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Christofer ('La isla de las tentaciones'): luces y sombras de convertirse en una estrella de reality

Christofer ('La isla de las tentaciones'): luces y sombras de convertirse en una estrella de reality

Paula Hergar

El nombre de “Christofer” es el más repetido en televisión, redes sociales y en las pausas laborales de las últimas semanas.

El concursante más breve de La isla de las tentaciones ha sido, muy a su pesar, el protagonista absoluto de la primera edición del reality de Mediaset.

Él, que solo quería poner a prueba su relación de 7 años, que mantuvo un perfil bajo durante su estancia, que no cruzó límites, que respetó a su pareja y a sus compañeros en todo momento y que el único instante en el que se desató fue al gritar “¡Estefaníaaa!”, se ha convertido en el personaje revelación de la temporada televisiva.

Con un solo grito ha logrado lo que muchos concursantes de realities han intentado sin éxito: que sus palabras tengan tanto eco que traspasen cadenas, programas y hasta lleguen a los Goya.

Sin embargo, Christofer ejemplifica a la perfección esas luces y sombras por las que pasan los protagonistas de realities:

Lo mejor

La fama bien entendida

Christofer va a ser el primero de las cinco parejas que haga una entrevista en El Debate de las tentaciones y es que Telecinco sabe que es el que ahora mismo genera más atención.

El chileno ha pasado de ser un joven anónimo a dar entrevistas en platós de televisión, acaparar portadas de revistas, a tener fotógrafos tras él para conocer cuál es su vida actual y hasta a hacerse fotos por la calle.

Todo el mundo conoce su nombre, sus sentimientos, su forma de hablar y seguro que hombros en los que llorar.

El dinero y ¿nuevas oportunidades en TV?

Una fama que aumenta su caché día tras día en comparación a lo que empezó cobrando en el reality (fuera lo que fuera) y más aún siendo uno de los más desconocidos del casting.

Ahora puede cobrar una buena suma de dinero haciendo bolos por discotecas, vendiendo exclusivas, creando su propio canal de Youtube y hasta fichando por programas como “tronista” o incluso “robinson” en Supervivientes.

De hecho, son muchas las apuestas que le señalan como fichaje de la isla junto a su “¡Estefaníaaa!”.

El apoyo, sin maletín, pero apoyo

Si Christofer hubiera participado en un reality en directo, en el que la audiencia vota para expulsar, lo más probable es que se hubiera llevado el maletín.

Ha cumplido con ese perfil de víctima entrañable con el que los espectadores empatizan y quieren premiar tras hacerles cómplices de su drama.

Y aunque el joven no ha tenido ese premio de consolación, la realidad es que en redes se siente el apoyo hacia él: “España está contigo”, “eres la esperanza del amor” y “queremos más Christofers en el mundo” son algunos de los comentarios que seguramente le han llegado a diario.

Lo peor

No disfrutar de la experiencia

El pasado martes, Christofer decidió abandonar el concurso y con él: una casa de lujo, repleta de solteras en busca del amor en una isla paradisíaca de la República Dominicana. Porque con todo ello, él estaba “sufriendo más que en toda su vida”.

Pero la mala suerte se le multiplica al ser un programa grabado que le destrozó el corazón hace unos meses y que se lo está volviendo a retorcer ahora al emitirse. Como el que vive un doble duelo.

La pérdida del anonimato

Tampoco es lo mismo sufrir una infidelidad en silencio, que hacerlo ante todo el país. Debe ser interesante ganar fama cumpliendo tu sueño, o por algún otro mérito, pero por romperte el corazón seguramente no vale la pena.

Más aún cuando - como dijo su hermano por teléfono en Sálvame- es una persona “feliz con su trabajo, sus amigos, su casa, su familia”, es decir, era dichoso con su anonimato y el perderlo no le ha sumado.

La gente que no conoce límites

Para colmo, el programa bate récords de audiencia cada semana y eso implica que cientos de miles de espectadores conocen tu historia. Personas de todo tipo entre las que hay irrespetuosas que no saben poner límites a las bromas.

Así lo demuestran vídeos como el que corría en redes sociales con personas gritando “¡Estefaníaa!” desde la puerta del restaurante en el que trabaja Christofer. Del que algunos medios aseguran que ha tenido que ausentarse por el acoso.

Y es que, convertirse en protagonista de un reality no es tan maravilloso como sueñan algunos, ni debería convertirse en una pesadilla como intentan otros.

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