ENTREVISTA VERTELE

Lara Álvarez: “Supervivientes lo tiene todo para funcionar, este año vamos a muerte”

Lara Álvarez en la presentación de Supervivientes 2018

Laura Pérez

¿Cómo afrontas tu cuarto año en Supervivientes?

Sorprendentemente estoy más serena que nunca, dentro de que soy consciente de toda la responsabilidad que tengo este año. Todos los años la he tenido, pero hay especiales ganas de Supervivientes y mucha expectación con lo que va a pasar. Voy muy neutral en todos los sentidos para dejarme sorprender por la experiencia de este año, no quiero ir con ninguna idea preconcebida ni esperando nada.

Tu discurso de despedida del año pasado sembró muchas dudas sobre un posible cambio de localización o sobre tu ausencia en esta edición. ¿A qué se debió?

No entendí muy bien lo que pasó, igual no me supe explicar bien. En ese discurso me refería al cambio que pasa cada año en este concurso... Llevaba tres años y siempre ha sido diferente para mí, siempre ha sido un reality de cambios, de evolución, de todo. No solo en cuanto a cambios de localización, de irnos a un sitio u otro, sino que cada año cambian los concursantes, el equipo y también nosotros evolucionamos. Se malinterpretó o no supe explicarme, pero no iba por irnos de Honduras o por dejar yo el concurso. Aquí estoy y con más ganas que nunca.

Como dices, cada edición es única. ¿Qué vivencia personal o experiencia que te marcase te has llevado para siempre de las ediciones anteriores?

Por supuesto me llevo a las personas que trabajan allí. Me han enseñado lo que es arrimar el hombro con una sonrisa y trabajan muy duro. Trabajamos allí de una forma que me encantaría que alguna vez se viera porque son horas, horas y horas de gente de taller haciendo los juegos, de producción, de dirección, de todo el mundo haciendo piña para que el programa salga adelante... Además es mucho tiempo, en condiciones que no son fáciles tampoco para nosotros porque también nos “comemos” las tormentas y el calor, y los directos son complicados.

Personalmente lo que más he aprendido es a estar sola, a disfrutar de estarlo y a hacer que el tiempo de descanso sea productivo para mi vida fuera de Supervivientes. Es un reality que te absorbe. Profesionalmente me llevo las ganas de tener una evolución constante. Dentro de que es el mismo programa, yo espero no ser siempre la misma presentadora. Quiero crecer, dar pasitos hacia adelante. Por eso digo que en esta ocasión quiero ir sin expectativas para que me sorprenda la experiencia.

¿Qué no ha faltado este año en tu maleta?

No me faltan libros, que de hecho he agradecido muchísimo a Sandra [Barneda] que me haya regalado el suyo, que sale publicado dentro de poco y me lo voy a devorar.

Tampoco me falta la cafetera, que me da la vida en Honduras, y este año además me llevo fotos. No lo había hecho los años anteriores y voy a llenar mi casa de fotografías, que al final es lo que hace que tenga hogar. Es mucho tiempo y si tienes esos espacios para ti que te recuerdan lo que tienes aquí te ayuda.

Como dices son muchos meses volcada 100% en el proyecto y alejada de tu vida de aquí. ¿Qué te motiva cada año a volver a irte?

Es una experiencia agridulce. Siempre que me voy lo hago con un poquito de pena por pensar que es mucho tiempo, es muy duro... y luego cuando estoy allí me meto en otra vida. Es como un mundo paralelo, se monta una burbuja. Es tan gratificante luego cuando se cierra La Palapa y llego aquí, que es ese recuerdo hace que vuelva encantada al año siguiente.

¿Qué novedades presenta la edición de este año en lo que a ti respecta?

Hay nuevos conceptos importantes en el programa, también nuevas localizaciones, juegos distintos para que no vengan con pistas de ediciones anteriores... Y también los estilismos serán diferentes. Es un Supevivientes más cañero, viene calentito.

¿Qué opinas del casting de este año? ¿Quién crees que puede dar más juego?

Me parece un grupo muy distinto a lo que hemos tenido hasta ahora. Hay un perfil más maduro de concursantes como Francisco, Mayte Zaldívar, Raquel Mosquera... Creo que por el tipo de nombres se presta a que la gente prejuzgue, y eso va a dar la sorpresa. La gente prejuzga al personaje, pero no conoce al superviviente y siempre hay sorpresas.

Supervivientes lleva al extremo a los concursantes y nos muestra una cara de ellos que no conocemos. ¿Qué concursante es el que más te ha sorprendido en las ediciones anteriores? ¿Quién crees que va a sorprender más en ese sentido este año?

Es complicado, yo siempre digo que hay que echarle mucho valor para ser simplemente concursante, aunque sea solo una semana. El hecho de dar el OK a meterte en este formato... hay que pensárselo mucho. No puedo quedarme con uno, cada uno evoluciona en la capacidad que tiene. Hay gente que no se ha prestado a vivir la experiencia, pero los que sí lo han hecho ha sido brutal.

Recuerdo el caso de Alba Carrillo el año pasado, al principio no soportaba estar allí, no lo disfrutó, estaba fatal con todo, y al final no se quería ir, estaba feliz, hizo migas con todo el mundo, daba todo en las pruebas... es uno de los ejemplos, pero puedo decir muchos nombres. También Nacho Vidal, Chabelita... que fue una sorpresa viniendo desde el primer momento a por todas, Juan Miguel... les guardo un cariño muy especial a todos.

