'Modern family' 7x05 Review: los adultos toman las riendas

Por Cristina CompanyCristina Company

Nuevo capítulo de ‘Modern family’. Esta vez, los adultos querían demostrar a sus hijos que pueden con todo. Como era de esperar, a cada uno le ha salido de una forma.

(¡Cuidado SPOILERS!)

Una fiesta con muchos dilemas

Cam y Mitch están comprando los preparativos para una fiesta. Justo cuando están en el parking ven a un viejo amigo y antigua pareja de su amigo J’Marcus, Ronald. Parece ser que, tras la ruptura, todos se distanciaron de Ronald y se ha quedado sin amigos.

Cuando se entera de que no está invitado, Mitch siente pena por él y decide, en el último momento y pese a la negativa de Cam, invitarlo a la fiesta. Esto provoca una disputa con la pareja y, con ayuda de Gloria, descubren que Mitch lo ha hecho dado que, si fuese su caso, Cam sería el apartado.

Tras una ardua disputa sobre quién sería al que dejarían de lado, Gloria da su veredicto: Ronald debe ir a la fiesta y que, aunque están demasiado centrados en exponer los defectos del otro, ambos serían los apartados del grupo.

Demostrando que pueden con todo

Phil y Claire son los personajes que más intentan demostrar a sus hijos que pueden con cualquier obstáculo que se ponga por delante.

Claire ha llevado a sus dos hijas al trabajo donde tiene que sustituir a su padre. Sin embargo, sus compañeros de trabajo no opinan que sea una buena opción. Ella hace todo lo posible para que sus hijas se sientan orgullosas de su madre, que la vean en su faceta profesional. Tras varios intentos por conseguirlo, lo único que consigue es acabar con el dedo ensangrentado, el ojo morado y llena de tarta. Sus hijas le insisten en que paren, que no tiene por qué demostrar nada, que saben perfectamente lo luchadora que es. Aun así, insiste en dar un discurso por la jubilación de un compañero, sin embargo, se equivoca de persona y decide acabar con ese día tan desastroso.

Mientras tanto, Phil se ha ido con Manny, Luke y algunos amigos a hacer servicio comunitario y limpiar un parque. En ese momento aparece un señor que parece conocer a Phil y le pide dinero. Tras darle cuarenta dólares, Luke le informa de que ha sido víctima de un ‘robo’ en el que fingen ser amigos para que le preste dinero. Phil sabe que, aunque no recuerde quién es, debe conocerlo, confía en la fe humana. No obstante, luego parece percibir como trata igual a otro hombre. Phil decide emprender una venganza y llenarle de basura el coche.

Finalmente, cuando han acabado su tarea, aparece el supuesto timador. Resulta que sí que lo conocía. Se trata del doctor Monty Lemon, el médico encargado de traer a Luke al mundo. Si es que, no se tiene que perder la fe en el ser humano, que luego pasa lo que pasa.

Una relación padre-hijo que se consolida

A Gloria, en este capítulo, le ha tocado ser tribunal en un juicio. Como una americana más, está emocionada sobre el papel que va a ejercer. Aunque la echen a mitad de juicio, ese día ya no puede acudir al voluntariado de padres que se organiza en la guardería de Joe por lo que le toca ir a Jay.

El padre no es que esté precisamente emocionado y contrata a una mujer para que haga sus tareas. Pero eso no le funciona con la profesora del niño. A Jay le toca trabajar y poco a poco se va soltando más. ¡E incluso lee un cuento a los niños! (Aunque no podía faltar meterse con uno de los niños, el cual le ha dicho que es muy viejo).

Al final del día, Jay está resignado: ha trabajado mucho y todo para que ni su hijo sepa que está ahí. Sin embargo, la historia no ocurre exactamente así. Aunque mi debilidad por el pequeño Joe es más que evidente, al final de este capítulo nos muestra su lado más entrañable cuando afirma que ha sido el mejor día de su vida y quiere que su papi vuelva a la guardería de nuevo. Algo que a Jay, y a todos, nos ha llegado al corazón y nos ha conseguido sacar una sonrisa.

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