Televisión pública

RTVE recupera el 'Quién sabe dónde' sobre el crimen de Alcàsser por el eco del documental de Netflix

Paco Lobatón en 'Quién sabe dónde'

Redacción

El caso Alcàsser ha vuelto en las últimas semanas a la primera plana, 26 años después, por la miniserie documental que Bambú Producciones y Netflix han realizado sobre este crimen. Eso mismo ha llevado a RTVE a recuperar, de entre sus archivos, el programa especial de Quién sabe dónde realizado desde la localidad valenciana.

“Un programa complejo por lo que se contó. Recuerda con nosotros aquellos momentos que marcaron el relato informativo”. Emitido el 28 de enero de 1993, la producción del espacio dirigido y presentado por Paco Lobatón se desplazó hasta la ciudad con motivo del hallazgo de los cadáveres de Míriam, Toñi y Desirée (con edades comprendidas entre los 14 y 15 años).

“Más allá de un planteamiento informativo y periodístico, nosotros que hemos acompañado a estas familias en la búsqueda desde el comienzo hace 75 días, queríamos estar aquí. El pueblo entero está en la calle. Han acudido a lo largo de la jornada, y ahora que la noche se ha cerrado, el ayuntamiento sigue abierto y el pueblo sigue apiñado”, abría esta emisión especial el periodista.

“Nunca debería haberse emitido la entrevista a la abuela”

La recuperación de este programa viene acompañada de una nueva entrevista a Paco Lobatón en RTVE.es. El profesional (que ya reflexionó para VERTELE sobre las consecuencias televisivas del caso) hace autocrítica con respecto a esta emisión, que servía de colofón para una continuada cobertura de la investigación en paralelo a la que en Antena 3 hizo el programa de Nieves Herrero De tú a tú. En concreto, reconoce que se equivocó al haber emitido en este especial el testimonio en caliente de la abuela de Toñi, que hablaba de matar a los culpables (este total se mantiene dentro del archivo publicado en YouTube por RTVE).

“Lo que hicimos, lo que yo hice como presentador y como subdirector entonces de QSD, lo hice en conciencia. Ir a Alcàsser para compartir el duelo con las familias de las tres niñas y con la audiencia era la consecuencia lógica y obligada de lo que habíamos hecho durante los 75 días de búsqueda. Sí es cierto que aquel día de enero todo ocurrió con demasiada aceleración y pocos medios. Y una de las consecuencias fue ese vídeo que nunca debería haberse emitido; sí, ese es un motivo clarísimo para la autocrítica.

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