Supervivientes es el reality que mejores datos da a la cadena, y ha sido imparable en las últimas ediciones. ¿Qué expectativas tienes con la acogida a la nueva edición?

Espero de corazón que funcione igual de bien que siempre porque es un reality auténtico, y creo que eso la gente lo valora. Hay muchas ganas de Supervivientes por parte de la gente, por la calle me preguntan mucho. El secreto de este reality es que no hay trampa ni cartón, todos pueden ver la evolución no solo mental o como concursante, también la evolución física, y eso impone... Hemos tenido participantes que han perdido 21 kilos en tres meses. Creo que es un formato que lo tiene todo para funcionar, y este año vamos a muerte.

Hablas de la evolución física, y cada año el caso de algún concursante rescata ese run run

Recuerdo el caso de Chabelita, que fue súper comentado. Antes de entrar explicó que es una persona que no come apenas, que por su manera de vivir no ingiere mucha comida. Pero es un caso raro, a mí ya no me llega la pregunta de '¿pero comen detrás?', porque es radical el cambio que se ve.

Además, nosotros no podríamos tener un concurso como Supervivientes si hiciéramos trampa por detrás, porque cuando se tuvieran que poner a hacer las pruebas después de una noche de lluvia, de estar agotados... ¿les pones a hacer un juego y crees que te lo van a jugar? Si ya les vas a dar comida no lo hacen. Y ese es el truco, que es real. Eso se ve en la evolución de los juegos, al principio no se pelean tanto y es un poco más de coña y luego se matan por cualquier cosa, aunque sea un trozo minúsculo de plátano. No hay trampa ni cartón.

Excepto en el caso de Rosa Benito, suelen ganar los concursantes con un caché más bajo: Abraham, Christopher, Jorge, José Luis... ¿A qué crees que se debe? ¿Abrirías la puerta a un Supervivientes con anónimos como antaño?

No lo sé, no soy experta en este tipo de decisiones, pero sí que creo que una de las cosas buenas que ha tenido Supervivientes -por lo menos desde que estoy yo- es que se ha premiado la supervivencia. En el fondo no es tanto el personaje, sino la capacidad que ha tenido de desarrollar su parte de superviviente, de aportar a la convivencia, de pescar, hacer fuego, involucrarse en las pruebas... ese ha sido el perfil de los últimos ganadores.

Recientemente despedisteis Dani&Flo, ¿qué balance haces de la experiencia?

Hago un balance muy bueno. Era otro registro y trabajar con Dani, Flo y todo el equipo, Nacho, María, Cris, dirección, producción, redacción... ha sido una suerte. Me lo pasé muy bien, disfruté muchísimo del formato. Por una cuestión de audiencia se canceló, pero desde luego lo que me llevo de ese programa es el buen hacer del equipo y la pelea hasta el último minuto por sacar adelante un formato por el que se apostó en su momento y al final, por las circunstancias, no funcionó.

¿Qué crees que ha faltado para conseguir enganchar a una audiencia mayor?

No lo sé, no tengo ni idea... ojalá lo supiera. Imagínate que no lo sabe ni la gente que entiende. Al final lo que también cuenta es la sensación de haber tenido un maravilloso equipo que se ha dejado la vida para que esto funcionara.

Sin otra edición de Gran Hermano en el horizonte, y con el VIP todavía lejos, ¿cómo se presenta tu año en Mediaset una vez termine Supervivientes?

No tengo ni idea, estoy abierta a cualquier cosa que me proponga Mediaset. Estoy muy feliz en esta casa, es mi casa ya, y tengo mucha confianza en que cualquier proyecto en el que decidan apostar por mi voy a dar el 300% y va a ser positivo. Hasta ahora ha sido así, han hecho una elección fantástica para mí.

¿Hay expectativas de lanzarte con un programa propio? ¿Qué te gustaría?

Me siento muy fuerte profesionalmente y personalmente, y no sé si es tanto la sensación de estar sola o no, sino la de hacer cosas nuevas que también lo agradezco... pero porque me gustan los retos, no porque me sienta encasillada en Supervivientes. Me encanta este programa y es el formato de mi vida, pero me gusta la sensación de hacer cosas nuevas, como cuando surgió lo de Dani&Flo, o lo de irme con Calleja, que a partir de ahí me he enganchado a hacer cosas de aventura y de adrenalina.

Soy una afortunada en mi trabajo, tengo el mejor trabajo del mundo porque me divierto haciéndolo. Lo que llegue por parte de Mediaset va a ser bienvenido.

Estos meses te hemos visto ponerte más a tope con la música, e incluso cumplir un sueño con Beatriz Luengo. ¿Empiezas a planteártelo como una vía profesional o sigue siendo un hobbie?

Disfruto muchísimo de la música, vivo con música, me levanto ya con ella por la mañana. Beatriz es una mujer increíble, personal y profesionalmente. Siempre he seguido su música, tuve la suerte de conocerla y es maravillosa, fue un regalo... pero yo profesionalmente creo que no me atrevería nunca... no lo sé, tampoco te puedo decir esto porque la vida da muchas vueltas, pero en principio no está en mi cabeza la idea de hacerlo porque sé mis limitaciones. No soy cantante ni estoy preparada para ello. Es un hobbie, lo disfruto, lo comparto con la gente, pero ya.

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