Televisión pública

Complicada crónica de Mavi Doñate (TVE) en medio de los disturbios en Hong Kong: “Están disparando en este momento”

Complicada crónica de Mavi Doñate en medio de los disturbios en Hong Kong

Redacción

Complicada labor la de Mavi Doñate desde Hong Kong, donde este fin de semana han vuelto a vivirse episodios violentos durante las protestas contra el gobierno, que se vienen produciendo desde junio que claman contra el autoritarismo de Pekín y reclaman mejoras en los mecanismos democráticos.

La periodista, corresponsal en Asia-Pacífico de TVE, vivió este domingo in situ esta nueva manifestación, no aprobada por el gobierno, con motivo del Día Mundial contra la Tiranía. Esta llegaba apenas horas después de que se conmemorara el quinto aniversario de la “Revolución de los paraguas”, que también concluyó con incidentes. Algunos grupos de manifestantes comenzaron a lanzar cócteles molotov a las fuerzas del orden y rompieron algunos carteles que conmemoraban el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China, que tendrá lugar el 1 de octubre. La policía de Hong Kong ha recurrido, como en jornadas previas, al gas lacrimógeno y pimienta para dispersar a los manifestantes, que pretendían llegar con su movilización hasta la sede del gobierno central.

A eso de las 10:00 horas, Canal 24 Horas conectaba con Doñate, que hacía un titánico esfuerzo por informar pese a las difíciles circunstancias. “¡Están disparando en este momento! Perdón, compañeros, estoy corriendo”, se disculpaba por sus problemas para elaborar su discurso mientras de fondo se producía la segunda carga policial de la mañana. Los sonidos de fondo complicaban también la comunicación.

Pese a estar casi sin aire y tener evidentes problemas para mantener una conexión sólida con los estudios de Madrid, la periodista pude transmitir los aspectos esenciales de lo que estaba sucediendo. “Perdón, no puedo casi hablar por los gases. Me pican la garganta y los ojos. Si os parece, establecemos otra próxima conexión”, decía, antes de cortar la comunicación con Marta Solano, que llamaba la atención sobre el trabajo que su compañera estaba realizando.

Posteriormente, Doñate entraría de nuevo, en mejores condiciones, en el directo del canal informativo. Para entonces, la manifestación se había detenido a mitad de camino de su meta. “Estamos viendo na auténtica batalla campal. En los pasos a nivel, tan típicos aquí, tenemos a los policías disparando gases lacrimógenos; por otro, manifestantes y activistas a unos metros, parapetados para protegerse. Vemos personas que huyen por las calles aledañas llorando y tosiendo por efecto de esos gases lacrimógenos. Nosotros mismos, los periodistas, no podemos quitarnos ni las gafas ni las mascarillas, porque entraríamos como ellos en lloros y picor”.

Son tres meses ya de protestas en esta región administrativa especial, que culminarán el 1 de octubre con lo que se teme como el día de más incidentes, al tener lugar las celebraciones por la República Popular China. En Pekín, como apuntaba, Doñate, tendrá lugar un gran desfile militar por la efemérides. Mientras, hay programadas manifestaciones desde primera hora de la mañana hasta última de la tarde para protestar contra la injerencia del gobierno.

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