'Masters of Sex' 3x10 Review: cada oveja con su pareja

Por J.C López SáezJ.C López Sáez

Llegados a la recta final de la temporada de 'Masters of Sex', y a tan solo dos episodios para terminarla, los guionistas han puesto todo patas arriba y cambiado la situación de todos los personajes principales, llegando al punto decisivo que puede marcar un antes y un después.

Ha sido un buen episodio si lo vemos desde el punto de vista de la recreación de la época. Temas como el divorcio, la infidelidad, el sexo adolescente y la homosexualidad, pero sobretodo la mujer, con el caso del personaje de Sarah Silverman y su estado.

Lástima que el ritmo de la serie no acompañe, y los casi 60 minutos de duración se hacen demasiado largos, porque las ideas son realmente buenas, pero están mal llevadas.

(¡Cuidado SPOILERS)

Hasta las narices de Bill

Las dos mujeres de la vida de Bill, han decidido pasar olímpicamente de él en este episodio, ambas con sus diferentes motivos para hacerlo, y de formas muy diferentes.

El personaje que más esta cambiando es Virginia, harta de Bill y sintiéndose traicionada por el estudio de sustitutos que comenzó sin su aprobación, esta decidida a quedarse junto Dan, y a la vez hacer creer a Bill que sigue con él, pero solamente hasta la presentación de sus segundo libro, por temor a que la expulse y quite su nombre como autora.

La frialdad con la que Virginia trata a su compañero no es propia de élla, y solo significa que guarda tanto resentimiento que ni el sexo puede aliviar momentáneamente ese sentimiento.

Lo que me molesta realmente de Virginia no es el modo de tratar a Masters, porque es un personaje que detesto, sino que hay ocasiones que parece necia intentando hacer creer a Dan y a su hija que no ha hecho nada con Bill, y ni tan siquiera cuando Dan le hace ver que él y Tessa lo saben todo, sigue negándolo. Virginia parecía adelantada a su época en la primera temporada, pero poco a poco se ha ido dejando llevar por los hombres que pasan por su vida (su embarazo con su ex marido es lo más absurdo de la serie)

Y por la parte de Libby, que es la que más motivos tiene para abandonar al doctor, opta por sincerarse con Paul, el que fuera marido de su difunta amiga, y en el que ha descubierto que puede tener una relación donde su pareja le presta atención.

Paul da en el clavo con las necesidades de Libby, y es que mientras Masters le regala entradas para que se vaya SOLA al teatro en Chicago, Paul la sorprende en su cumpleaños con una petición de mano, y preparando junto a los niños una pequeña recreación de la frustración de la esposa de Bill comparándola con Rapunzel, por sentirse sola y encerrada en su hogar.

A Libby le queda un duro camino a partir de ahora por la dificultad de divorciarse en la época, y porque no sabemos como llevará Bill esta situación.

La cansina Tessa

No puedo con Tessa, y eso que entiendo su odio hacia su madre porque Virginia no es precisamente la madre del año, pero es que las escenas de Tessa suelen ser repetitivas y su temporada podría haberse reducido a un par de episodios.

Ahora resulta que aún habiendo pasado el tenso momento de verse forzada por un chico, la hija de Johnson tiene prisa por acostarse con su novio, y no le importa ser pillada por su madre. Lo que no espera es que sea Dan el que pille a la pareja con las manos en la masa, y se lo cuente a Virginia.

Tras el típico momento de reprimenda algo embarazosa para la adolescente, Virginia les pide que antes de hacerlo hablen con élla, que para algo es una experta en el tema, pero su hija como de costumbre, hace oídos sordos y no se le ocurre mejor lugar para desvirgarse que la cama de su madre.

La peligrosa cara de ángel

Nora, la que fuera vecina de Bill y que se ofrece muy entusiasmada a su estudio, resulta ser la más interesante del episodio. Su entrega al estudio es desmesurada y Bill la expulsa por no entender los límites de su labor, pero con esa cara que parece la del gato de Shrek, Nora consigue persuadir a Masters para tener una segunda oportunidad.

Tras descubrir Bill que Virginia se marcha en el coche de Dan cuando termina su trabajo, y con unas cuantas copas de más, Nora aprovecha la ocasión y lo seduce, consiguiendo que por un momento Bill caiga ante élla. Pero la idea de que su Virginia esté con otro impide que pueda seguir, y se marche dejando a Nora esperándole en la mesa desnuda de cintura para abajo.

Lo más importante no es ese momento, sino que quien consuela a Nora no es otro que el protestante religioso que se presenta cada día ante la oficina para parar el trabajo pecador de Masters.

Esta Nora intentando boicotear desde dentro la clínica?

Y para terminar, conocemos que la novia de Betty esta embarazada y será tratada por Barton.

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