Se alza como el diseñador de decorados predilecto del certamen

Florian Wieder, el escenógrafo favorito de Eurovisión

Florian Weider, el escenógrafo favorito de Eurovisión

Alberto Rodríguez

Después de más de sesenta años de certamen, ha quedado suficientemente claro que el festival europeo de la canción tiene mucho de ‘visión’. Con cada nueva edición, las televisiones públicas de los países anfitriones echan el resto para dar a luz escenografías imposibles en vastos pabellones donde albergar a un inmenso público al que dejar con la boca abierta.

Y en esa apuesta por la innovación, en la última década la organización del evento ha demostrado una clara predilección por un diseñador alemán a la hora de crear sus escenarios. Su nombre es Florian Wieder, y junto a su equipo, ha tenido la suerte de participar en el proceso artístico de la escenografía del certamen hasta en cuatro ocasiones incluyendo la presente edición.

La localización escogida para este año, el Centro Internacional de Exposiciones de Kiev, ya está preparado. En la página oficial de Eurovisión se pueden encontrar imágenes de esta arena reconvertida para la ocasión con infinitos paneles LED en pleno funcionamiento. Wieder afirma que gracias a la movilidad de los paneles, cada artista contará con su propia escenografía. ¿Qué mejor forma de ‘celebrar la diversidad’? Sin duda, esto supone una vuelta de tuerca más en la carrera por ofrecer a los seguidores de Eurovisión la mejor experiencia posible.

El sello distintivo de Wieder es la creación de espacios faraónicos que impactan visualmente por su grandeza y amplitud. A continuación hacemos un breve análisis de cada uno de sus trabajos para Eurovisión:

1. El ‘SPRIT Arena’ de Düsseldorf (Alemania) en 2011

Seis semanas fueron necesarias para reconvertir este estadio de fútbol en el montaje que finalmente se vio en pantalla: un escenario principal comunicado a través de pasarelas LED con otro más pequeño en el corazón del estadio. Precisamente, el símbolo que hizo la representante alemana Lena el año anterior al anunciar su victoria en Oslo. Con el eslogan ‘siente el latido de tu corazón’, las cerca de 50.000 personas que disfrutaron de ese ambiente vivieron la victoria de los representantes de Azerbaiyán en un mar de emoción colorista digna de la Eurovisión del siglo XXI.

2. El ‘Baku Crystal Hall’ de Azerbaiyán en 2012

Pastora Soler nos emocionó en un colosal escenario, el cual, tuvo la suerte de compartir con Loreen y su ‘Euphoria’. Esta palabra define a la perfección el ánimo del país organizador de ese año, que no dudó en construir este estadio en plena bahía de Baku para inaugurarlo con el festival. Al inicio de la gala se mostró un timelapse donde se podía ver la construcción durante meses en apenas sesenta segundos. Y previamente a cada actuación, se proyectó la bandera del país participante en la fachada cóncava del complejo.

3. El ‘Wiener Stadthalle’ de Viena (Austria) en 2015

Si bien no es el más grande, el escenario sobre el que voló Conchita Wurst impresionó por la originalidad de su forma, ya que en él, 1.288 pilares LED se movían para componer la escenografía final: un ojo que representaba la transición entre pasado, presente y futuro. En el maravilloso número de apertura de la gala, esas esferas creadas –de nuevo- por el equipo de Florian Wieder se reorganizaron para formar dos alas de fénix, animal mítico inherente a la victoria de Conchita y responsable de que Viena celebrara el sexagésimo aniversario de Eurovisión.

Faltan sólo un par de semanas para que Manel Navarro, nuestro representante de este año, pise el escenario del Centro Internacional de Exposiciones de Kiev. A falta de saber si interactuará mucho con los elementos que la televisión ucraniana ha puesto a su disposición, lo que sí se conoce es que pretende aportarle un aire intimista y sencillo a su actuación. El año pasado la falta de recursos gráficos impactantes le pasó factura a Barei. ¿Surtirá mejor efecto la estrategia esta vez?

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