estaba capacitado para alejar a Barry de la tentadora senda que suponía asesinar a Grodd y de paso, erradicar el molesto titular del ataque a Central City, el cual, le recordaba que la trágica muerte de Iris no se había resuelto todavía.

No obstante, ¿cómo pensaba Barry matar a Grodd si el gran simio con su ejército les superaban por centenares?

Lo que necesitas es amor

Gypsy estaba tranquilamente persiguiendo a un fugitivo por las apacibles selvas de Tierra 2 cuando de pronto… estaba encerrada en una de las celdas para metahumanos de laboratorios STAR. No recordaba nada: ni que había abierto el portal para Grodd ni que por pocas espachurra a Barry contra el techo cuando irrumpió de golpe en las instalaciones.

En apenas unos minutos el malentendido se aclaró. Y acto seguido vino la incómoda invitación a unirse a la pandilla para frenar a la amenaza simia. ‘No, gracias. Es tu lucha, no la mía’, fueron las palabras de la recaudadora. Al parecer la sutil llama del encuentro anterior con Cisco se había enfriado ligeramente. Y con todo su pesar, al joven científico no le quedó más remedio que dejarla marchar.

Pero como en esta vida el que no llora, no mama, y más en una serie de superhéroes, Vibe emprendió un viaje exprés a Tierra 19 para pedirle que se uniera a la lucha justo cuando ésta se encontraba en su momento álgido. Central City en este mundo es un entorno lluvioso, frío y con un ligero aire de distanciamiento respecto a lo que nos es familiar. No en vano es otro universo. Y cuando parecía que la chica no iba a prestarse a colaborar, de repente, en Tierra 1 se abrió un portal por el que aparecieron Gypsy, Vibe y… Solovar. El favor que requería de Gypsy era localizarlo –sólo ella sabía dónde lo había escondido Grodd después de que Barry y compañía abandonaran a toda prisa el lugar– y llevarlo de vuelta para que luchara con Grodd en un combate cuerpo a cuerpo. Lo que siguió, como suele decirse, es historia. Como era de esperar, Solovar dominó enseguida a un torpe Grodd, muy hábil en el plano estratega pero con el instinto adormilado. Y a instancias de Barry –que tenía grabado a fuego lo de hacer las cosas de otro modo– le perdonó la vida a cambio de quedárselo en su universo. Una llamada a Lyla, y el mono pasó a disposición de A.R.G.U.S.(un servicio de inteligencia del Gobierno que tiene mucha presencia en ‘Arrow’, serie hermanada con ésta como muchos sabréis).

Una vez finiquitada su colaboración forzada, Gypsy se disponía a regresar a su mundo pero antes… ¡oh, la,la! Menudo beso le dio a su partenaire vibrante. Eso sí, le dejó claro que ella era mucha mujer para él… aunque eso nunca se sabe. Y más con Cisco. Esas palabras suponen un reto para él, sin duda.

Y por si esta dosis de amor no fuera suficiente, llega Barry y se marca una de las declaraciones más bonitas en la historia de los héroes de CW, arrodillado en el salón de estar de su apartamento –como ya es habitual al final del episodio– y con el anillo de bodas de su abuela – topicazo, pero la historia de cómo su abuelo se lo pidió a su abuela tras volver vivo de la segunda guerra mundial es muy sentida– para hacerle la gran pregunta a Iris: ¿quieres casarte conmigo? Si el futuro se vuelve indeseable, creemos nosotros el nuestro propio. ¿No es eso? Y una emocionada Iris, ni corta ni perezosa, tras contestarle con un sonoro sí, selló su recién adquirido compromiso con el más elocuente de los besos. Sólo faltaba el ‘chimpún’.

Todo eran buenas noticias hasta que Wally vio a Savitar aparecer de repente en una de las calles de Central City. El dios de la velocidad se abalanzó sobre él como un jaguar y entonces… fundido a negro. ¡Qué rabia da! ¿Verdad? Pero, afortunadamente, tiene fácil solución. Seguir las aventuras de ‘The Flash’ la próxima semana. Entramos de lleno en la segunda mitad de la temporada y es crucial no perder la pista de ningún episodio porque ya sabéis que aquí las cosas cambian de un día para otro. Y el crossover musical entre Flash y Supergirl está a la vuelta de la esquina. Aquí el que no corre, vuela.