Entrevista Vertele

Alberto Caballero prepara la “atípica” El Pueblo: “En prime time vas a competir, no te puedes hacer el guay”

El creador y director Alberto Caballero y el actor Carlos Areces durante el rodaje de "El Pueblo"

Eider Calvo

Alberto Caballero compagina La que se avecina con El Pueblo, su próxima comedia para Telecinco. Con aspiraciones a convertirse en otro de los buques insignias de Mediaset, la serie aborda ya su última semana de rodaje en Valdelavilla, un desocupado pueblo de Soria.

Al contrario que la propuesta Montepinariana, en El Pueblo “no hay un solo plano” que haya sido rodado en plató, apostando por completo por los escenarios naturales. Lo que, en palabras de su creador, la convierte en “atípica porque nunca se le ha dado ese espacio a una comedia; siempre ha sido un poco más indoor”.

Cada vez queda menos para que el también productor culmine una ficción en la que ha puesto toda su ilusión, aunque sabe que en el momento de su estreno le dará algún que otro quebradero de cabeza: “A la audiencia y el share no te acostumbras. La gente se cree que porque un producto funciona ya estás como de fiesta todo el día, pero siempre estás asustado”, reconoce, como así le sigue pasando con LQSA.

Con El Pueblo, el espectador seguirá a un grupo de urbanitas que llegan de rebote y/o por propia voluntad a un municipio prácticamente despoblado. Allí, tendrán que aprender a convivir alejados de las comodidades de la gran ciudad, lo que les llevará a experimentar un intenso a la par que hilarante viaje emocional.

El Pueblo cuenta tras las cámaras con el equipo titular de LQSA y una sinopsis que sugiere una historia similar. Sin embargo, ha asegurado que lo que seguro que el espectador no verá será precisamente esta comedia. Así que, para el televidente despistado, ¿qué elementos diferenciadores tiene El Pueblo respecto a su exitosa creación?El PuebloLQSAEl Pueblo

Realmente lo que marca todo es que es una comedia al aire libre. A día de hoy no hay un solo plano de plató, y creo que eso ya te marca muchas cosas: la imagen de la serie; un poco el tempo de los personajes, porque están en un pueblo perdido; y luego te marca también el tono ya que estás jugando con unas grandes dosis de realismo.

LQSA tiene un componente muy importante de farsa voluntaria. Es decir, pretende ser una deformación de la realidad. Y la serie de El Pueblo no es que busque exactamente un realismo, pero está en un entorno real. Eso provoca que tengas que afinar un poco más el tono porque no se trata exactamente de una parodia.

El proceso de adaptación del entorno urbano a uno rural ya lo hemos visto en comedias como Doctor Mateo y Doctor MateoCon el culo al aire

Son las fantasías escapistas que todos tenemos en algún momento de decir “a tomar por saco. Paso de todo. Me voy a vivir al campo”. Esto nos llegó en un momento en el que estábamos trabajando con bastante intensidad y estrés, y en un ambiente un poco convulso. A raíz de eso y de varias noticias como cuando empezó la moda esta de la ecoaldea con anuncios de “vente a vivir de esta manera”, pensamos en juntar ambas cosas.

Creo que de alguna manera es una serie actual ya que hay algo de las ciudades y de la sociedad moderna que no nos acaba de funcionar y que nos tiene a todos estresados, con lexatines, metidos en atascos, con relaciones complejas entre nosotros, trabajos muy extremos en cuanto a número de horas... Pienso que hay y habrá más vuelta a la naturaleza y a una forma de vida más sencilla. Lo que pasa es que parte de nuestros personajes lo hacen voluntariamente y otros porque no tienen más remedio.

Pero el origen de la serie era hablar de este tema. Del mismo modo que LQSA tiene más crítica social en el sentido de que nos reímos y atizamos un poco más a la sociedad como conjunto, aquí nos hemos centrado más en la problemática individual de la felicidad, de cómo estar bien cuando te fallan cosas.

Como ha indicado, la ansiedad y el estrés se han convertido en las enfermedades del siglo XXI, ¿cree que el público se sentirá identificado con algunos de los personajes? ¿Podría radicar ahí, entre otras cosas, el secreto del posible éxito de la serie?

Espero que sí. Hay por ejemplo un personaje en concreto que es el de Raúl Fernández que realmente lo que tiene es una crisis existencial: tiene un buen trabajo, una novia, se va a casar... digamos que va por buen carril. Y, de repente, el tío entra en una crisis vital acojonante y frena la boda, se marcha, la novia no entiende nada, le acaban de ascender en el trabajo y lo deja... Es un problema que creo que es bastante universal.

También hay un tema de índole económico aunque se supone que hay una recuperación en este país, pero es solo para el capital y para la gente que ya tiene trabajo; el paro está como está y yo sigo viendo el umbral de pobreza y a gente con problemas. Así que también abordamos eso.

