Vuelve 'Cuidado con el ángel': una apuesta segura con William Levy y Maite Perroni

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Nova sigue con su política de combinar estrenos con reposiciones de telenovelas. En algunas ocasiones su selección de títulos a repetir es bastante discutible, pero, a veces, apuesta a caballo ganador.

Es lo que sucede con ‘Cuidado con el ángel’. Ya la hemos visto, pero, aun así, es probable que vuelva a funcionar una vez más. ¿Por qué?

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

William Levy, un protagonista de anuncio

Uno de los principales atractivos de esta telenovela es su protagonista masculino: William Levy. Para quienes no sean telenoveleros y no sepan de quien se trata, se lo voy a presentar. Es el “morenaaaazo” de un conocido anuncio de patatas fritas (no voy a decir la marca que no me pagan la cuña publicitaria).

Seamos claros. Probablemente no sea el mejor actor de su generación, pero la cámara lo adora como a pocos. Tal vez no tenga nivel para actuar en el Teatro Romano de Mérida, pero como galán cumple a la perfección. En ‘Cuidado con el ángel’ interpreta su primer papel protagonista y su rol de príncipe azul convence hasta al más escéptico.

Desde luego, una de las razones más importantes para ver esta telenovela es para disfrutar de William Levy a través de la pequeña pantalla. Alguien dijo que podría ser el heredero de Fernando Colunga en el trono de galán por excelencia. Creo que es algo pronto para aventurar algo así, pero lo que está claro es que está entre los candidatos mejor posicionados para hacerse con ese cetro.

Maite Perroni, de rebelde a heroína

Y si el galán es un aliciente, hay que reconocer que la protagonista tampoco se queda atrás. Maite Perroni es Marichuy, su primer papel tras el fenómeno ‘Rebelde’. Y si William Levy luce en pantalla, Maite Perroni no se queda atrás, con el matiz de que su actuación resulta de bastante más calidad.

La verdad es que la actriz ha tenido que esforzarse porque a la pobre Marichuy le pasa absolutamente de todo en la telenovela y los que ya la han visto saben que no estoy exagerando. Lo mejor es que sale bastante airosa de todas las escenas y, sobre todo, que resulta creíble en todas las situaciones que le toca vivir como sufrida heroína. Memorable es la primera parte donde interpreta a una joven humilde.

Además, su química con William Levy es innegable. Siempre he pensado que una de las claves principales para que una telenovela funcione es que la pareja protagonista sea creíble, que sean capaces de transmitirnos emociones, que nos creamos su romance. Si no hay feeling, por muy buena que sea la trama, todo se resiente.

En este caso no hay ese problema. Más adelante hablaré de la historia, pero lo que sí puedo decir es que la pareja funciona y muy bien. Y parece que Televisa pensó lo mismo que yo, dado que poco después la pareja repitió protagonizando ‘Triunfo del amor’, un remake de la recordada ‘Cristal’, de la que también salieron bastante bien parados.

Una legión de villanas

Pero si los protagonistas se lucen, las villanas no se quedan atrás. Por un lado tenemos a Laura Zapata, que demuestra una vez más que su nombre debe ser sinónimo de villana de telenovela en el diccionario. Cada vez que mira a cámara sabes que se le está ocurriendo una maldad más maligna que la anterior. Es cierto que está un tanto encasillada, pero hay que reconocer que lo borda.

Otra que también está bastante encasillada es Ana Patricia Rojo. Salvo contadas excepciones siempre es la villana o la tercera en discordia. En este caso, coinciden ambos roles porque no solo pretende robarle el novio a Marichuy, sino que también quiere quedarse con su herencia y hasta su identidad real. Cumple, como siempre.

Pero si no tuviéramos suficiente con estas dos villanas de libro, hay otras dos actrices que también pisan fuerte: Nailea Norvind (impresionante en esta telenovela) y Michelle Vieth, quienes, por supuesto, también intenta amargarle la existencia a Marichuy.

La verdad es no es frecuente ver juntas a tal cantidad de villanas y con el mismo objetivo: destruir a Marichuy o, al menos, su relación con Juan Miguel. Podría resultar excesivo, pero al tener personalidades diferentes, se hace bastante llevadero. Eso sí, hay situaciones que son demasiado surrealistas hasta para una telenovela.

Secundarios de primera calidad

Los protagonistas funcionan, las villanas brillan, pero la calidad actoral de la telenovela viene marcada, principalmente, por tres nombres: Ricardo Blume, Helena Rojo y Evita Muñoz “Chachita”. Es absolutamente impresionante cómo consiguen que sus emociones traspasen la pantalla. Sin sus actuaciones, esta telenovela estaría muy cerca de ser un desastre.

Y de unos veteranos que marcan la diferencia, a una jovencísima Saraí Meza. Es la encargada de interpretar a Mayita, la hija de Juan Miguel. Siempre lo digo y me mantengo. Qué buen ojo tienen los responsables de casting de las telenovelas para seleccionar a los actores infantiles. Mayita nos regala, sin duda, las escenas más tiernas de toda la telenovela. No importa que sean pura fantasía, totalmente irreales. Son momentos que nos invitan a soñar y nos dejan con una sonrisa de ternura dibujada en la cara. Suena cursi, lo sé, pero nunca está de más dejarse llevar por la inocencia de la infancia.

Una historia de siempre

Y analizado el elenco, vayamos con la trama. Que nadie se espere una telenovela rompedora, novedosa, innovadora. No. Estamos ante un producto de Televisa con todas sus consecuencias. ¿Qué quiero decir? Voy a intentar hacer un resumen.

Chica pobre con problemas conoce a chico rico que se propone sacarla del hoyo en el que ha caído, sin tener en cuenta ese pequeño detalle de que las casualidades no existen (hasta aquí puedo decir). Sigo por otro frente. La pobre chica fue abandonada por su madre al nacer y, cosas de la vida, se encuentra con sus padres justo cuando conoce a su príncipe azul particular, pero, obviamente, esa verdad tarda varias docenas de capítulos de descubrirse.

En resumen, el típico tópico de amores, pasiones, mentiras, odios, engaños, traiciones, etc. desarrollado en casi 200 capítulos. Aunque el párrafo anterior suene muy crítico, lo cierto es que la telenovela se deja ver. No pasará a los anales de las mejores producciones de la historia, pero tampoco es un desastre.

En fin, que ‘Cuidado con el ángel’ no descubre la pólvora, pero saca el mayor partido posible a una vieja fórmula que, si se le da la oportunidad, no decepciona.

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