Mr. Robot 3x08 Review: Cambio de ritmo

Mr. Robot

Por Marta Ailouti

Mr. Robot encara su recta final con este episodio algo más sosegado, con acordes de piano, donde la serie se pone seria y da un respiro a casi todos sus personajes y, de paso, a los propios espectadores. Algo muy sencillo, con intro de película, que nos devuelve, casi regala, al Elliot más humano de todos, es posible que al más centrado. Y quizás no sea lo que algunos esperaban, ¿cuándo lo es? Pero si pasáis y os quedáis, prometo revelaros algo de su magia. ¿Os animáis?

CUIDADO, SPOILERS

Mr. Robot, al menos, se ha puesto nostálgico. Si la semana pasada empezaba con la sintonía de El coche fantástico en su cabecera, con defensa a ultranza de la serie incluida, en esta “regresamos al futuro”. No es casualidad. Y es que hasta donde sabemos, y no parece que haya mucho más donde rascar en este sentido, la única afición que Elliot tiene, aparte de sus ordenadores, es el cine. Nada de televisión, caballos o consolas. Solo las películas y esa extraña obsesión que comparte con su hermana por La cuidadosa masacre.

Lo que nos lleva al inicio de este capítulo y a ese flashback junto a su padre, minutos antes de que este se desplome sobre el suelo y el pequeño Elliot cree, ¿por primera vez?, a Mr. Robot. Sabemos que ocurre después de que el “tierno” señor Alderson le empuje por la ventana. Pero ¿y si también eso fuera mentira?

El “algo pendiente” de Elliot

Sea como sea, han pasado tres semanas desde que los 71 edificios de E-Corp saltaran por los aires y no parece que hayan conseguido nada. La empresa, aparentemente, apenas se ha visto afectada gracias al e-coin y Elliot empieza a rendirse. ¿Será hora de hacer una purga y eliminarse por completo? Se pregunta. Tres personas, como en el Cuento de Navidad de Dickens, van a determinar su respuesta. Especialmente un niño que nació en Trenton y que es el único de su familia que podría llegar a convertirse en presidente de los Estados Unidos.

La primera de ellas es Darlene. Sin embargo, y a pesar de todos sus esfuerzos por reconducir la situación, Elliot tiene sus propios planes. Ese “algo pendiente” que le dice al hermano pequeño de Trenton, con el que protagoniza su lado más tierno. Él es, ya lo he dicho, el pretexto para que el hacker, y con ello también nosotros, nos salvemos. Además, esta trama le sirve al propio Sam Esmail para alzar una pequeña crítica social, de esas que poco a poco va colando en la ficción: “Ahora, este país siempre culpa de todo a los musulmanes –dice el padre de la joven-. Aquí no hay sitio para nosotros”.

El episodio más cinematográfico

Un recorrido, con guiños a la primera temporada, especialmente las primeras escenas, que a algunos, los menos, les recordarán incluso a la dulce Shayla, y que pasa por la playa, con la Noria de fondo, una mezquita y el propio cine. Es en este paralelismo con su propia historia pero también con Regreso al futuro, donde todo parece salido del universo de las películas protagonizadas por Michael J. Fox. Su capítulo más cinematográfico pasa además por Marte, guiño incluido a Matt Damon, y por la radiofónica La guerra de los dos mundos. “No habla del fin del mundo –le explica el conductor de un camión de helados a nuestro protagonista-, al final los humanos acaban perseverando”. ¿Un poco de luz en medio de esta nueva sociedad tan gris que han dejado los atentados?

Así las cosas, el recorrido, a modo de cuadro de diálogo, le sirve a Elliot para recobrar la perspectiva y cambiar de idea. También, además de para pedir un entierro digno para Mobley, para recordar donde están sus amigos. Que el chico con problemas de adaptación social sea la persona mejor rodeada de la serie, ya comenté en alguna ocasión lo solos que se sienten todos sus personajes, es una bonita paradoja. Al final, la presencia de Darlene no parece tan gratuita, son precisamente sus palabras al inicio del capítulo lo que determinan que acabe visitando a Angela. El tercero de los fantasmas.

Algo pasa con Angela

Que su relación con Angela sea la más especial de todas, no es algo que vayamos a descubrir a estas alturas, pero esta escena no podría haber sido más mágica. A estos dos siempre parece atravesarles una puerta por medio. Pero incluso con muro entre ambos, siempre son capaces de llegar el uno al otro.

Ahora bien, aunque, en lo personal prefiero más la Angela contenida y fría, capaz de romperse en pedazos por dentro y mantenerse entera por fuera, hablemos un momento de Portia Doubleday y de su espectacular trabajo esta temporada, que podría rivalizar con la interpretación del propio Rami Malek. No obstante, ¿nos puede alguien, Sam Esmail o quien sea, explicar cómo es posible su lavado de cerebro? ¿A alguien más le genera dudas o le chirría esta trama de la historia? ¿O quizás la ilusa sea yo por pensar que todo esto se quedará simplemente ahí?

A falta de dos episodios para concluir esta temporada, probablemente la más completa de las tres, me produce una gran curiosidad ver qué va a pasar a partir de ahora. Por lo pronto, Elliot tiene un último regalo de Trenton. La fórmula para deshacerlo todo. ¿Es posible? Tal vez, como dice él, aún le quede algo por hacer. Y a nosotros por verlo. ¿Sería posible, para variar, una victoria que se parezca a una victoria?

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