Creo que [los espectadores] se pueden sentir identificados y que es una serie bastante agradable de ver porque es bonita. Es decir, nosotros no habíamos hecho una serie bonita en el sentido de que fuera visualmente relajante. Mirándolo así, es verdad que El Pueblo es una comedia atípica porque nunca se le ha dado ese espacio a una comedia; siempre ha sido un poco más indoor. Me apetecía hacer una comedia que tuviera un despliegue equivalente a un thriller o a un drama. Por ejemplo, veías Gran Hotel y apreciabas que se trataba de un hotel de verdad, y se agradece.

Abordáis ya la última fase del rodaje de una serie grabada en su totalidad en escenarios naturales. ¿Cómo ha sido la experiencia fuera de plató? ¿Ha habido alguna complicación, por ejemplo con el clima, o todo ha ido tal y como estaba previsto?

Ha sido increíble, porque en cuatro meses solo dejamos de grabar un día por problemas meteorológicos. Estábamos en un río y nos calló la de Dios. Directamente el jefe técnico nos dijo que nos marcháramos del combo porque podría caer un rayo sobre los aparatos eléctricos y te podías quedar ahí tieso. Y había unas vacas que vieron el tejadillo del combo y, de repente, mientras estábamos recogiendo, se nos metían dentro; prefirieron refugiarse ahí en vez de bajo un árbol [risas].

Prácticamente el plan lo hemos cumplido a rajatabla, pero luego creo que el acierto ha sido el decidir hacerlo todo en localizaciones reales y no hacer planos de interiores en plató, porque siempre hemos podido disponer de un cover o de un segundo plano. Así que si un día hacía malo, llovía y no teníamos raccord, cambiábamos al plan B y nos metíamos en interiores, por lo que tampoco hemos ido más despacio, que es lo curioso. De hecho, casi tardamos más en rodar un capítulo de LQSA que en rodar uno de El Pueblo.

El Pueblo es la primera serie nueva que hace desde El PuebloLQSA

Tenía muchas ganas, lo que pasa es que tampoco teníamos una necesidad vital de hacer algo nuevo. Progresivamente hemos estado cada vez más cómodos haciendo LQSA. Entonces, realmente, como desarrollabas personajes nuevos, situaciones nuevas, se iban unos, llegaban otros y tenías que estar todo el rato creando estructuras...

De hecho no hemos dejado de hacer LQSA en ese sentido. Nos lo estamos pasando bien y mientras la gente no se harte y no se nos vayan de repente cinco actores de golpe... no vamos a hacer otra cosa.

A mediados de septiembre publicó en Twitter que “ya quedaba menos” y una imagen de Antonio Recio con el hashtag #lqsat11. ¿Significa esto que es inminente el estreno de la nueva temporada de la serie?

Significa que queda menos seguro [risas]. En algún momento la emitirán. No sé cuándo será porque, entre otras cosas, no es mi trabajo. El capítulo está hecho y entregado y pertenece a la cadena. Hombre, imagino que se acabará estrenando en un plazo no relativamente amplio de tiempo; no creo que se dilate mucho.

Mientras tanto voy haciendo mi propia promoción. Es que de repente empiezas a ver fotos del rodaje, que las hay muy buenas, y te apetece ir generando expectación entre otras cosas porque la gente siempre nos escribe para saber cuándo se estrena, aunque lleves diciendo diez años que no lo sabes.

Pero son fans y hay que atenderlos -para eso estás en redes sociales-, y una manera de hacerlo sin tener esa información es darles pequeñas pinceladas sin contar nada, porque no te vas a hacer spoiler a ti mismo; serías idiota. Pero sí, por ejemplo, poniendo una foto de algo que no hayan visto. Además, los fans de LQSA tienen muy controlado el contenido de la serie y saben que esa foto no pertenece a ninguna de las temporadas anteriores. Es una manera de entretener a la gente; de darles algo.

¿Teme entonces que la cadena la esté reservando para enfrentarla contra La voz

No lo sé. A ver, hay una cosa que nos enorgullece: si alguien se guarda un producto nuestro porque lo considera potente es que nos tiene en cierta estima. Hombre, preferiríamos ir un día en el que no hubiese nada de nada en el resto de cadenas; que la gente solo pudiera ver LQSA.

Pero dentro de eso, la experiencia que hemos tenido es que a lo largo de once años creo que nos hemos enfrentado a prácticamente todos los éxitos de las otras cadenas. Es decir, cuando funcionaba El tiempo entre costuras, contra El tiempo de costuras; cuando hubo un año de eclosión de Tu cara me suena, pues contra Tu cara me suena; contra Allí abajo, etc.

El año pasado la ficción, esta vez contra OT, se vio sometida a algunos OTcambios de programación

Yo eso hace tiempo que dejé de valorarlo. Tienes que relajarte de alguna manera porque si no vives en un estrés constante. A la audiencia y el share no te acostumbras. La gente se cree que porque un producto funciona tú ya estás como de fiesta todo el día, pero siempre estás asustado.

