'The Brink' 1x05 Review: el punto medio entre lo histriónico y lo serio

Por Álvaro PalazónÁlvaro Palazón

“La democracia está sobrevalorada” y no lo digo yo, lo dice el Todopoderoso Presidente de los Estados Unidos de 'House of cards' Frank Underwood (meteos con él si tenéis agallas). Las series de televisión -que no son la realidad pero en ocasiones pueden llegar incluso a superarla- han mostrado cómo funciona la alta política. Se puede apreciar en 'Borgen', en la gran 'El Ala Oeste de la Casa Blanca' de Sorkin, o en 'Veep', que aunque sea en tono de humor también narra los entresijos de poder que hay en las altas esferas de la política americana.

En todas estas recreaciones, que pueden ser más o menos fieles a la realidad, la gente común no importa. Las decisiones que afectan a millones de personas se toman sin tener en cuenta a los afectados.

Todo este “rollo” es por la trama de 'The Brink', que deja entrever como USA, Israel y los países más poderosos, ponen y quitan gobiernos a su antojo, financiando a dictaduras y acabando con ellas cuando ya no son útiles.

Los loquitos ingleses

Los soldados Z-Pak y Glenn habían sido apresados por dos señores con turbante, cara de malos y metralletas gordas; tras un encontronazo consiguen liberarse y empiezan a vagar por el desierto en un estado casi de enagenación debido al calor, me ha recordado un poco a Walter White perdido por Nuevo México.

Tras muchas horas a la intemperie y cuando están a punto de morir de una pájara, son rescatados por un extraño señor y por su esposa, que por el acento creo que son ingleses, y que viven en un casoplón en medio del desierto. Son un poco como Pepa y Avelino, pero sin José Luís Moreno. El Ejército busca sin descanso a sus soldados, que por el momento, han encontrado cobijo en la casa de dos excéntricos coleccionistas de arte ingleses.

Taalbot el héroe

Alex Talboot y Rafiq Massoud (interpretado por Aasif Mandvi, que ha salido en infinidad de películas como 'Spiderman' o 'Los becarios'), se han convertido en una pareja cómica que de momento está funcionando bastante bien y nos está dando buenos momentos. ¿Son Talbot y Rafiq los nuevos Sheldon y Leonard, o los nuevos Abbed y Troy? Pues no.

Talboot está enamorado de la hermana de Rafiq, un amor racialmente imposible, veremos si el gordito gracioso de la clase es capaz de conquistar a la inteligente y guapa chica india. Fruto de ese amor, Talboot decide acompañar a Rafiq en la búsqueda de su hermana, que está atrapada en el colegio junto con un grupo de niñas de la escuela que no tienen a dónde ir.

En la infinita bondad de Alex, y bueno, en las infinitas ganas de impresionar a la hermana de Rafiq, decide llevarlas a la embajada, a territorio americano. El embajador, que es un integrista cristiano, parece encantado con la llegada de las chiquillas al edificio.

Walter en Israel

Hasta el momento el mejor personaje de la serie es Tim Robbins sin duda alguna: Walter nos ha robado el corazón a todos (aunque tenga el papel del típico señor al que no querrías tener cerca de tu madre). Después de verlo ciego y postrado en una cama en 'La vida secreta de las palabras', de Coixet, verlo como a Julio Iglesias en una fiesta universitaria es bastante entretenido y molón.

Walter viaja a Israel para tratar de reunirse con el Primer Ministro judío y pedirle 24 horas hasta que el General con el que negoció Talbot para expulsar al otro militar, que había tomado el poder antes, dé otro golpe de estado y lo expulse. Recordemos que se le prometió una invitación al Master de Augusta, un submarino y 80 millones de dólares.

Después de una larga espera y cuando consigue que el Jefe del Gobierno judío posponga el ataque un día, aparece el Secretario de Estado de Defensa con unas fotos del General en el aeropuerto de Frankfurt con los 80 millones huyendo del país. “Déjale esto a los mayores”, le espeta el mandatario de Defensa al pobre Walter, que a simple vista, parece el gran perdedor en todo el asunto. A esto me refiero con lo de la sobrevaloración de la democracia, dos personas van a decidir sobre el futuro de muchos países, una simple orden de uno de ellos puede desencadenar la Tercera Guerra Mundial.

Este episodio creo que ha sido el más entretenido de todos, parece que la serie ha encontrado el punto medio entre lo histriónico y lo 'serio', aunque la espera ha sido larga, espero que la tónica sea la de este capítulo; bien narrada, con toques de humor que no caen en lo ridículo y con una trama que poco a poco va encontrando un tono más ligero y más entretenido. Veremos cúal es el futuro de Talbot, si logra su sueño de acabar en la Embajada de París o si por el contrario acabará muerto del asco en la Embajada de un país del tercer mundo.

Sobre este blog

Etiquetas
stats