Tortura para una obra maestra

¿Es necesaria una cuarta temporada de 'El cuento de la criada'?

¿Es necesaria una cuarta temporada de 'El Cuento de la Criada'?

Fernando Barrio García

La primera temporada de El cuento de la criada termina con June entrando en ese furgón policial sin saber qué será de su futuro, qué le deparará ese portazo que sellaba su destino, desconocido para todos los espectadores de la aclamada serie.

De una forma muy similar se zanjaban las páginas del libro de Margaret Atwood en el cual se basa la serie. Pero Hulu fue más allá, y June aparecía de nuevo en la República de Gilead por una segunda temporada, por una tercera actualmente, y por una cuarta ya confirmada.

Guilead, los antiguos Estados Unidos de América, esa república teocrática y autoritaria en la que vive June y se reprime a todas las mujeres en un sistemas de castas sociales cerradas herméticamente, nos hace reflexionar ante un posible retroceso en los derechos de las mujeres.

Este mensaje feminista, el de volver a la Edad Media en pleno siglo XXI por una crisis de natalidad sumada a la crisis climática y el auge de los movimientos neofascistas, queda grabado en la mente de todos los espectadores de la serie nada más empezar a verla.

La segunda temporada, en la que Serena y el comandante Fred desde un puto de vista egoísta, narcisista y elitista, anhelan tener a toda costa el hijo que engendra para la familia June, se entremezcla con la deshumanización que sufre la protagonista al ser cosificada sin ningún tipo de empatía por su fertilidad y su capacidad de engendrar hijos.

Todo ello, mezclado con las escenas de violencia explícita constantes, ejecuciones públicas, misoginia en cada minuto que avanza la mirada en la pantalla, flashbacks de cómo eran aquellos tiempos de libertad en Estados Unidos. Y el espectador comienza a compartir la frustración en la que se ve inmersa June, una editora de libros atrapada en esta versión de Arabia Saudí a la occidental tan macabra.

Y por último, en esta tercera a punto de acabar, tras haber conseguido que su hija recién nacida Nicole pudiese huir a la democrática Canadá y permanecer con su ex-marido, ese bebé que no deja dormir a Serena, June no se replantear huir del país sin su primera hija, atrapada también en Gilead, cueste lo que cueste. Aunque muera en el intento.

Pero, ¿cuándo terminará este sufrimiento para June? ¿En una cuarta temporada ya confirmada por Hulu? ¿Qué atrocidades nos quedan por ver en Guilead? ¿Conseguirá huir con su hija? ¿Caerá el régimen autoritario y teocrático en el que se ha sumido Estados Unidos? ¿Habrá una ansiada revolución feminista?

Como ya publicaba el semanario estadounidense TIME, la tercera temporada de esta serie podría haber sido mucho mejor. Este constante espectáculo en el que se ha convertido el sufrimiento de June en la República de Gilead debería tomar otro camino. Un camino que pase por zanjar el trasfondo feminista de la historia, y dejar de centrarse en la espiral de sufrimiento de Offred. Bueno, ahora Oflawrence por el momento.

Lo único que sabemos es que El cuento de la criada, más que un cuento, se está convirtiendo en el martirio de June. Una constante tortura psicológica para una madre ha sido separada de sus dos hijas, de su ex-marido, de su profesión, de sus derechos, de su dignidad y de su condición de mujer. Y para Hulu, con la confirmación de esta cuarta temporada, no para de alejarse la luz del final de este túnel tan macabro.

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