Es como un síndrome de “se van a dar cuenta de que esto ya no mola”, y entonces la gente lo va a dejar de ver y en algún momento me voy a llevar el disgusto. Y entonces tú, a las ocho de la mañana el día de turno te levantas para mirar a ver qué ha pasado porque no sabes si la gente te va a decir que hasta aquí. Yo ese día de verdad que duermo mal. Es una tontería porque después de quince años... pero pasa, des el dato que des.

Me acuerdo en la época de Aquí no hay quien viva de 40%, el día que dabas un 39.4% llegabas al día siguiente y la gente te preguntaba qué es lo que había pasado. Entonces te tienes que acostumbrar un poco a eso, y si la emiten el lunes, pues el lunes; que la pasan al miércoles, pues al miércoles... Claro, si hubieses percibido en algún momento que alguien se quiere cargar tu serie, hubiera preguntado que qué pasaba. Pero como no hemos tenido esa sensación y entendemos que son políticas de cadena. Al final ellos tienen su competición.

Lo que pasa es que nuestra competición es con nosotros mismos. Es decir, tenemos que intentar que hacer los mejores capítulos posibles y que sean lo suficientemente buenos como para que, cambiándolo de día, la gente los busque. Si conseguimos eso, la serie sobrevivirá. ¿Qué pasa con LQSA? como lleva también tantos años, cabe la posibilidad de que en algún momento por desgaste o por hartura, pienses en pararla. Pero tampoco será exactamente un fracaso porque ha durado doce temporadas.

Nosotros ahora seguimos porque al público le gusta, siguen los actores y porque nos lo estamos pasando bien. Intentaremos no alargarla en decrepitud: si de repente hay una temporada que ves que ha bajado tres puntos la media, pues paramos.

Hace unas semanas comentó en Twitter

Hombre, claro. Cuando haces cine puedes hacer una película horrorosa, pero estás haciendo cine. Eres cineasta. Ahora mismo, para mí, el 90% de las comedias que hacen en cine son capítulos de series de televisión. Es decir, lo veo y no me da la sensación de que sea una comedia de cine con peso; algo por lo que merezca la pena hacer una película.

Si al cine lo consideramos como algo serio, tienes que tener realmente algo que mole contar. No es lo mismo hacer Campeones que hacer otras cuyos nombres no voy a citar. Como probablemente a nosotros si nos piden hacer cine sea comedia porque es lo que nos han visto hacer, me gustaría que fuera de cierto peso. Y además, dentro de eso, si te sale una mierda no lo ve nadie; el cine malo no se ve, pero una serie mala la ve la suficiente gente. Es decir, ahora das un 5% con una serie, miras el dato y la está viendo un millón de personas. Para meter a un millón de personas en el cine tiene que ser un pelotazo.

Además, [la serie] tiene una dificultad desde un punto de vista estructural a nivel creativo. En el cine tienes que buscar una historia que dure una hora y media; puedes quemar las naves. Ese mismo argumento no te vale para hacer una serie no ya de cien sino de ocho capítulos. Es más complicado.

Entonces, desde ese punto de vista, me parece una gran actividad porque ruedas dos meses, a lo mejor escribes tres, haces uno de promoción y te siguen quedando seis meses libres. Y si es mala no la ve nadie y podrá decir que has hecho una película que nadie ha sabido entender [risas].

Para terminar, en los últimos años estamos asistiendo al renacimiento de una comedia que se aleja del modelo clásico. Por ejemplo, La Maravillosa Srta. Maisel

Lo normal es que convivan. Es decir, igual que vas a Estados Unidos y en abierto sigues viendo un montón de sitcoms tradicionales y que funcionan como The Big Bang Theory, Mom, Roseanne hasta que se la han cargado, Modern Family... que se enmarcan dentro de una tipología de comedia clásica.

Pero, mira, ahora el mercado necesita tal volumen de material que va a haber de todo. Tendremos 800 tipos de comedia porque las plataformas necesitan 400.000 millones. Quiero decir, si soy de Netflix y me meto en la plataforma y no encuentro nada cancelo la suscripción, y cuando me manden un mail de algo que me llame la atención la reactivo. Eso te obliga a disponer de un volumen de material tal que casi lo exclusivo hoy en día es estar en las cadenas en abierto porque estas tienen seis series al año; las plataformas 600, y dentro de estas se harán todo tipo de comedias.

Cosa que, por otra parte, me parece cojonuda porque cada uno quizá puede, en función de la comedia que le guste hacer o la que le salga, ir por un sitio u otro. Obviamente nosotros al hacer una comedia para emitirse en abierto y en horario de prime time vas a competir, no te puedes hacer el guay. En cambio, tu ahora estrenas una serie en una plataforma y no te dicen ni la gente que la ha visto. Pero aquí no, aquí el dato lo sabe hasta el apuntador. Entonces, claro, si tu sabes que vas a competir y que te van a poner delante un reality, una serie con Mario Casas y Blanca Suárez... pues tendrás que pensar bien qué contamos para que le guste a mucha gente. No vas a hacer Portlandia.

Tráiler de La maravillosa Señora Maisel, la serie ganadora del Globo de Oro a Mejor comedia 360
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