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'La casa de papel' ha seducido a medio mundo... ¿y a la crítica internacional?

La casa de papel / Money Heist

Lorenzo Ayuso

La revolución de La casa de papel, ya lo sabíamos, alcanzó magnitud inusitada cuando Netflix la incluyó en su catálogo, reavivando una ficción inicialmente concluida y elevándola a los altares de la ficción mundial. Llegaría el Emmy Internacional, los halagos de figuras de la talla de Stephen King y los hitos cuantitativos que se apuntó la multinacional.

El estreno de la Tercera Parte, el 19 de julio, ha refrendado el apoyo del público internacional a la banda de ladrones liderada por El Profesor. Sin ir más lejos, la compañía de streaming hacía públicos con orgullo los datos de visionados que la creación de Álex Pina había conseguido hasta la fecha: 34 millones de suscriptores habrían visto la nueva entrega durante los primeros siete días de disponibilidad en el catálogo de la plataforma (siempre según las cifras de la compañía), marcando un récord para una serie de habla no inglesa; en algunos países, ya se ha convertido en la ficción más exitosa de la plataforma, independientemente del idioma.

Este recibimiento ha sido igual de positivo para la crítica especializada española, que ha aplaudido de forma unánime la nueva propuesta. “Álex Pina y Jesús Colmenar no han perdido el rumbo de la historia, 'solo' se han limitado a hacer lo que ya hicieron en Antena 3: sacar el máximo partido de los medios que tenían a su disposición. Que en este caso son muchos”, apuntaba nuestro compañero Pedro Zárate sobre el reinicio de la nueva y más grande aventura.

Ahora bien, acostumbrados como estamos a leer elogios en nuestro país, olvidamos que el alcance global de Netflix también implica llegar no solo a nuevos públicos sino a nuevos prescriptores, a nuevos especialistas en ficción a los que antes no hubiera llegado la serie y la descubren con ojos tal vez distintos a los nuestros.

En un momento en que la ficción patria se exporta con tanta facilidad y, en ocasiones, con tanta boato como fue el caso de otra producción originaria de Atresmedia como Presunto culpable o de Gigantes, de la que se escribieron exaltados elogios en Variety, La casa de papel debiera entenderse como el paradigma; al menos así lo entendemos en España. ¿Opinan lo mismo más allá de nuestras fronteras?

“Un glorioso 'Peaky Blinders' con tapas y subtítulos”

En términos generales, Tokio, Nairobi y compañía han sabido robar el corazón de los críticos independientemente del país donde se localicen. De hecho, cuesta encontrar reseñas verdaderamente negativas a la ficción bandera de Vancouver Media. Sí podemos señalar algunos matices: mientras en América parecen cegados por los méritos de Money Heist (título internacional), en Europa la mirada es algo (solo algo) menos entusiasta.

El incremento presupuestario, el mayor scope, es visto como un caramelo envenenado que corre peligro de pegarse al paladar de la ficción. Euan Ferguson, para The Guardian, expresa estas reticencias en un texto por otro lado eminentemente positivo. El crítico había colocado la ficción española en el quinto puesto de su particular ranking de televisión de 2018.

Tras degustar los ocho nuevos episodios, “estoy encantado tanto por el hecho de que retorne con una tercera tanda como por comprobar que mi fe en ella no estaba fuera de lugar”, dice. “Pero también aparece haber sido víctima de su propio éxito”, añade aludiendo a la dispersión de la trama en diferentes puntos del mundo. “Está despilfarrando un montón (y no hablamos solo de la banda)”. “Pese a gastar más de la cuenta”, reconoce, “no se ha perdido nada de la atmósfera claustrofóbica: sigue siendo un glorioso Peaky Blinders pero con tapas y subtítulos”.

Entre la acción espectacular y la textura política

El comentario de The Guardian es la tónica para otras críticas de países cercanos, donde podemos encontrar algunas firmas cuya dureza varía. La italiana Claudia Gagliardi, de Optima Magazine, sería una de las opiniones más estrictas. Esta periodista insiste en que la nueva etapa mantiene los muchos aciertos ya existentes, pero no revierte sus lagunas previas: “Hay muchos defectos que impiden a La casa de papel entrar en ”La liga de la campeones de las series“, porque siempre parece estar a punto de caer en una mezcla de película de acción y tramas de telenovela pese a los aires de grandeza de esta temporada... O tal vez incluso gracias a ellos”.

La mala consideración que la anterior hace del género de acción no es compartida, sin embargo, por todos. “Ninguna película de acción de Hollywood podría haber sido mejor dirigida”, aplaude la alemana Juliane Klein (Citizen Z). Pese a la “pérdida de factor sorpresa”, esta se muestra más que satisfecha por el resultado global: “No tenemos nada demasiado nuevo”, afirma, que sí aplaude el esfuerzo de los guionistas por conseguir dar una vuelta al concepto.

“Aunque la serie no fuera planeada originalmente con tanto detalle, los creadores ha conseguido seguir construyendo la historia sin que parezca que la están manteniendo con vida artificialmente”, elogian desde Helden der Freizeit. Volviendo a Citizen Z, esgrimen motivos para secundar esta idea: “La dificultad del robo no solo ha aumentado. También introducen nuevos temas, que ya habían sido tratados brevemente en las anteriores temporadas, y que ahora reciben nueva atención”.

