'Jane the Virgin', 1x12 Review: la protagonista y tú evolucionáis a la vez

Por Betty M. Martínez

Después de ver el capítulo doce he de confesar que tengo sensaciones encontradas. Me parecen muy interesantes esos flash-backs a la Jane adolescente porque nos ayudan a entender mejor a la Jane adulta, pero cuando llevas una semana esperando para saber qué están planeando Dina y Nicholas se lleva mal no tener respuestas inmediatas.

He releído el párrafo anterior y me doy cuenta de que, al igual que Jane, yo también he cambiado. Me quejo de tener que esperar unos minutos para saber cómo sigue la historia cuando hasta hace muy poco esperaba pacientemente y sin rechistar decenas de capítulos para ver cómo la villana seducía al galán destrozando a la heroína. Punto a favor de 'Jane The Virgin'. Ha conseguido cambiar mi “metabolismo” televisivo.

Pero después de esta digresión, vamos al capítulo doce.

(¡Cuidado SPOILERS!)

Reorganización de la historia

Como siempre en este capítulo han pasado tantas cosas que es difícil organizarlas. Empecemos por Luisa. La terapia de familia me ha parecido un tanto curiosa en tanto que va la “cuñada”, pero no su padre. Lo único bueno es que ya sabemos qué pasó con la madre de Rafael. La carta prometía, pero, por ahora, no ha dado demasiado juego. Me cuesta creer que Luisa no haya escrito nada a Rose sobre su relación. ¿Se habrá guardado Rafael algún as bajo la manga?

Y, aunque no ha habido aviso floral, ha llegado Milos. Hay que reconocer que no se ha hecho mucho de rogar y, para variar, nos ha reorganizado toda la historia. No tengo muy claro cómo lo encajarán en el desarrollo de la trama, pero, aunque no vuelva a aparecer, la verdad es que ha cumplido su función: desenmascarar a Magda. Por cierto, si Rogelio de la Vega necesita una partenaire para su futuro cinematográfico, que cuente con Petra – Natalia. Una vez más nos ha demostrado que es una extraordinaria actriz. Cambiando de tema, ¿qué va a pasar ahora con Magda?

Michael sigue a lo suyo: Rafael es malo malísimo y tiene que ser él quien lo desenmascare para que Jane vuelva rauda y veloz a sus brazos. Se agradece que rompa el rol de chico bueno saltándose las normas para obtener pruebas, pero, me alegra comprobar que no sucumbe a su lado oscuro y va hacia donde las pruebas le llevan, aunque no sea precisamente hacia donde él quiere. Por cierto, os acordáis del que iba a ser el hermano problemático. ¿Quién nos iba a decir que Billy se iba a convertir en el mejor aliado de Michael?

Cría cuervos y…

Señores guionistas, les voy a perdonar la muerte de Santos porque considero que puede ser un buen giro argumental el ver cómo se enfrenta una super - estrella de las telenovelas al desempleo. Sin embargo, les advierto que como se les ocurra hacer lo mismo con Rogelio de la Vega me voy a sentir profundamente decepcionada. Rogelio de la Vega es ese personaje que nos arranca una sonrisa, o incluso una carcajada, en cada una de las escenas en las que aparece y, además, es el guiño perfecto a los miles de seguidores de telenovelas que hemos caído en las redes de Jane the Virgin. Así que, ya lo saben, advertidos quedan.

Y en este punto, me voy a permitir una pequeña licencia. Abro paréntesis. Señor Jaime Camil, no creo que llegue a leer estas líneas, pero, en todo caso, quiero darle las gracias y felicitarlo por su interpretación. Hay que tener un gran sentido del humor y mucho valor para encarnar a un personaje que “caricaturiza” a un estilo de actor (el galán de telenovelas) con el que usted ha sido identificado durante años. Rogelio de la Vega tendrá que reinventarse a partir del capítulo 13. Jaime Camil ya lo ha hecho en el capítulo 1 y, desde mi humilde punto de vista, ha salido ganando. Cierro paréntesis.

Ya recupero el hilo. En cuanto a Jane, no sé si serán las hormonas del embarazo, pero lo cierto es que se empieza a parecer demasiado a las heroínas tradicionales de las telenovelas, que son todo amor, bondad, ingenuidad, perdón, generosidad, etc. Acepto que perdone a Luisa porque es de la familia, pero ¿de verdad es necesario que le preste su hombro para llorar a la ex mujer de su novio? ¿Ya se le ha olvidado que quería quitarle a su bebé?

Por otro lado, en este capítulo he echado de menos las conversaciones entre Jane y Xiomara, quien, por cierto, seguro que le decía un par de cosas a su hija sobre eso de pensar bien de todo el mundo.

Conociendo a Sin Rostro…

Cuando ya casi me estaba levantando del sofá, ocurre lo inesperado. Ese momento en el que como espectadora quedas petrificada con la boca abierta porque no puedes creer lo que estás viendo y concentras toda tu energía en comprobar si lo has entendido bien. En mi salón empezaron a oírse toda una retahíla de ¿en serio? ¿de verdad? No me lo puedo creer y demás expresiones similares. Sin Rostro es…

Si después de los tres puntos ven un espacio en blanco, no se trata de un error, sino que creo que los spoilers deben tener un límite y este es el mío. No quiero privar a nadie de vivir ese shock que yo sufrí con la sorpresa que nos tenían guardada los guionistas, quienes, desde luego, han triunfado con esa secuencia. No sólo es de destacar el “quién”, sino también el “cómo” lo han contado. En este punto tengo que confesar que yo tenía un par de candidatos en mente y he fallado estrepitosamente. Ni me he acercado a la identidad real de Sin rostro.

Por una vez una “telenovela” me ha roto los esquemas y un personaje ha hecho algo que no esperaba que hiciera y, la verdad, esta capacidad que tiene Jane The Virgin para descolocarme me encanta.

Lo mejor del capítulo...

Entre lo menos bueno, cuando terminó el capítulo 11 esperaba que Dina y Gabriel estuviesen preparando un maquiavélico plan para destruir a Rogelio utilizando a Jane y, si bien es cierto que es muy raro que el galán muera en una telenovela y que es un golpe muy duro para el ego de una estrella como Rogelio, creo que el desarrollo de la trama no llega a cubrir las expectativas que se habían creado. Nos han tenido media hora esperando para contarnos en cinco minutos un plan bastante simplón.

En un punto intermedio tenemos a Milos. La verdad es que no tengo muy claro el efecto de su aparición. Quizá sea porque era absolutamente previsible que iba a hacer acto de presencia, pero me ha parecido un tanto descafeinado. Por ahora, lo dejamos en cuarentena a ver cómo evoluciona.

Conclusión: Lo mejor de este capítulo es, sin duda, que Sin Rostro ya tiene rostro.

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