‘Jane The Virgin’ season finale: Lo que el destino ha unido que no lo separe el guion

‘Jane The Virgin’ season finale: Lo que el destino ha unido que no lo separe el guion

Por Betty M. Martínez

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Una boda contra viento y marea

Tuvo que ser en el último capítulo de la tercera temporada, pero, al final, llegó el gran momento que todos esperábamos desde ya no recuerdo cuando. Claro, con permiso de la pérdida de virginidad de Jane. ¿Qué momento ha llegado? Pues el día de la boda de Rogelio y Xiomara. Ya sé que es su segunda intentona, pero, vamos a hacer como ellos y considerar que esta es la boda de verdad porque lo que pasó en Las Vegas fue simplemente algo que pasó en Las Vegas. ¿Todos de acuerdo?

La verdad es que estaba un poco angustiada con la boda porque en esta serie esas ceremonias parecen estar gafadas. Siempre pasa algo que nos amarga o la ceremonia o el convite o la noche de bodas. Esta vez no podía pasar nada. No sería justo. Rogelio y Xiomara están destinados a estar juntos. Se lo merecen y nos lo merecemos porque hemos vivido, disfrutado y sufrido con ellos cada encuentro y desencuentro, cada pelea y cada reconciliación. Nadie podía estropear su gran día.

Bueno, nadie… salvo los guionistas, que cada vez estoy más convencida de que disfrutan estresándonos. ¡Qué mal nos lo hicieron pasar! Ahora hay boda, ahora no hay boda. Por favor, esto no se hace.

Primero se les ocurrió que nada mejor que unos vientos huracanados y una tormenta tropical para ambientar la boda. Lo ideal para una ceremonia de cuento de hadas. Hay que aplaudir a Xiomara porque a mí me pasa lo que le pasó a ella con el vestido de novia y me da un infarto. Eso sí, también tiene gracia que en el capítulo de la boda de Rogelio la escena más divertida la haya protagonizado Justin Baldoni, que es muy galán, pero muy poco simpático si lo comparamos con Jaime Camil. Por cierto, Rafael, si necesitas un curso intensivo sobre cómo funciona el transporte público, avísame, que yo tengo un master en autobuses. Y, señores guionistas, teniendo en cuenta que siempre hay un bus en los momentos clave de esta serie, ¿no va siendo hora de que el señor conductor sea personaje recurrente?

Una invitada inesperada

Pido perdón porque me acabo de dar cuenta de que no he empezado por lo más importante. La climatología ha jugado en contra de los novios, pero ha sido una anécdota si la comparamos con la irrupción de una invitada no esperada, aunque, para ser exactos no estaba invitada. Nadie esperaba su aparición así que entiendo el susto que se llevó Jane. El de ella y el nuestro. Señores guionistas, insisto, ante estas situaciones hay que avisar antes.

¿Quién ha vuelto? Darci. Embarazada de siete meses. Aunque a Rogelio le costó unos segundos procesarlo, nosotros lo entendimos al segundo. Rogeliana viene en camino. Por favor, Rogelio, cuando asimiles la situación, date unos segundos para reflexionar sobre el nombre de tu hija. Créeme. Ella te lo agradecerá en el futuro.

En fin, que ante esa noticia, dudé de que hubiera boda. Igual que los novios, que llegaron a suspenderla hasta nuevo aviso, es decir, hasta hablar con Darci y aclarar la situación. El problema es que hay demasiado rencor acumulado y la solución va para largo y Xiomara no está dispuesta a seguir esperando, que lleva casi 30 años aguardando para ser la señora De la Vega y el factor Darci no va a impedir que cumpla su destino.

Así que sí. Jane declaró a Rogelio y Xiomara marido y mujer, no sin antes arrancarnos un par de sonrisas y también alguna lagrimilla con sus palabras. Jane, no es casualidad que tu libro esté funcionando bien porque escribes de maravilla. Ya me gustaría a mí inspirarme como tú en un autobús. Eres muy afortunada con tus musas.

Un merecido homenaje

Evidentemente Rogelio y Xiomara han sido los grandes protagonistas de este capítulo, pero ha habido otro personaje que ha copado gran parte de nuestra atención. Michael. Señores guionistas, gracias por devolvérnoslo aunque fuera por unos minutos. Ha sido el mejor homenaje que podían hacerle. Brett Dier, ni te imaginas cómo te echamos de menos.

