Esta noche, segunda entrega del programa de TVE

Carlos Maldonado '“cena con mamá” en TVE: “Desde que salí de MasterChef, mi vida ha sido caótica”

Entrevista Carlos Maldonado (Cena con mamá y MasterChef)

Laura García Higueras

Cuatro años después de convertirse en el ganador de la tercera edición de MasterChef, Carlos Maldonado no ha dejado de trabajar. Ha abierto su propio restaurante, ha seguido ligado al formato que le dio popularidad y ahora se ha unido al homenaje a las madres de TVE liderado por Cayetana Guillén Cuervo

El programa se estrenó el pasado viernes con un discreto 7% de share, pero con el aplauso del público. La periodista, el cocinero y la invitada Paz Vega prepararon una sorpresa para la madre de la ganadora del Goya por su papel en Lucía y el sexo en 2001. Jordi Cruz, Alaska, Gustavo Salmerón y Pastora Soler son otros de las celebridades que cada semana abrirán las puertas de sus casas a las cámaras de TVE.

El chef, por su parte, se encarga de “modernizar las recetas tradicionales” que cada invitado quiere elaborar a sus progenitoras. Y de paso, hacer una entrevista algo más distendida entre fogones.

Maldonado tiene claro que el paso por un talent “te abre a las puertas para aprender, pero no sales de ahí siendo ni chef ni cocinero. Te tienes que formar y después empezará tu carrera”. Algo que extiende a otros concursos que dan visibilidad a futuros artistas en sus especialidades, como Operación Triunfo en el canto o Fama a bailar con la danza. “Si no trabajas todos los días, te vas a la mierda”, apunta.

¿Cómo fue tu entrada en 'Cena con mamá'?

Cuando me llegó la propuesta no me lo pensé. Me contaron cómo iba a ser este homenaje a las madres, que nos han estado apoyando toda la vida, luchando tras las cámaras, ayudándonos en todo. Qué menos que decirle un “te quiero” en público o darle un abrazo.

Me llegó en un momento de mi vida en el que yo mismo estaba viviendo esta situación. Desde que salí de MasterChef, mi vida ha sido caótica. Todo ha ido muy deprisa. Piso muy poco mi casa y veo muy poco a mi familia; mis padres, mi mujer y mi hijo. Ellos sienten el estrés y presión que llevo, y lo sufren.

Además, cuando llegas cansado a casa lo acabas pagando con quien tienes más confianza y con quienes están, que suele ser mi madre. Este programa da pie a darse cuenta de que no solo son nuestra almohada para llorar o nuestro saco de boxeo para desahogarnos, sino que esa persona siempre está ahí y nunca te ha fallado es tu madre.

¿Qué piensas que va a generar el programa en el espectador?

El programa te hace replantearte muchas cosas. Ya no solo cuando lo estábamos grabando, porque en ese momento no salíamos de la rutina. Pero luego al verlo te quedas pensando: “madre mía”. Nos pasamos el día dando vueltas en círculo, dejándonos la piel en nuestros trabajos y no nos damos cuenta de lo que tenemos en casa, ni de lo que no hacemos.

Ese beso, ese abrazo, algo tan sencillo como mirar a una persona a los ojos y decirle “te quiero”, que es algo tan fácil pero a la vez tan complejo que no lo hacemos nunca. Cena con mamá da pie a que lo hagas y que, cada vez que salgas de casa, por muy mal día que lleves o la mala situación que estés viviendo, mires a la persona que está contigo apoyándote siempre, le des un beso y se lo digas.

Carlos Maldonado habla de Paz Vega en “Lucía y el sexo”

¿Cuál es tu papel dentro de formato?

Mi parte tiene lugar en la cocina. Cogemos las recetas de los invitados, la tradición y los recuerdos, porque la cocina no deja de ser recuerdo, y le damos una vuelta de hoja para ponerlas un poco más modernas. Les ayudo a prepararlas mientras hacemos una pequeña entrevista, pero es más informal. Se podría decir que mi parte es más cañera, con más humor. Rompe la monotonía del pregunta - respuesta. Buscamos el sabor que recuerdan para que les traslade a su infancia.

