VERTELE, en la presentación

Viaje a las entrañas de Planet Horror, plataforma de género pionera de AMC para albergar sustos inéditos

Viaje a las entrañas de Planet Horror, la nueva OTT dedicada por entero al terror

Lorenzo Ayuso

Tendría que matarte”. Con esta frase, que bien pudiera salir de labios del psychokiller emprendedor de Intruso en la noche, han tratado de sortear las preguntas más afiladas los responsables de Planet Horror, el nuevo servicio de vídeo bajo demanda dedicado en exclusiva al cine de terror en España. Una iniciativa pionera, disponible de este mismo martes 11 de junio, pero con tanto margen de crecimiento como un Jason Vorhees prepúber.

Surgida de la sinergía entre AMC Networks International Southern Europe y el sello de distribución doméstica RedRum, con la que saciar a los cinéfagos sedientos de delicadezas de casquería artificial, a la par que reivindica al propio género no solo como un “nicho” sino como un género abierto al consumo generalizado.

Nada mejor para ese afán que su precio, 19,99 euros en un único pago anual (limitados a una sola pantalla) para acceder, desde este mismo martes 11 de junio, a un catálogo que aspira a contar con 200 títulos de todo calibre, con especial atención a las propuestas que más barullo generen en el circuito de festivales internacional así como a esos clásicos imprescindibles que corrían peligro de quedar sepultados para siempre.

Todos los contenidos de Planet Horror, el streaming 100% de terror de AMC 360

'À l'interieur' o 'El ciempiés humano', terrores en exclusiva

Esas premisas se intuyen al internarse por vez primera en la oscuridad de la videoteca seleccionada para la inauguración, donde sobresale À l'intérieur de Alexandre Bustillo y Julien Maury, punta de lanza (o mejor, de cuchillo) de la casta de extremismo francés alumbrada durante la pasada década, y que no llegaría hasta casi nueve años después de su estreno a España en una edición doméstica ciertamente dudosa y sin doblaje castellano. Algo que ahora solventa Planet Horror, que dará oportunidad a disfrutar (sic) de este filme en HD y con pista de doblaje realizada para la ocasión.

En similares condiciones se presentarán, progresivamente, obras inéditas en el circuito comercial español y en cualquier otra plataforma como la trilogía El ciempiés humano de Tom Six, la aplaudida Goodnight Mommy o el catálogo de la Full Moon (con la franquicia Puppet Master como principal reclamo).

La pretensión es hacer de cada adición a la plataforma un evento social entre la comunidad de suscriptores. El apoyo de la audiencia a través de las redes es prioritario y a promoverlo irán los principales esfuerzos de sus principales titiriteros en la sombra, Manuel Balsera, director general de AMC Networks International Southern Europe; y David Fernández, CEO de RedRum. Ambos han insistido en el carácter “exclusivo” que terndrán esos lanzamientos. “Hay muchas plataformas no especializadas, pero nosotros queríamos hacer algo especial y marcar la diferencia”, postulan.

El responsable de AMC explicaba sus intenciones aludiendo a lo que recientemente ha propuesto el mismísimo Steven Spielberg: apenas dos días antes de la puesta de largo de este servicio, había trascendido que el director de El diablo sobre ruedas estaba escribiendo una serie “terrorífica” para la plataforma digital Quibi, con el aliciente de solo poder ver sus capítulos a partir durante unas horas limitadas y siempre a partir de la medianoche, para generar el ambiente idóneo. Como por pre-cognición, se había estipulado con anterioridad que los lanzamientos de Planet Horror sean semanales y ubicados en la noche de los jueves. “Es un placer empezar una plataforma y que nos esté copiando Spielberg”, decía Balsera.

Un servicio en continuo desarrollo y envuelto en misterio

Esa misma ambición por causar impacto por otro lado, servía a estos para justificar la escasez de información sobre el volumen de contenidos y el espectro que recorrerán. Entre las pocas certezas, la condición de espacio dedicado en exclusiva para el cine (“no descartamos series si encajaran con nuestro espíritu”, matizaban luego ambos ejecutivos); y su carácter independiente de Dark, la marca temática dedicado al horror con el que ya cuenta AMC.

“Esta apuesta es muy concreta”, remarcan. No obstante, hay que reconocer poca concreción en sus palabras. “Queremos mantener el misterio”, repetían cuando se pedía información más detallada. Como las sagas más famosas que el género ha dado a lo largo de su historia, apuestan por quedar abiertos y no cerrarse de inicio ninguna posibilidad. La misma presencia de Ángel Sala como presentador del evento ha hecho pensar en futuribles colaboraciones con el Festival de Sitges (algo sobre lo que no han querido abundar, más allá de reconocer las buenas relaciones entre las partes) y con otros acontecimientos similares, como el FANT Bilbao, el Nocturna Madrid o el Fancine de Málaga.

De momento, también rehúsan hablar sobre la posibilidad de encarar formatos de producción propia con los que complementar su oferta, como sí hace Shudder, el servicio de suscripción de género con el que cuenta AMC para países anglosajones, que en el último año ha estrenado programas y docuseries como Horror Noire o The Last Drive-In with Joe Bob Briggs. Aunque pretenden generar contenido que sirve como “valor añadido” a su oferta, quieren distinguirse de cualquier otra marca que exista incluso dentro del cosmos de la compañía televisiva.

Y en esa búsqueda de singularidad, la interfaz adquiere tal importancia como la máscara de un psicópata: “Una de nuestras obsesiones es que tiene que ser extraordinariamente sencillo encontrar algo que quieras ver, porque muchas de las plataformas tienen un catálogo que se ha vuelto inmanejable”.

Las primeras imperdibles de un catálogo aún larvario

Habrá que aguardar todavía para que los grandes monstruos se dejen ver en Planet Horror. Para quien ceda a sus instintos, el repertorio está conformado por un buen puñado de exploits (Clowntergeist, Shark Piranhas, Clown Town), entre los que brillan clásicos que pertenecían al dominio público (La noche de los muertos vivientes, La mansión de los horrores o El último hombre sobre la tierra, en versiones coloreadas ya editadas por Tema Distribuciones); destellos de la Full Moon como El foso y el péndulo de Stuart Gordon y Doctor Mordrid (adaptación bastarda de Doctor Extraño con un impagable Jeffrey Combs); ejemplos lustrosos del terror británico de los sesenta y setenta como S.O.S. El mundo en peligro, Doctor Terror o El inquisidor; producciones patrias recientes como Verano rojo, La hermandad o Vampyres; o gemas como la nórdica Déjame entrar o la perversa El cuerpo y el látigo de Mario Bava (que hasta ahora solo contaba con una edición limitada en Blu-ray a cargo de Regia Films).

Cuenta AMC que entre 2015 a 2018 el número de películas de terror estrenadas en salas españolas aumentó un 65%, mientras su recaudación en taquilla se disparó, hasta casi duplicarse en ese mismo periodo. Déjame salir, It o La monja han probado su letalidad en las grandes superficies, mientras en la pequeña pantalla se multiplican las amenazas, con ejemplos recientes como Black Summer, Lo que hacemos en las sombras, NOS4A2 o las nuevas historietas de Creepshow que ultima Greg Nicotero. En esta tesitura, la exploración de este nuevo satélite es un riesgo más que comprensible.

De momento, asomarse a su catalogo aún no da todo el miedo que uno puede aguantar, pero la sola idea de tener un espacio que albergue tantas perversiones por tan módico precio debería animar a los potenciales suscriptores a habitar este Planet Horror. Queda pues quienes detentan el mando sepan explotar sus recursos para que haya quien mate o muera por ellos.

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