‘Parks and Recreation’ Series Finale Review: no hay un mejor desenlace que este

Por David MarañónDavid Marañón

Se acabó. Tras siete temporadas, más de cien capítulos y sobre todo miles de aventuras que hemos vivido durante estos años, toca despedirse de la que ha sido una de las mejores comedias de la historia de la televisión. Y no exagero. Con una primera temporada que comenzaba entre lo gracioso y lo ridículo, supo remontar hasta niveles de calidad que pocas veces hemos visto en una comedia. Y todo gracias no sólo a unos guiones maravillosos o a una producción de diez, sino a un reparto que no ha mostrado desgaste en ningún momento, sino que ha ido evolucionando hasta conseguir que sus personajes fueran imprescindibles en la serie – los dos únicos que comenzaban a serlo fueron despedidos en el momento idóneo -.

No puedo mentir, y debo reconocer que he llorado con este final, sí, soy humano y lloro, y todo porque he comprobado que todos, en su lucha por lograr la felicidad, han logrado triunfar, y no puede haber un mejor final para una serie que ese. Vamos a ver lo que ha sido el último capítulo de ‘Parks and Recreation’, y lo que el futuro les depara a los antiguos miembros del Departamento de Parques de Pawnee.

(¡Cuidado SPOILERS!)

Un último caso para el Departamento de Parques

Leslie reúne a todos en la antigua sala del Departamento para despedirse de sus amigos en el que es su último día en Pawnee. Allí, tiene preparado desde un repaso por sus aventuras, una canción con Garry – al final todos le llaman por su nombre - acerca de la decisión entre cafetera tradicional o de cápsulas y listas y recuerdos que, poca gente del grupo, quiere oír y ver.

Sin embargo, cuando están en pleno homenaje, un hombre aparece en la sala del Departamento, pidiendo ayuda: necesita que un columpio de al lado de su casa sea arreglado. Leslie ve esa petición como un último homenaje, un caso que deben resolver entre todos y que sería una perfecta despedida: terminar como empezaron. Para ello, necesitan un documento que Donna encuentra en uno de los álbumes de Leslie, documento que necesita ser firmado por un trabajador del Departamento de Parques, y quien mejor que Craig. Una vez firmado, Leslie se dirige con April y Andy a la cuarta planta, donde les espera Ethel para archivar la autorización. Una vez archivada, tiene que llevar una copia a Mantenimiento, y decide ir acompañada de Tom. En su camino, se cruza con Jean-Ralphio, que finge estar inválido en una silla de ruedas y termina por declararse a Leslie. Al llegar a Mantenimiento, Leslie y Tom comprueban que está cerrado, por lo que tienen la idea de hablar con el Alcalde, Garry, que les autoriza para entregar la copia. Una vez hecho todo el papeleo, se dirige con Ron al parque a arreglar el columpio, allí le espera el resto del equipo con quien finalmente se hace una foto, la última foto.

¿Qué pensabais, que el último capítulo iba a ser así de aburrido y de lineal? Lógicamente, no. Durante toda la trama del capítulo, vemos mediante los abrazos y gestos de cariño que reparte Leslie todo lo que les espera a los ex miembros del Departamento de Parques en forma de flashforwards. Y es aquí donde comienza el verdadero homenaje a la propia serie, un final que cierra todo lo antes comenzado, y que nos regala momentos simplemente maravillosos. Ahora sí, comienza el final de ‘Parks and Recreation’.

Y fueron felices y comieron perdices… o waffles

Primero vemos qué ocurre con Donna. En un futuro, será agente inmobiliario en Seattle, donde triunfará debido al éxito de las compras de casas en esa ciudad por la legalización de la marihuana entre otras cosas. Allí, se hace rica y convive con su marido teniendo una vida bastante cómoda. Sin embargo, a su marido no le termina de ir bien, ya que cada vez va a tener menos clases que dar en el colegio en el que trabaja. ¿Qué decide Donna? Para hacer feliz a su marido, invierte en la fundación de April, donde su marido podrá enseñar todo lo que está dejando de enseñar en la escuela, haciéndole todo lo feliz que según ella merece.

Tras Donna, observamos qué ocurre con Craig. Al empleado del Departamento de Parques le espera un futuro como cantante en el restaurante de Tom, ‘El Bistro’. Allí, conocerá al que será su futuro marido. ¿Quién? Typhoon, el peluquero de Ron – que por cierto será el padrino de bodas -. Finalmente, Craig y Typhoon vivirán felices para siempre y hasta el final de sus días, aunque en el caso de Craig, no tan feliz, sino más bien frustrado ante todo. Como siempre, vaya.

Después de Craig viene una de las historias que más nos ha emocionado durante toda la serie, la de April y Andy. En el flashforward observamos como siguen como siempre, jugando con sus papeles de Macklin y Janet el día de Halloween. Tras darle caramelos a los niños, Andy le pide a April tener un hijo, cosa que April no acepta en un primer momento por miedo a que eso no pueda ser lo bueno que debe ser. Acuden a casa de Ben y Leslie, donde vemos que Ben sigue teniendo éxito con su juego de rol de los conos. Una vez allí, Ben habla con Andy y le tranquiliza ante la situación de que April no quiera ser madre.

