Un repaso por las 4 estaciones de 'Las chicas Gilmore'

Por SergiTomás

Casi diez años después del precipitado final de ‘Gilmore Girls’, Netflix la rescata con 4 capítulos que nos cuentan el transcurso de un año a través de sus cuatro estaciones. Un pequeño capricho de una serie que siempre nos dejó un buen sabor de boca y que, en resumidas cuentas, siempre fue amor.

¡Atención, SPOILERS!

Stars Hollow siempre será Stars Hollow

Pasen diez días o diez años, no se entiende la vida de las chicas Gilmore fuera de Stars Hollow. Es el eterno cliché de la localización hecha personaje, pero no por eso es menos cierto. Stars Hollow tiene personalidad propia, no sólo por su encanto y distribución propia sino por los personajes (habitantes) que la llenan de vida. Toda la serie original se construyó desde la base de este peculiar pueblecito y lo que significó en la vida de Lorelai y Rory, y lo más acertado ha sido volver allí para hacernos testigos de este maravilloso año en sus vidas.

En el mismo inicio, Rory vuelve al pueblo como lo hacen los espectadores, sólo para descubrir que todo sigue igual y que únicamente mínimas cosas han cambiado. En realidad es la vuelta a casa que siempre habríamos soñado para nosotros mismos; una en la que nuestro lugar de nacimiento ha resistido el paso del tiempo y existe en un plano temporal distinto al del resto del mundo, uno en el que podemos identificar todas las cosas que nos activan recuerdos de cuando éramos niños y todo era más sencillo, más puro.

La vuelta a casa de la hija pródiga

Rory todavía no se ha encontrado a sí misma y se tambalea entre decisiones que no dependen de ella y le hacen lidiar con el fracaso de una forma para la que no está preparada. A pesar de haber publicado un artículo en The New Yorker, no consigue la beca que deseaba y ni siquiera la entrevista para el periódico que quería. Decepción tras decepción para una persona que siempre tuvo una meta clara y un objetivo por delante. ¿Qué hacer cuando ves cómo tu sueño se va escapando de tus manos poco a poco? Es difícil para una Rory que intenta tirar hacia adelante sin reflexionar sobre si los sueños que realmente persigue son los suyos o los de la niña que ya no es.

Porque Rory ya no es una niña e intenta lidiar con los problemas de una persona adulta como si lo fuera. Mantiene una relación puramente física con Logan, a pesar de que él está comprometido con otra chica de su status y lo intenta vivir con naturalidad, como si fuera normal hacerlo si eres un adulto y no tuviera repercusiones (fun for fun), mientras que ella tiene una relación con un chico del que se desentiende.

La muerte de Richard Gilmore

La muerte del actor Edward Herrmann ya nos había previsto para esperar el fallecimiento de uno de los iconos de la serie como era Richard Gilmore. Una muerte que, lejos de juntar a la familia en tan duro momento, aleja a Lorelai y Emily tras un desafortunado incidente en el funeral. En realidad, es una excusa para hacernos ver que la relación entre ellas siempre fue complicada y, aunque pasara por momentos de calma, debe ser reparada en su base, en su origen. Si la pérdida de un padre es dura, mucho más lo es la de un marido que ejercía de apoyo, de amante, de confidente… una persona sobre la que Emily Gilmore había construido una vida. No será suficiente con superar un duelo sino que Emily tendrá que fabricarse una nueva vida, reinventarse a sí misma hasta descubrir quién es y lo realmente importante en su vida. Una vez que deja de imponer e imponerse los más altos estándares que merecía su marido Es el momento de partir de cero. No será fácil.

Lorelai, always

Lorelai Gilmore siempre fue la protagonista de la serie y ella misma así lo siente de su vida. Lo que ocurre es que las películas y las series nunca nos cuentan más allá del “fueron felices y comieron perdices”. ¿Qué hacer cuando se bajan las cortinas y te das cuenta de que ya no te quedan objetivos en la vida? Vivir feliz, se supone. Evidentemente, la respuesta no siempre es tan sencilla porque la vida no es un cuadro fijo y está compuesta de personas con sus sueños, sus voluntades y sus evoluciones. Lorelai descubre que algo falla pero no es capaz de localizarlo y se frustra consigo misma. En principio tiene el Dragonfly que funciona bien, su relación con Luke es estable, ha criado a una hija que vuela sola... todo lo que podría desear.