Para los despistados, no es que Michael haya resucitado (alguien me dijo que no lo descartara, que en esta serie son muy capaces de hacer algo así), sino que Jane se ha enterado de que su marido le escribió una carta antes de casarse, una carta que tenía la misión de recordarles siempre por qué se habían casado. Jane nunca llegó a leer esa carta y se ha pasado todo el capítulo buscándola. Y, al final, la encontró.

La cuadratura del triángulo

No voy a decir cómo la encontró, pero sí tengo que decir que hasta después de muerto Michael se interpone entre Jane y Rafael. Y, dicho esto, me explico.

La semana pasada comprobamos que Jane vuelve a sentir algo por Rafael, pero él ha vuelto con Petra, así que la madre de Mateo ha decidido callarse. El que no ha sido tan generoso ha sido Chuck, que no quiere renunciar a Petra y reaparece en escena para hacerle ver que para Rafael ella siempre será la segunda opción porque Jane está primero. No sé si lo que dice Chuck es verdad, si su comentario ha hecho que seamos víctimas de la percepción selectiva o que el TeamRafael nunca se da por vencido, pero lo cierto es que tiene razón.

No dudo de que Rafael quiera mucho a Petra, pero nadie puede negar que siempre ha estado con y para Jane. Pongamos como ejemplo este capítulo. No solo puso a su disposición el hotel para la boda de Rogelio y Xiomara, sino que también fue a buscarla en medio de un huracán y la ayudó con los vestidos. Y, por cierto, tenía razón. Jane, tu vestido no te favorecía nada.

Y no digamos nada de la emoción que sintieron, y sentimos, cuando bailaron juntos. Es que era el momento justo que el destino tenía preparado para que los padres de Mateo se reencontraran sentimentalmente. Y fue ahí donde Michael reapareció en formato carta para hacer que esa nueva oportunidad quedase en pause. Tendremos que esperar para ver si al final vuelven a darle al play o es un stop definitivo.

Unas aliadas inesperadas

Pero, claro, esto es la season finale. No era suficiente con tenernos con la duda de si habría boda o no, ni con marearnos con una posible reconciliación de Rafael y Jane, había que ofrecer algo más. Y nos lo ofrecieron con dos personajes a los que yo tengo especial cariño. No las invitaría a cenar a mi casa, desde luego, pero me parecen indispensables en la serie. Y esta semana lo demostraron.

¿De quién estoy hablando? De las hermanísimas. Luisa y Anezka tienen más cosas en común de las que parece. La primera es que tienen todas las razones del mundo para detestar a sus respectivos hermanos. La segunda es que cada una tiene algo que puede ayudar a la otra a vengarse.

Empecemos por Luisa, para respetar el derecho de antigüedad. Se ha enterado de que Rafael le mintió con lo del cáncer y está furiosa. Además, él le dice que no la quiere en su vida porque encubrió a la mujer que mató a su padre y secuestró a su hijo. Rafael tenía toda la razón, pero se le fue un poco la mano con las formas y lo ha pagado caro. ¿El precio? El hotel Marbella.

En cuanto a Anezka, ha conseguido sumar dos más dos gracias a la ayuda de Luisa y ha descubierto que fue Petra la que provocó su ruptura con Scott y también quiere vengarse. Si lo consigue o no lo descubriremos la próxima temporada, pero las cosas no pintan nada bien para la hermana guapa.

En fin, hasta aquí ha llegado la tercera temporada de ‘Jane The Virgin’ y podría decirse que ha sido una de las más intensas. Hemos asistido al momento clave de la serie con la pérdida de virginidad de Jane y también hemos vivido el capítulo más desgarrador con la muerte de Michael. Quizá precisamente porque ahí ya sufrimos lo indecible es por lo que esta vez los guionistas han preferido cerrar la temporada dejándonos intrigados, pero no angustiados, como era su costumbre.

¿Qué nos espera en la cuarta temporada? No lo sé, pero ya nos han dado algunas pistas. Está claro que Darci va a ser un dolor de cabeza para Rogelio y Xiomara y que la relación entre Jane y Rafael nos va a causar más de una jaqueca a los espectadores. Pero eso será dentro de unos meses. Ahora, por una vez, vayámonos de vacaciones con la satisfacción de haber asistido a la boda de Rogelio y Xiomara, con la esperanza de que Petra vuelva a caer de pie una vez más y con la ilusión de que los caminos de Jane y Rafael vuelvan a cruzarse.

En otoño, si os parece, nos reencontraremos por aquí para comprobar y comentar lo que el destino (y los guionistas) le tienen preparado a nuestros personajes favoritos.

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