'The Magicians' 2x06-2x07 Reviews: Del plan A al plan B

'The Magicians' Reviews 2x06-2x07: Del plan A al plan B

Por Sabrina Rodríguez

Los episodios seis y siete de la segunda temporada de 'The Magicians' son una consecuencia uno del otro, causa y efecto, acción y reacción, que desencadenará en un cliffhanger de mitad de temporada. ¿Hacia dónde iremos a partir de ahora? ¿Cuáles serán las dificultades que tendrán que superar nuestros magos favoritos de aquí al final de la temporada?

Antes de preguntarnos eso, analicemos lo que ha pasado hasta ahora. Las cosas han ido saliendo no demasiado bien o, por lo menos, no como nuestros chicos querían. Errores personales y acontecimientos inesperados harán que magos y brujas pasen a un plan B no exento de peligro. ¿Esperábamos que lo tuviesen fácil? A estas alturas no creo, ya estamos escarmentados y sabemos que la vida mágica no es un camino de rosas.

¿Pasamos del plan A al B? Adentrémonos en los SPOILERS a continuación.

Plan A de Quentin: Traer de vuelta a Alice

Muchos sentimientos siguen angustiando a Quentin, siendo los más fuertes el amor (y desamor) y la culpabilidad. Al principio podríamos pensar que el que vea a una Alice fantasma por todos lados podría ser eso, el sentimiento de culpa, pero cuando la aparición le va dando pistas concretas de lo que hacer en casa de sus padres, cuando Quentin va al velatorio, nos queda claro que hay algo más.

Q no se dará por vencido e intentará convencer a los padres de Alice para hacer un hechizo basado en la mitología egipcia y su relación con los muertos. El problema es que los padres de Alice no son los mejores padres del mundo. El padre es un cobarde que no es capaz de superar su miedo a las alturas y confiesa que su hija ya había perdido la confianza en él a edad muy temprana. La madre es tan egocéntrica que no puede ver más allá de su propia versión de Alice, mostrando cero empatía por su hija, a la que admite no entender. Mal asunto porque el hechizo consiste, precisamente, en describir a Alice tal cual era en vida.

Curioso momento para Quentin, cuando es él quien ha de tomar las riendas y hablar de otra persona tal cual era y no por lo que los demás querían o esperaran que fuese. Quentin, quien siempre piensa en él, en sus sentimientos, en ver sus expectativas cumplidas, será el que consiga dejar todo eso de lado para decir la verdad, con el corazón roto y el peso de la culpabilidad. Literalmente. Niffin-Alice está atrapada en el tatuaje de su espalda. Metáfora de un amor pasado cuyo recuerdo te carcome por dentro.

La dulce Alice ha muerto y sólo queda la magia pura, el niffin, la villana que posee un poder descontrolado de destrucción. Y lo primero que destroza son las esperanzas de Quentin que decide ser fuerte esta vez y cargar con el niffin para que no ande suelto y destruya todo lo que vea a su paso. Es una gran responsabilidad que hará que nuestro protagonista tenga que lidiar, cual esquizofrénico, con una voz en su interior que le habla constantemente diciendo lo que él no quiero oír.

Vuelvo a decirlo, Olivia Taylor-Dudley está fantástica como la niffin-Alice. La actitud, el diseño corporal y los movimientos, la mirada... Todo hace que no veamos por ningún lado a la buena Alice, sino a una villana peligrosa. Me encantaría verla contra Reynard en una lucha encarnizada, pero ambos son incontrolables y vete tú a saber lo que los guionistas nos tienen preparado, porque la serie está bastante alejada en muchas cosas de la novelas de Lev Grossman.

También quiero destacar la interpretación de Jason Ralph como Quentin. Las escenas con niffin-Alice fueron muy técnicas y grabadas tres veces. Una versión con los dos, una versión con Olivia en primer plano y otra versión con Jason solo reaccionando a Alice como si estuviese allí. Quentin camina, habla y se mueve diferente cuando Alice está ahí aunque no podamos verla. Lo que Jason hace permite que sepamos que ella sigue allí por sus reacciones.

Plan A de Julia: Buscar ayuda para abortar y desterrar a Reynard

Tiene su lógica que Julia busque a la chica que, décadas atrás, fue capaz de desterrar a Reynard. Podría ser de ayuda, podría guiarla o también podría ser ahora una mujer traumatizada, a la que poco le importa lo que Julia quiera hacer.

Si en mi anterior review decía que 'The Magicians' apoya la camaradería femenina como la única forma para poder luchar contra la injusticia estructural, en este episodio nos muestran qué sucede si esa camaradería no existe. Dana es cruel, terrible, y se ha vuelto una dictadora implacable. La víctima que se vuelve abusadora porque piensa que ella lo hizo bien y, como lo hizo bien, su manera de hacer las cosas es la única posible. Según ella, Julia tiene que tener el hijo pues sólo podrá empoderarse en el momento del parto. Dana tuvo a su medio dios. Así llevó su situación.

La serie no se acobarda a la hora de mostrar la cara fea de las cosas. Dana, al igual que ocurría en la escena del aborto fallido, intenta controlar a Julia y no deja que ella decida sobre su propio cuerpo. Sí, es una mujer la que lo hace, pero eso no indica que la serie sea sexista. Al contrario, negar que hay mujeres que también se comportan así, es una forma de no enfrentarse a la realidad y no poder mejorarla y crear un diálogo.