Ahí está la cuestión ideológica que el prestigioso Spiegel señala sobre esta Parte 3, que por otro lado “recomienda encarecidamente verla de un atracón”: “Estos ladrones han estado siempre muy preocupado de su imagen pública [...] El atractivo de la serie residía en el hecho de que el público simpatizara con los autoproclamados Robin Hoods [...] Esto continúa en la tercera temporada. No es difícil ponerse del lado de los criminales. Y sin embargo, mucho ha cambiado: ahora el deslumbrante doble filo entre delincuentes y terroristas es mucho mayor”, aprecia Charlene Optensteinen.

A su juicio, “la serie tiene un tinte mucho más político”: “Al final de la segunda temporada, el líder de la banda señaló la fusión entre política y economía cuando decía que ellos hacían lo mismo que el Banco Central Europeo, solo que en su caso se llamaba robo en vez de inyección de liquidez. Ahora, es más explícito: 'Desafiamos el sistema, decimos que ya basta'”.

“Construye la tensión de forma fabulosa”

Curiosamente, mientras que en Europa la crecida en los valores de producción eran vistos como un peligro, en Estados Unidos y Latinoamérica se ha apreciado un uso más que modélico de los nuevos medios a disposición.

La casa de papel es reluciente, más parecida a una película de acción grande y lustrosa”, indica Kevin Lever (Tell-A-Tale-TV), que se descubre ante los elaborados movimientos de cámara y a la energía de las secuencias de acción. “La previa al robo construye la tensión de una forma fabulosa, la escala es mucho mayor y todo parece más y más peligroso”.

Desde Forbes son mucho más escuetos pero igualmente claros: “La intriga, la audacia y el humor de sus variopintos personajes, la acción, el suspense y el argumento tan original te mantendrán pegado a la pantalla”, promete Veronica Villafañe, que aún va más allá: “Este puede ser el atraco más ingenioso que se puede imaginar”. “La casa de papel es la mejor serie que actualmente tiene Netflix”, resume Christy Aho para Inquirer.

Pasando a Latinoamérica, además, el patrón se repite: “Una regla no escrita dice que el éxito de una saga depende de la repetición sucesiva de determinadas características de los personajes principales. [...] Sin embargo, acá está La casa de papel para patear el tablero, barajar y dar de nuevo”, aplauden desde el diario argentino La Nación. “Habiéndose pervertido el status quo de las primeras dos temporadas, y con un presupuesto generoso que contribuye a la espectacularidad, presenta desde su inicio un ritmo frenético y sostenido, muy superior a la experiencia anterior”.

Clarín, por su lado, califica esta Parte 3 como “la mejor de las tres entregas”. “Daría la impresión de que se está amasando una gran guerra de enormes dimensiones”, anotan, en alusión, como Spiegel, a las consignas políticas cada vez más acusadas: “Los conceptos casi anárquicos de resistencia, crítica al sistema y rebelión, que se habían visto en las entregas anteriores como una manera de justificar el atraco y de poner a este grupo del lado de los buenos, ahora toman más fuerza”.

Palermo, “un personaje único que parece haber estado siempre”

Esta tercera temporada también cuenta con otro elemento de interés que es especialmente señalado en los medios argentinos: Rodrigo de la Serna, incorporación de la nueva tanda en el rol de Palermo. Y si la prensa ya se había acostumbrado a loar el desempeño ante las cámaras de Álvaro Morte, Pedro Alonso, Itziar Ituño o Alba Flores (cuya labor vuelve a ser destacada), esta nueva adición al grupo ha sido recibida con simpatía. No en vano, muchas cabeceras anglosajonas han dedicado perfiles al intérprete, al que vimos hace apenas un año en Yucatán de Daniel Monzón. Oprah Magazine, News Groove, y foros online en Reddit hablan de él como “lo mejor de la temporada”.

“Martín, el Ingeniero, luego bautizado como Palermo, es el personaje que encarna con pericia el actor argentino. Era amigo de Berlín y su muerte lo destruyó. Sin embargo, acepta sumarse al grupo y aporta el nuevo y excéntrico plan. Desfachatado, enérgico y muy argentino, De la Serna quiebra una cierta monotonía y llena de matices a la ficción”, señala también Clarín.

El actor no solo recoge elogios de sus compatriotas. “Palermo impresiona muchísimo”, dicen desde el medio vietnamita Next Phim. “Es un personaje único que enseguida se amolda al resto del reparto, como si hubiera pertenecido a este desde el principio”, apunta Tell-A-Tale.

Pero en general, sobre el grupo de artistas recae el peso de la responsabilidad de que la ficción enganche: “Como ocurre con Juego de tronos, La casa de papel cuenta con un elenco muy potente que genera simpatía y preocupación por cada uno de sus personajes”, indica el medio indonesio Cultura. “Son personajes definidos y multidimensionales, con los que es fácil empatizar. La audiencia no volverá por la historia, sino por reencontrarse con ellos”.

“En resumen, Money Heist cumple con todas las promesas que sus artífices realizaron, y todo lo que pueden esperar los espectadores de un thriller. Lo que ofrece es un entretenimiento que te pega al siento realizado con maestría y un dramatismo implacable”, indican desde el portal Binged de India. El veredicto es el mismo que el del resto del mundo. “Muy recomendable”.

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