'Jessica Jones' 1x01 Review: Una superheroína madura, de carne y hueso

PorMarta Ailouti

El matrimonio entre Netflix y Marvel sigue dando sus frutos y después de un mes de expectativas, para algunos algo más, 'Jessica Jones' llega al fin a nuestras pantalla. Y lo hace de la mejor manera posible. Cumpliendo con aquellas. No era tan fácil si tenemos en cuenta el éxito de 'Daredevil' y la magnífica campaña propagandística que la plataforma había orquestada en su honor. Estas cosas, más que favorecer, tienden a inflar el producto, pero la ficción protagonizada por Krysten Ritter, que se basta por sí misma, no necesitaba coger mucho aire.

O eso, al menos, da la sensación después de haber visto su buen arranque. 'Jessica Jones' sigue el mismo tono adulto y maduro que ya ofreciera 'Daredevil', incluso, se me antoja, que da un paso más en esa dirección. A medio camino entre los cómics de héroes y el thriller psicológico, con tintes de noir, la ficción nos ofrece una perspectiva televisiva diferente dentro del género. Una antiheroína, por definición, perfecta, investigadora privada, con demasiados descosidos y rotos de fábrica, irónica, descarada, vulnerable y arisca.

Sirva 'Noche de chicas', por tanto, para su presentación en sociedad. ¿A vosotros qué os ha parecido? Tras el tráiler, lo comentamos.

'Jessica Jones' 1x01 Review: Una superheroína madura, de carne y hueso 360

¡CUIDADO SPOILERS!

Un argumento acertado

Uno de los principales aciertos de 'Jessica Jones' es su propio argumento. Una protagonista femenina en el papel de superhéroe que, además, después de una traumática experiencia de la que no sabemos nada, aparte de de su vinculación con Kilgrave -de él hablaremos más adelante-, decide colgar su capa, aunque aquí no haya capa que colgar, para dedicarse a la investigación privada.

Antes que ella, por supuesto, estuvieron otras. Xena, Buffy y Wonder Woman. Ahora también Supergirl. Aunque mucho me temo que entre ambas, haya una distancia insalvable. Pero es que Jessica Jones es, además, una superheroína retirada, adicta al whisky, con trastorno postraumático, problemas de insomnio y de ansiedad, que trata de no relacionarse demasiado –a pesar de su vecino Malcolm–, y cuyo primer impulso, ante la presencia amenazante de ese hombre púrpura que está metido en su cabeza, no es hacerle frente. Maravillosa esta Jessica Jones tan de carne y hueso, con miedos e inseguridades, que tiene mucho más de antiheroína que de lo contrario.

¿Una superheroína sin máscara y con visión de rayos láser?

Y es que Jones no se preocupa de ocultarse. Su alias es su verdadero nombre y lleva por máscara solo una chupa de cuero. Entre sus poderes, sabemos que puede saltar alto, muy alto, y tiene la fuerza suficiente como para detener un coche en marcha. Nada demasiado espectacular, en realidad. Nada de visión de rayos láser, más allá de la figurada, y una lengua, a veces, demasiado afilada.

Especialmente aguda cuando interviene Jeryn Hogarth -interpretada por Carrie-Anne Moss a la que podéis recordar, entre otras, por su participación en Matrix-, una abogada poderosa e interesada, para la que la investigadora trabaja de vez en cuando, cuyo personaje será uno de los regulares de la temporada.

Y no será la única. Como ella, también recurrente lo será el personaje de Mike Colter. Un personaje, y hasta aquí puedo leer, con carácter de protagonista, que es propietario de un bar, y al que la detective, con la que tiene más que un encuentro, investiga en relación con una fotografía que él guarda en su baño (un lugar un pelín forzado, por cierto).

Un héroe lo es en función de su villano

Sin embargo, el peso central de todo el capítulo estará depositado, como no podía ser de otra forma, en ese hombre púrpura, supuestamente muerto desde hacía un año, al que ni si quiera vemos la cara. En 'Noche de chicas', la presencia del personaje de David Tennant, que no aparece salvo en breves flashes, es constante. Las reacciones que provoca en los demás, el pánico que despierta en nuestra heroína, es la verdadera amenaza.

Y es que, lo que empieza como un caso sin importancia -a Jessica la ha contratado un matrimonio de Omaha para que dé con el paradero de su hija-, termina despertando sus peores temores. Hope (Erin Moriarty) lleva un mes secuestrada por esa especie de manipulador telépata y retorcido obsesionado con la detective, empeñado en reproducir uno por uno los recuerdos que comparte con ella. Los mismos rituales, el mismo restaurante, el mismo hotel y la misma perversión.

Es por eso que, consciente del poder del control mental que ejerce en los demás -que solo desaparece poniendo distancia y tiempo de por medio-, incapaz de arrancárselo ella misma del todo de su cabeza, hace lo que cualquier haría en su situación. E intenta salir huyendo.

Main Street, Birch Street, Higgings Drive, Cobalt Lane

Y lo cierto es que si no fuera porque no tiene dinero y por la intervención de su antigua amiga Patricia Walker (Rachael Taylor), una célebre locutora de radio cuyo rostro aparece a lo largo de todo el capítulo por toda la ciudad, probablemente nos habríamos quedado sin heroína, ya en Hong Kong, y sin serie que comentar.

Por suerte para Hope, al menos aparentemente, la investigadora recapacita y decide ir en su búsqueda. Pero de poco le van a servir a la única empleada de Alias Investigations los nombres de las calles de su infancia, que repite como especie de mantra protector, cuando la joven de Omaha se encierre con sus padres en el ascensor y saque la pistola.

El final es, en realidad, lo más contundente de todo el capítulo, que era exactamente lo que nos esperábamos de él. No más, pero tampoco menos. Un pistoletazo de salida que marca el comienzo de esta serie que, a juzgar por su buen inicio, llega para quedarse entre nosotros. A partir de ahora, se acabaron las presentaciones. Jessica Jones ha tomado una determinación. Y piensa hacer algo al respecto.

Sobre este blog

Etiquetas
stats