Especial Vertele

“El Milagro”: religión y ciencia libran en Sky una batalla cargada de intimidad

El milagro

Pedro Zárate

Religión y ciencia han librado multitud de batallas en el terreno televisivo. Algunas de ellas de indudable relevancia como Perdidos, que encontró en esta disyuntiva gran parte de su ser. De entre aquellos “hombres de ciencia” y “hombres de fe” que retrataron en su día Carlton Cuse y Damon Lindelof, hubo unos que abrazaron y otros que negaron aquella idea que la isla no dejó de remarcar: que lo real y lo extraordinario pueden coexistir en un mismo universo.

De forma mucho más modesta y sin acercamiento alguno a la ciencia ficción, Sky lanza el mismo mensaje con El Milagro, drama italiano de 8 capítulos que la plataforma estrenará bajo demanda en España el martes 22 de enero. Aquí el humo negro, la escotilla y los saltos temporales dejan paso a la figura de una virgen que llora sangre sin cesar. Un hallazgo producido durante una operación policial y que solo unos pocos conocen de primera mano. Entre ellos el Primer Ministro transalpino, que cuenta los días para enfrentarse a un referéndum sobre la continuidad de Italia en la Unión Europea.

Una convulsa situación política que obliga a llevar este caso con absoluta discreción. De ahí que los principales implicados sufran en soledad los cambios que este inexplicable fenómeno producirá en ellos, iniciando un viaje introspectivo en el que intentarán poner en orden sus propias vidas.

Un Primer Ministro en apuros y un oscuro párroco, protagonistas

Creada y dirigida por el escritor Niccolò Ammaniti, El Milagro cuenta con una cuidada estética y un aroma neorrealista que han hecho las delicias del público italiano, que el año pasado la convirtió en uno de los títulos revelación del 2018. Ahora aterriza en nuestras fronteras con el objetivo de repetir éxito con un abanico de personajes encabezado por Fabrizio Pietromarchi (Guido Caprino), un Primer Ministro tan escéptico como humano. Un hombre de buen carácter que buscará respuesta en Marcello (Tommaso Ragno), un párroco que solo proclama la palabra de Dios en apariencia, pues hace tiempo que se alejó de ella para dirigirse hacia la autodestrucción.

Ambos son los encargados de llevar sobre sus hombros el peso principal de esta serie dramática, presentada ayer en Madrid ante los medios de comunicación. Durante la rueda de prensa, a la que asistió Vertele, Ammaniti contó que fue la misma soledad que sienten sus personajes la que le llevó a aparcar temporalmente la literatura para lanzarse a esta aventura. “Escribía solo y cada día me volvía más triste y desquiciado” aseguró el escritor, que por consejo de su psicólogo se convirtió en director de ésta su primera serie..

Y aunque reconoció que “ha sido muy divertido hacerla”, también dijo que le había “cansado mucho” por dos motivos. El primero, tener que responder a preguntas que le hacían “continuamente” en el set de grabación. Y segundo, responder a las mismas con un sí o un no. “[Bernardo] Bertolucci me dio el consejo de no responder, sino levantarme e irme. Fue un buen consejo” desveló Ammaniti, que aun así tiene una serie y un libro nuevo en camino.

Grandes preguntas sin responder sobre el sentido de la vida

Ni uno ni otro proyecto tienen relación alguna con El Milagro, planteada para no ir más allá de estos 8 primeros capítulos. “El Milagro termina con grandes preguntas sobre el sentido de la vida y la fe. Y para que la fe exista necesita el misterio. Está serie plantea cuestiones sobre la fe, y si las respondes quitaría el misterio” defendió sobre su obra, concluyendo que, en caso de retomarla, “sería mejor hacer una precuela que una secuela”.

La continúe o no, la historia de El Milagro “no refleja el sentir de Italia” por mucho que haya anticipado ese referéndum que ahora pide un sector de su país. “Cuando lo escribí no pensaba que fuese plausible para nosotros, aunque con este gobierno...”, señaló Ammaniti. La serie, a su juicio, no es más que un relato íntimo de “7 personas que se enfrentan a algo fuera de su alcance”.

Una de ellas es la primera dama, Sole Pietromarchi, una mujer atormentada que ve cómo su matrimonio carece de la magia de antaño. “Mi personaje es completamente impredecible. Es un agujero negro de soledad, falta de atención y amor ”, nos contó la actriz Elena Lietti, también presente en la rueda de prensa.

Es precisamente ella quien dio la clave de lo que es, a grandes rasgos, El Milagro: “No es una serie inocua o que se pueda ver durante la cena. Te induce a poner muchas cosas en tela de juicio”. Efectivamente, El Milagro no es para todos los públicos, y tampoco lo pretende. Desde el principio deja claro que aquellos que busquen algo ligero, accesible y de ritmo trepidante aquí no lo encontrarán. A cambio estarán ante uno de sus dramas intimistas que te invitan a ir más allá de su visionado y reflexionar, con la religión como excusa, sobre todo aquello en lo que creemos. Y con cameo de Javier Cámara incluido.

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