No todas las mujeres representadas en la ficción han de tener una conducta intachable porque no todas las mujeres somos perfectas ni tenemos que serlo. Los personajes femeninos son personajes con todo el derecho a representarse a ellos mismos y no a todo un colectivo. ¿Cómo se consigue eso? Con mayor representación. Cuantos más personajes femeninos tengas en tu narración, más amplio espectro de personas podrás representar. En 'The Magicians' tenemos un montón de personajes que reaccionan de diferentes formas a las cosas. El caso del aborto no es diferente. Aún así el show se posiciona, una y otra vez, del lado de la víctima y a favor de lo que busca: una salida digna a un problema que ella no ha creado.

Dana tendrá un destino terrible al volver a encontrarse con Reynard, eso seguro. Más le hubiese valido el ayudar a Julia. Aunque es difícil, por lo que acabo de decir, tener algún tipo de simpatía por una mujer que secuestra a otra para hacer su voluntad y que tiene a una criatura como esclavo; no creo que nadie merezca el encontrarse al vicioso dios dos veces. Reynard despierta (y representa) lo peor que hay en una sociedad capitalista patriarcal que valora más el egocentrismo individualista que el trabajar en comunidad.

El plan B de Julia y Kady pasa por hacer lo que lleva haciéndose desde tiempos inmemoriales. Cuando la medicina no quiere ayudarte, te vas a una bruja a abortar. Ya se sabe: Brujas, haciendo todo lo que tu médico dice que no se puede hacer desde el principio de los tiempos. Seguimos así con el mismo leitmotiv. Pero la ayuda cuesta dinero y no todas las brujas son amigables (y fiables). Julia y Kady acabarán pidiendo asilo a Fogg en Brakebills, que esta vez sí lo dará, supongo que arrepentido de su parte de culpa en la muerte de Marina.

Plan A de los reyes de Fillory: Poder reinar en paz... o no

Fillory es un reino mágico, lleno de luz y hermosura pero gobernarlo ya es otro cantar. Desde el primer momento ha sido algo con lo que ha tenido que lidiar Eliot, con unas responsabilidades y unos cambios en su vida que no había buscado y a los que ha tenido que enfrentarse como ha podido. Con un FU fighter (no te rías que te veo) en el calabozo, un hijo en camino en el cuerpo de su mujer, a la que sí quiere y respeta, pero no ha sido su elección el casarse con ella. Además ella le dice que era una espía, llenando de duda al rey. El manantial mágico se recupera demasiado lento, no tienen recursos y... espera, espera... que viene el príncipe de al lado a exigir cosas. ¿Alguien da más?

Por mucho que Margo sea resuelta y pragmática, por mucho que diga que su corona pesa tanto como la de Eliot, la verdad es otra. Quentin puede escaquearse por asuntos personales, Alice no está en condiciones de reinar (¿quién quiere una reina niffin?) y Margo, por mucha responsabilidad que tome, ni tiene que quedarse en Fillory, ni ha tenido que casarse. Así que cuando el Príncipe S (sí, el chiste sólo hace gracia en inglés), pide su mano con intereses políticos y ella se niega, la discusión lógica se desata entre los dos monarcas. Una cosa es tomar la responsabilidad como opción y otra muy distinta tener que tomarla por obligación.

Margo jugará con la idea del matrimonio de conveniencia pero al final, al descubrir el engaño del príncipe de Loria gracias a Penny, declarará la guerra. Y tendrán que enfrentarse a la cruda realidad... económica. La guerra cuesta dinero y Fillory carece de recursos. Habrá que buscarse la vida para conseguirlos. Margo ha metido al reino en un problema mayor del que ya tenían.

Antes de continuar y de hablar de cómo todos estos ríos narrativos desembocan en el mismo mar del plan B, quería comentar algo que creo que están intentado mostrar con la serie. Desde pequeños nos han contado historias de reinos mágicos que suelen terminar con un matrimonio y fueron felices y comieron perdices. Pero el matrimonio, por muy mágico que sea, no es sencillo. Mostrar lo que pasa luego, especialmente dentro de un sistema feudal patriarcal que choca con nuestros modernos protagonistas (un hombre bisexual y una mujer independiente), hace que podamos quitar el velo y ver detrás de las cortinas del cuento de hadas.

Plan B: ¡Vamos todos a robar un banco!

¿Preparados para el plan B? Julia necesita dinero para abortar, Fillory necesita dinero para ir a la guerra. ¿Dónde hay dinero? Pues... en un banco. Y así, todos nuestros chicos acaban juntos trabajando en equipo a las órdenes de Margo, una líder natural, que tendrá que sacar a su reino del problema que ella misma ha creado.

El episodio siete sirve para varias cosas: Primero, por fin tenemos a todos los chicos juntos y las diferentes tramas se unifican. Segundo, toda la tensión acumulada se libera con varias situaciones cómicas y con un episodio diferente que mantiene la frescura de una serie que estaba volviéndose un poco densa. Tercero, nos recuerda cuáles son las habilidades de cada uno de los personajes, porque probablemente necesitarán ejercitarlas cuando se encuentren con el problema que sin duda habrá de cara a la season finale.

Y es que, como decía, Margo es una líder nata, Kady parte la pana, Julia es muy resuelta y su pensamiento es divergente, Penny no puede hacer magia pero puede viajar, Eliot siempre tiene un as en la manga y sorprende al personal, y Quentin/Alice... bueno, ellos son el comodín que puede resolver todo en el último segundo.

Y ahí nos quedamos. Después de un emocionante y divertido episodio de robo a un banco, las cosas no han salido como esperábamos... como siempre. Quentin ha hecho un trato con una niffin, lo cual no puede traer nada bueno. El clon de Eliot ha muerto y eso afectará al Eliot real. Julia despierta y Kady está a su lado. Han podido hacer el aborto (o exorcismo, según dijo la bruja) pero ha habido un problema. ¿Qué problema? No lo sabremos hasta la próxima semana. Espero que las cosas le vayan mejor a Julia, se merece un respiro.

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