‘This is us’ 1x13 Review: Hacerse mayor

‘This is us’

Por Tomás Ballesteros

En plena celebración por su renovación por dos temporadas más (NBC parece haber encontrado su gallina de los huevos de oro con esta serie), asistimos a un capítulo de redención, donde los personajes intentan corregir errores del pasado.

(¡Cuidado spoilers!)

Tres fiestas en una

Jack y Rebeca se enfrentan a un factor inevitable: el paso del tiempo. Sus hijos se hacen mayores, y empiezan a tener nuevas necesidades. En concreto, Kevin y Kate prefieren celebrar sus fiestas de cumpleaños por separado, propuesta a la que se une un desmotivado Randall.

En su intento por agradarlos, Jack y Rebeca organizan tres celebraciones, las cuales pretenden que sean lo más equitativas posibles. Entre preparativo y preparativo, Jack le plantea a Rebeca la posibilidad de ser padres de nuevo (sus hijos están creciendo, y ya no los necesitan), cuestión que no es bien recibida por ésta, echando balones fuera.

A pesar de los esfuerzos de ambos padres por conseguir las mejores fiestas, el resultado no es del todo el deseado. A la celebración de Randall, apenas acuden unos pocos niños. Esto genera la preocupación de Jack y Rebeca, que intentan sin éxito, conseguir nuevos invitados entre los de sus otros hijos. Sin embargo, Randall quita hierro al asunto, asegurando que es suficiente con que asistan sus amigos.

Y cuando por fin, parecía que tenían todos los frentes cubiertos, descubren que Kate se ha quedado sola en su fiesta, ya que sus asistentes, entre los que se encuentra su mejor amiga, Sophie (retener ese nombre, ya que es importante), se han ido a la de Kevin. Jack intenta consolar a su hija, pero sus esfuerzos son en vano, ya que quiere estar sola. Jack y Rebeca tratan de convencer a Kevin de devolverle sus invitados a Kate, pero éste se niega ya que su objetivo era precisamente conseguir que Sophie asistiera su fiesta, porque es la chica que le gusta.

Después de un día extenuante, Jack coincide con la idea de Rebeca de no tener más hijos, ya que ni siquiera ha podido ayudar a Kate, como para hacerlo con otro hijo más.

La gente no cambia

Tras la difícil cirugía a la que fue sometido Toby a causa de su infarto, Kate decide no realizarse la reducción de estómago que tenía planificada. Como alternativa, su doctora le propone asistir a un campamento para gente con problemas de sobrepeso. Kate no parece muy convencida pero termina aceptando, decisión que es plenamente apoyada por Toby.

Su primera impresión del recinto no es del todo favorable, sobre todo por la hostilidad con la que es recibida por uno chico de los que trabaja allí, al comunicarle que no puede usar su teléfono (a pesar de ello se siente atraída por él).

Kate no termina de tomarse en serio las rutinas del centro, ya que las considera ridículas para solucionar sus conflictos (métodos de meditación en general), y decide abandonarlas a la mitad. En una de sus escapadas, se encuentra de nuevo con el chico borde (no dicen su nombre), y descubrimos (ella y nosotros) que se dedica a cuidar a los caballos.

Kate comparte con él, su opinión sobre la inutilidad del centro, la cual es ratificada por el chico, que afirma que la gente no cambia sino que les hacen creer que pueden hacerlo. Esta afirmación provoca la reflexión de Kate, llevándola a enfrentar la raíz de su problema (la muerte de su padre), y empezando a integrarse en las actividades del campamento.

Kate termina agradeciendo al chico por sus palabras, el cual le responde con una proposición indecente (la invita a ir a su habitación), que ésta rechaza diciéndole que está comprometida. Pero el chico insiste, para después marcharse, y dejar a Kate sin saber que responder (¿caerá en la tentación?).

Una nueva oportunidad

Kevin trata de arreglar su cagada con Sloane, pero ésta no le da tregua, limitando su relación a un tema simplemente laboral.

Por otro lado, le ha prometido a Kate acompañar a Toby, para entretenerlo mientras ella se encuentra fuera. Para ello, Kevin decide llevarlo a una de sus fiestas de famosos, donde ambos terminando hablando de asuntos sentimentales. Kevin busca el consejo de Toby respecto a lo ocurrido con Olivia y Sloane. Éste termina recurriendo a su propia experiencia para asesorarlo, afirmando que tiene que ver con cuál de las dos proyecta un futuro. Después de meditarlo durante unos segundos, consigue la respuesta deseada, y sale corriendo a buscar a la chica de sus sueños.

Tras unos instantes de duda, Kevin llama al timbre, y al otro lado de la puerta vemos a una chica desconocida (Ni Olivia, ni Sloane). Es Sophie (os dije que no olvidaseis ese nombre), y descubrimos que estuvo casada con Kevin hace 12 años. Kevin le pide una oportunidad para arreglar los errores de pasado, pero ella no parece muy convencida. Sin embargo, tras la insistencia de Kevin, Sophie acaba cediendo.

Cumpliendo deseos

Randall es propuesto por su jefe para el desarrollo de un nuevo proyecto dentro de la empresa. Sin embargo, la cuestión no va a resultar tan fácil, ya que tendrá que enfrentarse a otro compañero (igual de inteligente que él) para conseguirlo. Randall está dispuesto a ganar a cualquier precio, pero no cuenta con un factor sorpresa: la aparición de William buscando pasar tiempo con él.

Randall se ve inmerso en un conflicto de intereses: tiene que elegir entre prosperar en su trabajo o satisfacer los deseos de su padre moribundo. La decisión no parece fácil (Randall es bastante ambicioso), pero finalmente decide salir con él, llevándolo a diferentes sitios, y cumpliendo sus últimas voluntades antes de morir (como enseñarlo a conducir), olvidándose por completo de sus obligaciones laborales.

Por fin se ha producido el tan ansiado avance en la historia. Ya hemos descubierto algo más de lo relativo a la muerte de Jack, y como ésta pudo haber influido en el sobrepeso de Kate, la cual era tan cercana a él. Y también, nos han desvelado el pasado de Kevin como hombre casado. No es mucho, pero suficiente para mantenernos enganchados. Ahora a esperar que nos sigan desvelando enigmas.

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