'The missing' 1x06 Review: mezclando ingredientes para un final perfecto

Por María FuentesMaría Fuentes

Desde que empezara la investigación de la desaparición del pequeño Oliver Hughes nunca un episodio de 'The Missing' nos había aportado tantas incógnitas y descubrimientos. Como ya nos han hecho ver los guionistas en más de una ocasión ningún personaje es como parecía en un principio y todos han ido evolucionando mostrando su cara oculta.

El silencio tiene un precio

Carl Ziege, ese personaje que era todo un enigma para la pareja de investigadores se nos presenta en la actualidad como propietario de un bar en Bruselas. Tras algún intento por intentar averiguar los datos que conocía acerca del caso de Ollie y su cautiverio en el sótano se cierra en banda y pone un precio a su silencio. Este hecho será muy relevante en el episodio ya que tras el desencuentro que se produjo entre Emily y Tony en episodios pasados encontrarán aquí un punto de unión para presentar un frente común.

En el pasado la desaparición de Ian ha sido remitida a la policía que ha acudido a la casa que se estaba haciendo el constructor. La imagen tan perfecta que tiene la gente de él se ve dañada para la policía con la aparición de las cintas que tenía guardadas en casa de abusos a menores. Baptiste cuando desaparece este personaje se imagina que su desaparición va a ser permanente.

Aunque todavía no se imagina la magnitud de lo que vaya a encontrar. Tendrá que esperar unos cuantos años para saber que la camisa de Tony estaba en el pavimento, por lo cual sabe que él lo mató. Baptiste se debatirá en un debate interno en los que sopesará cosas más allá del caso de Tony. Ya no es un investigador que da prioridad a la justicia, sino que juzga y elige que es lo mejor aunque esté fuera de la ley.

El pasado sale a la luz

Como hemos dicho anteriormente el secuestro de Oliver generó una espiral en todos los que estuvieron de alguna manera implicados en el caso que les llevó a un punto de inflexión y rompieron con lo anterior.

En este caso le toca el turno a Khalid que desde que trabajó como fuente para Malik su carrera profesional se ha visto tocada por las sospechas de Baptiste. Khalid en este episodio da un giro radical, ya que pasa de ser un buen policía a ocultar pruebas e impedir así el trabajo de la policía. Aunque este cambio creo que vendrá sustentado por los hechos que quiere ocultar de su pasado a la policía. En futuros episodios este ex policía será crucial para el curso de la investigación ya que tiene más datos sobre el niño que no dio a la policía.

Actualmente está en la cárcel, veremos si los años pasados entre rejas le han hecho reflexionar y ayudar a Baptiste a encontrar al culpable del secuestro. Será interesante conocer todo lo que ha guardado del caso en su memoria.

Emily, involucrada hasta el final

El papel de Emily es clave, pues es ella la que da acceso al dinero para escuchar que pasó con su hijo. Y es que aunque parecía que ya había pasado página y estaba plenamente inmersa en su vida actual desde que ve el vídeo que Tony le envía de las últimas imágenes conocidas de Olly vuelve para ayudar y averiguar que ha sucedido con su hijo.

No pienso que su regreso a la trama principal conlleve la mejora de la relación que tiene con Tony o que sea un personaje clave.

En el pasado cada vez se nota más el enfriamiento que hay de la relación de pareja, situación que ha explotado desde que ha tenido que mentir por Tony no tolera su presencia. Además es curioso que cuanto más se intente autodestruir, más veces aparece Walsh en el momento oportuno para salvarla y darle apoyo. Supongo que este abismo que se está creando entre los dos irá aumentando hasta que la relación acabe.

Los guionistas han creado un clímax perfecto para acabar la serie en los dos episodios que nos quedan en un punto álgido. En estos dos capítulos no pienso que vayan a cerrar todas las tramas, y más cuando estamos esperando una segunda temporada. Si algo es cierto es que seguro que nos esperan muchas sorpresas y sobresaltos.