‘The Flash’ 3x12 Review: No más mentiras

‘The Flash’ 3x12 Review: No más mentiras

Por Alberto Rodríguez

Llegó el momento de sincerarse. Si el equipo de Barry quiere hacer frente con éxito a la amenaza que se cierne sobre Iris es necesario que actúen unidos, como uno solo. Y para eso es imprescindible tumbar las barreras entre ellos: secretos, verdades a medio contar, complejos, inseguridades… en definitiva, todo lo imprescindible para gozar de una buena sesión con tu psicoterapeuta. Lo malo es que no tenemos mucho tiempo. Suerte que en las series de superhéroes el hecho de vivir aventuras durante cuarenta y cinco minutos sea igual de efectivo que un año de sesiones con el mejor de los especialistas.

(Spoilers de verdad)

Papá, alguien va a morir pronto’

Arriesgar la vida es una cosa, pero cuando es tu padre el que lo hace, el tema cambia bastante. La tolerancia de Iris se derrumbó a la primera de cambio cuando vio que Joe no quería refugiarse en los laboratorios STAR de Clive Yorkin, el metahumano que lo perseguía a él y a sus compañeros policías. Y de este modo, no sin antes contar con la aprobación de Barry, le reveló a su padre que en unos meses ella podría morir a manos de Savitar.

La reacción de Joe no se hizo esperar. Podríamos distinguir varias etapas, de hecho. Primero, el impacto inicial al conocer una noticia como esa. No sólo supone la pérdida de su hija, sino el hecho de asimilar que el villano al que creía desterrado vuelve a sus vidas de manera inexplicable para amargarles la existencia. A continuación, un rostro desencajado revela un sentimiento de conmoción al ser consciente de lo que le están revelando: su princesita podría morir brutalmente asesinada a manos de esa monstruosidad. Ya no la vería más. Se la arrebatarían trágicamente, como muchas de las pérdidas que le había tocado sufrir a lo largo de su vida. Pero este corazón de policía, curtido en la adversidad, no podría resistir un golpe así. Tras lo cual, su estado de ánimo remontó para tornarse en ira por haber sido engañado todo ese tiempo por sus dos hijos. Sí, también mete a Barry en el saco. ‘Tú sabías lo que significa Iris para mí porque has vivido con nosotros en nuestra casa’, le reprocha a su otro hijo, mientras éste no sabe dónde meterse ni que excusa darle. Como siempre ocurre en estos casos, el engaño era para protegerle.

No obstante, cuanto antes se liberan los sentimientos antes se pasa el tiempo necesario para superar este tipo de traiciones. Y tras otra aventura bien resuelta, el detective no tuvo más remedio que pasar página y comprender las motivaciones de todos al ocultarle esta tremenda verdad. Eso sí, a cambio de establecer las bases de un nuevo comienzo. ‘Honestidad a partir de ahora’. Y así fue cómo se cerró el círculo. El pasado se queda atrás siempre y cuando sean sinceros los unos con los otros de ahora en adelante. La cuadrilla Flash se repliega sobre sí misma para no dejar flecos sueltos. ¡Todos a una!

Eres más fuerte que yo’

Pero antes de tan idílico final (o comienzo) han sido necesarias más puestas a punto por parte de otros integrantes del grupo. Julian y Caitlin, por ejemplo, van estrechando cada vez más sus lazos al estilo de un matrimonio que va poco a poco engrasando las marchas de su relación. De momento, laboral.

El apoyo de Julian para evitar que Caitlin sucumbiera a la influencia de Killer Frost, como consecuencia de la larga exposición a sus poderes cuando intentaba salvar a Iris, fue decisivo. Sus palabras fueron una de las confesiones más sinceras que han salido de boca del forense, no sólo al reconocer sus errores sino al admitir que ella era mucho más fuerte que él. Esa verdad en su voz fue la que hizo volver a la doctora Snow a su ser. Y una vez pasado el peligro, ella le devolvió el golpe de efecto confesándole que, en su opinión, él era más fuerte de lo que imaginaba porque fue precisamente de su fortaleza de donde sacó la energía para resistir. Y como el movimiento se demuestra andando, la doctora invitó –además– al forense a ir a tomar algo juntos. ¿Podría ser éste el principio de una bonita relación amorosa? Porque parece que amigos ya son. Ya se verá. Pero en caso afirmativo la cosa no pinta bien. Julian no parece un personaje destinado a perdurar más allá de esta temporada y ya sabemos cómo se sale de este tipo de ficciones: o en un avión -de vacaciones una larga temporada- o en una caja. Y con el historial de viuda negra que tiene la pobre Caitlin, casi mejor que no se implique emocionalmente. Pero, claro, también tiene derecho a vivir la muchacha.

Quiero inspirarte a usar tus poderes’

Y terminando con esta ronda de puestas a punto, ha llegado el momento de Wally y Barry. Kid Flash es más joven y también más imprudente. Su confianza en sí mismo no le deja centrarse en los consejos de su maestro y mentor, Barry. Por eso no llega a tiempo de impedir que su hermana sea infectada por Clive Yorkin –que por cierto tiene un poder muy desagradable ya que descompone todo lo que toca–, y por eso no es capaz de atravesar los objetos como lo hace Flash. Esto provoca una serie de inseguridades en Wally, que hacen que se desanime momentáneamente –a pesar de los halagos de Joanie, la hija de la novia de Joe–, pero el problema no radica sólo en él. También radica en su profesor.

Barry se da cuenta de que para enseñar hacer falta algo más que hacer un ejercicio y esperar que el alumno lo emule. Hay que guiarle, motivarle, inspirarle… como lo hicieron los anteriores doctores Wells en el pasado. Y aunque este proceso de aprendizaje en la vida real hubiera podido llevar días o semanas, lo bueno de una serie de acción como ésta es que no da tregua a sus protagonistas. Las situaciones límite sirven para algo después de todo. Tras gastar toda su energía en salvar el tren donde se encontraba con Joe –haciéndolo entrar en fase con unos escombros que obstaculizaban las vías y que atravesó como si fueran aire–, Barry instó a Wally a hacer lo mismo: vibrar hasta entrar en fase con Yorkin e introducir su sangre dentro de él. El poder de regeneración de ésta contrarrestaría su poder de descomposición. ¿Y qué creéis? Al igual que muchos otros aprendices novatos de la historia del cine, el muchacho consiguió afrontar tamaña proeza porque simple y llanamente había que hacerlo. Así se lo transmitió Barry. Y así se lo hemos contado.

Y cuando las cosas salen siempre bien –aunque sea con sacrificio y apurando siempre al límite– es normal que a nuestros chicos les entren nuevos aires de optimismo. Los justos para ir tirando. Y no han podido llegar en mejor momento, porque Jesse Quick aterrizó directa desde Tierra 2 y pidiendo ayuda para salvar a su padre de las garras de Grodd. ¿Os acordáis del gorila de la primera temporada? Pues nos tiene preparado un doble episodio especial. La semana que viene, la primera entrega.

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