'The Americans' 3x13 Season Finale: así acaba una insufrible temporada

Por Israel VicenteIsrael Vicente

No me creería a mí mismo allá por febrero, cuando comenzó la tercera temporada de ‘The Americans’, que acabaría diciendo “por fin”. Y es que finalmente ha terminado esta, a mi parecer, insufrible temporada.

No digo que haya sido mala, pese a que haya habido momentos en los que me planteé dejarla, sino que por momentos me ha parecido infumable, no como los canutazos que se hincaba Philip con Kimmy. Que ¡por cierto! ¿Qué fue de ella? ¿Y Martha? Tanta historia de la CIA, para después resolverse de esa manera con los muyahidines… y muchas otras historias secundarias que han acabado desdibujadas por culpa de la vorágine Paige.

Al igual que el Peter de 'Mad Men', odio a este tipo de personajes, a este rol que me hace querer estrangularlo por lo jodidamente estúpido que es. Con Paige pasa eso, y muchas veces veo en el rostro de Elisabeth Jennings que está pensando “si no lo haces tú, lo hago yo y me la cargo”.

Esta temporada ha jugado mucho a posicionar al espectador, la moral y la ética, lo que está bien o mal, hacer caso a la conciencia o al deber, dilemas con los que han lidiado Paige y Philip toda la temporada, incluso el agente Beeman en raras ocasiones, pero es que éste es palomita suelta. Entiendo que por estos mismos motivos a otros les habrá parecido una muy buena e intensa temporada, a otros nos ha faltado chicha.

¡Anda! Que no había puesto hasta ahora nada de ¡CUIDADO SPOILERS! Aunque después de la que se ha liado con Anatomía de Grey por un par más no pasa nada.

9 de marzo de 1983

Hay veces en las que viendo las series o películas no reparamos en las que cosas que cuentan o lo que nos pueden llegar a mostrar de la época en la que suceden. Para los que crecimos en los 80, que te hablen de la Guerra Fría es algo muy idílico. Relatos, novelas y películas nos han mostrado a esos espías tan “cool”, que te entraban ganas de haber vivido una y mil veces sus vidas. En ese momento de tu adolescencia en el que comienzas a leer y estudiar sobre el tema, y te parecía algo tan lejano como hoy nos lo puede parecer los problemas que asolan Oriente Medio, no tienes consciencia de lo que realmente implicó para mucha gente el estar con el continuo miedo de una guerra atómica.

Un punto muy a favor de ‘The Americans’ es la inclusión real de archivos, noticias, spots, juegos, muñecos y un largo etc. de instrumentos que nos sitúan bien en la realidad que los personajes viven. Un claro ejemplo de ello es el final del episodio, cuyo título hace referencia al día en el que Ronald Reagan pronunció un discurso en la localidad de Orlando, Florida, ante la Asociación Nacional Evangelista.

Ese día, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, lanzó un violento ataque contra la URSS y los partidarios de una congelación de los armamentos nucleares de ambos bloques, y les invitó a tomar en consideración las “impulsiones agresivas del imperio del mal” que constituía el régimen de la URSS. Asimismo pidió a los pacifistas que “superen la tentación que consiste en ignorar las lecciones de la historia y a considerar la carrera armamentística como un enorme malentendido del que ambas partes son igualmente responsables”.

Al abordar el problema del desarme desde un punto de vista exclusivamente moral, el presidente Reagan intentó movilizar a sus partidarios para que participaran en “el combate del bien contra el mal”, y definió a renglón seguido a la URSS como “el centro del mal en el mundo moderno”.

¿Soy yo, o toda esta temporada ha estado interrelacionada de principio a fin con este discurso de Reagan? Paige y el pastor Tim han jugado el papel de los pacifistas, y los Jennings junto al bloque de la Rezidentura, el de los activistas.

Todo el resto de tramas han sido paja de relleno que nos han metido dobladas y con moralinas. La historia con Zinaida daba mucho más de sí y se ha quedado en agua de borrajas. Beeman y sus males con Aderholt y Gaad van a suponer un mal rollo en la ofinica y ya, ¿o para la próxima temporada los tendrá en contra? Todo el rollo que nos vendieron con Kimmy y si Philip debía o no acostarse con ella se esfumaron así como así. Yousaf Rana y la historia de los muyahidines se resuelve con un encuentro, aguantamos el chaparrón de un menda de las montañas al que convencemos para que se cargue a otros dos y hala, operación de la CIA a la mierda.

¿Y Nina? ¿Qué va a ser de ella? Aún no tengo claro si se la está jugando a Anton Baklanov o a Moscú. Ni siquiera sé que va a suceder entre Oleg Burov y Stan Beeman. ¿Habrá lío entre Philip y Sandra Beeman? ¿Son pareja Gabriel y Claudia? ¿Alguien se acuerda de Henry Jennings? Y lo que más clama al cielo con el personaje que más ha calado con el público, Martha. ¿Qué ha pasado con ella? Después del penúltimo episodio en el que Philip se descubre, sólo se cita su nombre. ¡Exijo juicio por combate y que se resuelva todo!

Sólo espero que para la cuarta temporada, que ya está confirmada para 2016, levante un poco el vuelo. Primer aviso.

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