Leslie, por su parte y sin quererlo, convence a April para que sea madre si con eso es feliz, y además hace feliz a Andy. El Halloween siguiente, y con April caracterizada de la niña del exorcista – o algo parecido -, la joven pareja tiene finalmente un niño al que llamarán Jack – su nombre real es Burt Snakehole Ludgate Karate Drácula Macklin Demon Halloween Pumpkin Dwyer -. Leslie, además, se autoproclama madrina del recién nacido.

En cuanto a Tom y su mundo, primero vemos qué ocurre con Jean-Ralphio y Mona-Lisa. Éste decide fingir su muerte para cobrar el seguro junto a su hermana, sin embargo, acuden al funeral y se ponen a cantar cerca del velatorio, por lo que les acaban pillando. Tom, por su parte, decide aceptar una propuesta de expansión de su negocio ‘el Bistro’ tras recibir ánimos por parte de Ron y Ben. La operación finalmente es un fracaso, y se arruina. Continúa casado con Lucy, la cual le consuela y le dice que puede salir de cualquier bache. Y así lo hace: escribe un libro acerca del fracaso, el éxito y las personalidades que se llama ‘Fracaso: historia del éxito de un americano’. El libro triunfa, y todos sus excompañeros acuden a la presentación donde le felicitan.

Por último, los dos empleados más distintos del Departamento de Parques, Garry y Ron no podían tener mejores finales. Garry es nombrado alcalde electo durante el resto de su vida – aquí además vemos que finalmente Brandi Maxxxx, la actriz porno que se lleva bastante bien con Leslie, consigue convertirse en Concejala del Ayuntamiento-. Además de que ve crecer a su familia a pasos agigantados, sigue casado con su bella esposa y todo le va de maravilla. El día de su 100 cumpleaños y rodeado de todas las personas que conforman su familia, mientras duerme, fallece. En el funeral, sin embargo, vemos como se han equivocado al escribir su apellido en la lápida, y en vez de Gergich, está escrito Girgich. Ron, sin embargo, deja su empresa de construcción sin dar motivo alguno. Tras unos años, decide acudir a Leslie, porque aunque su vida es muy buena, no tiene algo que le ocupe el tiempo, por lo que Leslie, ayudándole, decide hacerle encargado del Parque Nacional que ocupó los primeros capítulos de esta última temporada.

El mejor final para Leslie y Ben

A nuestra protagonista le esperaba lo mejor, y es que si alguien ha luchado por un futuro feliz y digno, esa ha sido Leslie durante toda su vida. Ben consigue ser Congresista, y ella trabaja para Interiores. Sin embargo, en una cena le ofrecen presentarse a ser la Gobernadora de Indiana – cabe recalcar que ella escribió que sería eso en su diario de preescolar-.

El problema viene cuando a Ben también le ofrecen la misma candidatura. Ambos se encuentran en una posición difícil, puesto que los dos quieren ser Gobernadores. Deciden dejar el tema aparcado e ir a Pawnee. Una vez allí, Ben sorprende a Leslie reuniendo a todos los miembros del Departamento de Parques, incluyendo a Ann y Chris – el reencuentro con Ann es de lo más tierno que he visto en mucho tiempo -. En esa reunión de ex empleados, vemos que April está embarazada de nuevo, que Donna y Tom siguen amando el lujo, y que los hijos de Ann y Leslie tontean. Lo que Leslie no esperaba es que Ben anunciara por sorpresa que le cedía la candidatura a ella puesto que era su sueño.

Finalmente vemos a Leslie, nombrada Doctora Honoris Causa, dando un discurso en la universidad de Pawnee, donde además le conceden el nombre de la biblioteca del Campus – privilegio que no acepta con buen gusto -. Además, nos enteramos de que consiguió ser Gobernadora.

Y ahí está. Leslie ha conseguido por fin su sueño de estar en la élite de la política. Ben triunfa en política y en los juegos de rol. Tom y Donna consiguen su vida de lujo, Garry su reconocimiento y Ron tener un sitio donde estar solo y a la vez mandar. Andy y April amplían su equipo de colegas con sus hijos, y Ann y Chris consiguieron su vida fuera de Pawnee como deseaban. Ha sido un final completamente redondo, donde no se han homenajeado más cosas que a los propios personajes, donde se les ha regalado lo que durante 7 temporadas han ido pidiendo. Donde todo se ha conseguido por lucha y por tesón, como nos enseñó Leslie. Hasta aquí ‘Parks and Recreation’, hasta aquí la historia viva de la comedia que necesitamos, la que hace crítica, la que se ríe de sí misma y la que necesita de otras comedias y no lo esconde para poder existir.

Adiós a personajes maravillosos, a tramas excelentes y a ideas alocadas que nos alegraban con cada capítulo que veíamos. En nuestra memoria quedará la boda gay de los pingüinos, el foso-parque, la unión Pawnee-Eagleton, la carrera por la Concejalía de Leslie – y el discurso en la pista de hielo – o las miradas a cámara de todos y cada uno de ellos. Hasta siempre, ‘Parks and Recreation’. Ha sido un auténtico placer.

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