The Walking Dead 8x09 Review: “Honor”

The Walking Dead 8x09 Review: "Honor"

Por Sara Bandrés

(¡Cuidado! ¡Spoilers!)

Esta madrugada volvía The Walking Dead, la serie más irregular por excelencia de la actualidad, pero que aún así, sigue arrastrando a millones de fans que nos negamos a abandonar a Rick, Maggie, Michonne y el resto de protagonistas en esta batalla sin fin. Unos seguidores que confiamos en su resurgir a pesar de ser conscientes del vaivén de sus capítulos.

Recordamos que la primera parte de esta octava temporada finalizaba con varios frentes abiertos. Por un lado, Maggie seguía siendo la jefa de Hilltop, convirtiéndolo en uno de los lugares más seguros hasta la fecha. Además, no tiene miedo a plantarle cara ni al cobarde de Gregory ni a su fiel amigo Jesús, mientras además, sigue manteniendo a sus rehenes vivos. Por otro lado, Aaron y Enid llegaron a Oceanside (parece que son los únicos que se acuerdan de que este grupo sigue existiendo) pero su buena voluntad les salió cara y finalmente acabaron como rehenes de estas habitantes. Mientras tanto, el Rey Ezequiel, Carol y Morgan, libraban su particular batalla huyendo del Reino que sucumbía ante las armas de Los Salvadores y terminada con el secuestro del líder.

Y acabando con un cierre a modo de cliffhanger, dejamos la temporada con nuestros protagonistas reuniéndose en las cloacas con la triste sorpresa de que Carl había sido mordido por un caminante.

Una despedida anunciada

Era algo que estaba en el aire desde hace tiempo. Era uno de los fieles candidatos a sucumbir ante Lucille durante la gran llegada de Negan y aunque finalmente se salvó, todo vaticinaba que al joven Carl no le quedaban muchos capítulos por delante. Y así ha sido. Ha aguantado mucho más de lo que algunos esperábamos, pero hoy, al inicio de esta segunda mitad de temporada, uno de los personajes más queridos y cuya evolución ha sido constante durante estos 8 años, decía “adiós” de la manera más emotiva posible. Un capítulo dedicado a su progresión y que nos ha dejado el corazón encogido mientras nos ha preparado para lo que parece un nuevo giro en la ficción de AMC.

Pero empecemos por el inicio del capítulo, porque aunque ahí ya tenemos claro que Carl no va a sobrevivir y es algo que no se oculta, no quita para que la esperanza esté presente y nuestra lágrima brote a su antojo. Este capítulo es para él y sus guionistas han preparado todo al detalle. Lo han elevado a la categoría de héroe y nos han resuelto por fin el famoso flashforward con el que nos sorprendían al comienzo de esta octava temporada y que nos mostraba a un Rick mayor en lo que parecía ser un futuro ideal. Y así lo era, esa era la vida perfecta en la que confiaba Carl que se podría llegar, un fin que le confiesa a su padre antes de morir y por el que le pide que luche pacíficamente.

Con la presentación oficial de Siddiq, el nuevo miembro del grupo por el que el joven ha dado su vida y con una despedida bastante insensible por parte del resto del equipo quienes marchan a Hiltop para mantenerse a salvo de Negan y en donde no se ha dejado ver ni un triste abrazo. Rick y Michonne transladan a Carl a una de las casas del pueblo para que sea él finalmente, quien se autodispare y acabe con lo inevitable. No sin antes, pedirle a su padre que vuelva a ser el que era antes de la guerra.

Morgan, Rick y sus paralelismos

Si hay dos personajes que han tenido una conexión especial desde su primer encuentro, esos han sido Rick y Morgan. Ambos, encontrados al principio de la serie, han vivido historias paralelas desde sus comienzos. Pérdida de la mujer, evolución ante la violencia, líderes a su forma y padres de un hijo pequeño.

Morgan, tras la muerte de su hijo fue evolucionando hacia el pacifismo más extremo, mientras que Rick, por el contrario se volvía más violento y sangriento que nunca liderando sin cuestión a nuestro grupo de supervivientes.

Pero en estos últimos capítulos, estos dos personajes han vuelto a conectarse de una manera muy peculiar. Carl antes de morir le ruega a su padre que encuentre la paz en esta lucha, que abandone la violencia sin fin y a su vez, pide perdón por ser un niño que creció sin miedo a matar. Él desde sus comienzo ha vivido este apocalipsis como algo normal, ha sabido enfrentarse a los caminantes sin temor alguno e incluso tuvo que ser el mismo el que acabase con el sufrimiento de su madre tras ser mordida por un caminante.

Y ahora que Carl se marcha de la forma más heroica posible, vemos que en el otro lado de esta moneda, Morgan ha encontrando en la violencia y la venganza una nueva forma de vida, y que ésta, ha repercutido en otro niño que ve en él a un líder a quien seguir (algo que pasó con Rick y Carl tiempo atrás), llegando a ser el propio pequeño habitante de El Reino, el que salve a Ezequiel, Carol y el propio Morgan, de las manos de uno de Los Salvadores, provocando en el habilidoso guerrero del palo, un desconcierto atroz.

Un futuro abierto a todo

Así que como ya es tradición comienzo este regreso de temporada con nuevas preguntas a resolver en los próximos capítulos: ¿Se hará realidad el sueño de Carl y acabarán conviviendo todos en amor y compañía? ¿Volverá Morgan a ser el que era o seguirá viviendo con esta nueva ira sin control? ¿Hasta que punto afectará la muerte de Carl a Rick? ¿Realmente estaba justificada la muerte del joven protagonista o pasará factura a la serie? Y la más importante y habitual de todas: ¿Cuánta vida creéis que le queda a The Walking Dead?

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