Consciente de su inconformidad pero sin haber identificado el origen de su malestar, acepta la invitación de su madre para ir a terapia juntas hasta que finalmente lo hace por su cuenta tras abandonar esta última. Aún así, no consigue mejorar y, en una de las mejores escenas de los nuevos capítulos el espectador se da cuenta, antes que la misma Lorelai, de que se ha alejado tanto que ya no se siente identificada con sus vecinos de Stars Hollow, que por muy excéntricos que fueran, siempre le habían hecho formar parte de algo más grande que ella misma.

¿Lorelai-Luke forever

La relación entre Lorelai y Luke siempre fue el eterno deseo de los espectadores y, tras comprobar que siguen juntos 10 años después, nos permite respirar aliviados desde el primer momento. La convivencia parece perfecta y compaginan ambos trabajos junto con sus aficiones. ¿Qué podría fallar? No es que no estén casados (que no lo están), sino que no están comprometidos con el otro. Luke y Lorelai viven en la misma casa pero tratan sus asuntos por separado. A través de los capítulos vamos viendo cómo comparten quehaceres pero no se implican en todos los ámbitos. Luke se encarga de la educación de April mientras que Lorelai lo hace de la de Rory (como siempre), y no hay espacio de intervención para el otro en ese apartado de sus vidas. Y de la misma manera ocurre con sus trabajos o con su familia. No es tan importante que no se hayan casado hasta ahora sino que es un ejemplo de la falta de compromiso que han tenido. Han sido complacientes con la relación y ahora se empiezan a ver las grietas que se han generado. La persona nunca puede ser tan fría para poder compartimentalizar todos los aspectos de la vida y no dejar que unos afecten a otros e, irremediablemente, se mezclen.

Lorelai y Luke deberán apostarlo todo en la relación si quieren que funcione y no dar por sentado su éxito sólo por el hecho de que estén juntos. Como en muchas cosas será un todo o nada.

Secundarios de lujo, historias únicas

Uno de los mayores disfrutes de la serie siempre fue el poder observar la vida de los excéntricos pobladores de Stars Hollow y estos cuatro capítulos nos premian con un poco de más de lo mismo; qué suerte que sea tan bueno. Los secundarios siempre tuvieron una fuerza característica y su existencia parecía desarrollarse más allá de la serie. Los nuevos capítulos nos traen de vuelta una suerte de foto fija de los habitantes de Stars Hollow, mientras que los que vivían lejos del pueblo sí que han evolucionado. Kirk, Lane, Taylor... parece que el tiempo no haya pasado para ellos mientras que para Paris, April, Jess o Logan el paso de los años ha cambiado su situación. Una complicidad de la serie con el espectador que, en realidad, quiere que las cosas cambien para que sigan realmente igual.

Afortunadamente, cada pequeña historia es importante y juega con la nostalgia que el espectador tiene sobre esos personajes de los que tanto aprendimos y hacía tanto que no sabíamos. Ciertamente es un engaño, pero el típico engaño del que queremos sentirnos cómplices. En cierta manera queremos vivir en la ilusión que Stars Hollow nos ofrece.

Cambiar para evolucionar hasta que la historia se repite

Tras caer los copos de nieve del invierno, los rayos de sol de mañanas perezosas de la primavera y las salpicaduras de piscina del verano, las hojas otoñales preceden a la consecución de los cambios necesarios en la vida de las chicas Gilmore. Un año esencial en su vida que ha servido para reinventarse, superar las dificultades y comprometerse con el otro, todo ello reforzando los lazos de una familia tan única y especial, que ya ocupa un lugar en nuestros corazones.

Y, paso a paso, minuto a minuto, observamos cómo la barra de nuestro navegador se acerca al final y sabemos que, a pesar de que las piezas del puzzle vayan encajando poco a poco y tanto Lorelai, Rory y Emily encaucen sus vidas de la mejor manera que saben, no dejamos de sentirnos huérfanos en esa sensación de conocer tanto a unos personajes, a unas personas realmente, que se nos hará difícil olvidar. Esperaremos impacientes respuesta al cliffhanger final de Rory, punto de inicio de una nueva trama. La historia siempre se repite. Mientras tanto aprovecharemos el tiempo para revisar de nuevo la serie original. ¡Stars Hollow siempre será eterna!

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