Crítica Vertele

El concurso del año: sencillo, participativo e inocuo (que falta le hace a Mediaset)

El concurso del año

Pedro Zárate

Cuatro no ha esperado a septiembre y este lunes ya ha estrenado 'El concurso del año', una de sus principales apuestas para la nueva temporada. Producido por Bulldog ('Mujeres y hombres y viceversa', 'Supervivientes'), esta adaptación del formato francés 'Guess my age' ha aterrizado hoy en el canal de Mediaset con Dani Martínez al frente, en la que es la primera experiencia de cómico leonés como presentador en solitario.

Un concurso sencillo que invitar al espectador a jugar

Un nuevo reto profesional para el que Cuatro le ha confiado un formato de mecánica sencilla. En 'El concurso del año', una pareja de concursantes debe adivinar la edad de 7 personas diferentes. Como ayuda recibirán una pista, que puede ser la canción que sonaba en las discotecas el año que nacieron o que la edad a adivinar coincide con la de un determinado famoso, entre otras. Sin embargo, por cada año de diferencia con la edad exacta, los concursantes perderán una cantidad de dinero que irá en aumento según vayan pasando las rondas.

Un total de 6 hasta la ronda final, a la que los concursantes llegarán con el dinero que hayan conseguido retener de los 50.000 euros con los que parten de inicio. En esta fase decisiva tendrán 4 oportunidades para adivinar la edad exacta de una persona, pero por cada una que desperdicien sus ganancias se reducirán a la mitad.

Un planteamiento sencillo que puede recordar al de programas como 'Identity' o '¡Allá tú!' y que invita a la participación desde casa, siendo ésta la principal virtud de 'El concurso del año'. Porque al igual que los concursantes en plató, los espectadores pueden jugar a adivinar las edades de los figurantes que aparecen en pantalla. Y además, sin la necesidad de tener el nivel cultural que exigen concursos como '¡Boom!', 'Pasapalabra' o 'Saber y ganar'.

Un programa menos ambicioso de lo que indica su nombre

A diferencia de éstos, el presentado por Dani Martínes hace una apuesta decidida por la sencillez. Algo que, por otro lado, no encaja con el nombre del formato. Mientras que el título original no engaña ('Adivina mi edad'), la adaptación española se ha decantado por una traducción que puede confundir, pues 'El concurso del año' suena más grandilocuente y ambicioso de lo que en realidad es.

Pero la falta de ambición no debe ser entendida como una crítica, más bien como un punto a su favor en una franja donde, a excepción de 'La ruleta de la suerte', prima la compleja actualidad política. De esta forma, el nuevo concurso de Cuatro se presenta como una alternativa ligera y amena apoyada en un Dani Martínez que, aun estando más encorsetado que en otros formatos, se desenvuelve con solvencia en el papel de presentador -sobre todo cuando tiene espacio para la improvisación-.

También como una alternativa sin estridencias ni polémicas más allá de algunas críticas por la primera figurante, una pin-up ligera de ropa. Críticas que se quedan en anécdota ante el buen sabor general que ha dejado 'El concurso del año' entre el público, que ha aupado al formato a ser trending topic entre elogios durante sus 50 minutos de emisión. Ahora solo queda saber si los datos de audiencia refrendan este aprobado general por parte de los espectadores.

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