¿Cómo se moderniza un plato tradicional?

Es muy difícil, por eso hay algunas madres a las que el resultado les ha gustado más que a otras. Es muy complejo coger una receta de otro y reinventarla. Cada cocinero interpreta de forma diferente una misma receta, el sabor no va a ser el mismo. Por ejemplo, la tortilla de patatas que hace mi madre es la mejor del mundo, la haga quien la haga siguiendo su receta no va a saber igual. La clave es poner ese punto de amor en la comida para que te lleve al recuerdo, a tu infancia.

¿Cómo ha sido el reencuentro con Jordi Cruz desde te valorara tus platos en tu paso por 'MasterChef'?

Ha sido fantástico haber cocinado juntos, es una bellísima persona. Está su imagen de león, de tipo duro, del fiera que es ya no solo a nivel televisivo, si no como chef, que es uno de los más respetados del mundo. Pero no solo es grande a nivel profesional, como persona es enorme. Invito a toda la gente a que vea el programa para porque se abre totalmente, y ese Jordi al que creemos conocer, de repente se deshace. Se abre, le habla claro a su madre que es su persona de confianza de toda la vida y se deja llevar.

¿Cómo ha sido tu vida desde tu salida de 'MasterChef' en 2015 hasta ahora? ¿Has seguido viendo el programa?

La verdad es que sí, incluso más que antes. Me gusta ver el trabajo que siguen haciendo. Ya no solo de la parte que se ve en televisión, sino todo lo que hay detrás. El gran equipo de cámaras, de dirección o de producción. Se podría decir que hablo más con ellos que con mis compañeros de edición.

Para mi vida ha supuesto un cambio radical. Cuando sales del programa sigues siendo el mismo. Lo bonito que tiene MasterChef es que solo te puede cambiar profesionalmente, si tú quieres. Si quieres dedicarte a la cocina es un trampolín que te lanza para que tú crees tu propio futuro. Porque eres tú quien tiene que crearlo, que lucharlo, nadie te regala nada en ninguno de los ámbitos.

Hay que trabajar muchísimo, más incluso, porque el programa te da la fama pero para mantenerte ahí arriba tienes que mover las alas muy rápido. Más que si vas subiendo poco a poco. Si abres un restaurante la gente no va a ir a ver qué tal se come ahí, va a disfrutar, a que le sorprendas. Y por ello tienes que hacerlo perfecto, tienes que gustar.

Son habituales en televisión talents que tienen que ver con disciplinas como el canto, el baile, etc. ¿Compartís los participantes de estos concursos la misma responsabilidad?

La profesionalidad te la da el tiempo, no un programa. Un programa te abre las puertas para aprender, pero no sales siendo ni chef, ni cocinero ni con la formación suficiente como para montar nada. Te tienes que formar. Participar te la la oportunidad de que empieces tu carrera apuntando alto. Y por ello hay que remar muy fuerte para estar a la altura de lo que después espere la gente. En cocina uno no nace, se hace. Puedes nacer con algún matiz que haga que se te dé mejor o peor, pero si no pasas un tiempo determinado en las cocinas, todos los días, no llegarás a nada.

Creo que en todos los trabajos es igual. El que gana un concurso de voz, si no da conciertos, afina ni trabaja todos los días, se va a la mierda. Por eso unos continúan y otros han parado. La televisión te da la oportunidad de ser lo que quieres, pero el tienes que decir si lo eres o no, eres tú.

¿Qué más proyectos tienes entre manos?

Además de las visitas a MasterChef, sigo ligado al programa elaborando las recetas de los concursantes en el canal de Youtube con Miri [MasterChef 5] y Marta [MasterChef 6]. Les damos una vuelta y enseñamos trucos, además de enseñar otros platos sencillos para hacer en casa, con un toque divertido. Uno de ellos es sobre “cómo hacer el bocadillo perfecto”, entre otros ejemplos.

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