En 'Mujer tenía que ser'

Ana Bella Estévez: “Seguro que tienes cerca a una mujer víctima de violencia y la puedes ayudar”

Ana Bella Estévez, "superviviente" de malos tratos: "Seguro que tienes cerca a una mujer víctima de violencia y la puedes ayudar"

Sandra Sabatés entrevistó a la activista contra la violencia de género, Ana Bella Estévez en El Intermedio.

En la sección, Mujer tenía que ser, la directora de la Fundación Ana Bella para la Ayuda a mujeres maltratadas y madres separadas, pidió que dejara de llamar “víctimas” a las que en realidad son unas “supervivientes”.

“La misma fuerza que tenemos para resistir un maltrato, la podemos usar para empezar una vida feliz”

La presentadora le preguntaba por la historia que le llevó a luchar por esta causa y ella relató los malos tratos que sufrió de manos de su exmarido: “Le conocí con 18 años y el día de mi boda con la mirada me iba diciendo a quién podía besar y a quién no”.

Sobre la primera agresión, recordó que llegó cuando salió a comprar mientras él “dormía la siesta y al volver me empujó contra la pared, me pegó puñetazos, me gritó y cuando cogí la maleta para irme me sentó y se disculpó diciendo que me había ido sin avisar y se había asustado. Después de cuatro horas acabé pensando que la que me había equivocado soy yo”.

Ana Bella explicaba a Sabatés que “cuando estás siendo maltratada no te das cuenta. Necesitas que la gente de alrededor rompa el silencio por nosotras”. Esa misma es una de las razones que le llevó a levantar su fundación, el dar voz a las que no la tienen. “Todos y todas somos cómplices de ese silencio que hace que se perpetúe la violencia de género, generación tras generación”.

La presentadora le preguntó cuándo llegó el momento de “decir basta”: “Una noche en la que mi marido quería que firmara un documento. Yo ya había firmado otros que decían que tenía que andar a menos de 3 metros de él, o que tenía que darle un recibo de todo lo que comprara. El nuevo papel decía que me comprometía a seguir con la relación aunque él me pegara. Después de 11 años le dije que no, porque no quería que me siguiera pegando, y que me quería separar. Él me dijo que no, que lo nuestro era amor o muerte”.

Tras esa discusión, Ana Bella narró que “utilicé mi fuerza, mi miedo, mi valor, no para seguir durmiendo con este hombre sino para coger a los cuatro niños, ir a la policía y denunciar”.

“Yo no era una víctima, era una superviviente”

Sobre la nueva vida que empezó, confesó que no fue nada fácil ni lo es para ninguna: “Con 29 años, tras salir de la casa de acogida, tenía cuatro niños de 1 año a 11. No tenía experiencia laboral demostrable, ni casa, ni alguien que me alquilara con 4 niños, solo un certificado diciendo que era una víctima de violencia de género. Me vine abajo y pensaba que lo único que había conseguido en la vida era ser una mujer maltratada. Pero y miraba ese papel y, pensando en lo que había aguantado, en los correazos, las palizas noches sin dormir, me di cuenta que yo no era una víctima como decía ese papel, era una superviviente”.

Por esa misma idea errónea de victimizar a las mujeres maltratadas, “decidí salir en los medios de comunicación para dar un mensaje en positivo, el resultado fue la llamada de más de 1000 mujeres”.

Pero, realmente cuando decidió dedicarse por completo al activismo fue “la noche que recibí un mensaje en facebook pidiendo ayuda a la prima de una chica, que era la novia de mi ex marido. Yo, que había sufrido lo que este hombre es capaz de hacer, me había olvidado que había una mujer en mi lugar. Esa noche comprometí mi vida, hasta mi último aliento, en poner voz a las mujeres que están silenciadas por el maltrato”.

Sabatés le preguntó por el rol de la fundación: “Nosotras somos amigas de las mujeres maltratadas que se han quedado sin ellas. Seguro que tú tienes al lado a alguna mujer que está siendo maltratada y puedes ser el agente de cambio que le haga ver a lo que está viviendo.

Y dejaba un último mensaje positivo: “Estoy convencida de que habrá un día en que ninguna mujer será maltratada”.

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