Hablan de 'estafa' y 'vejaciones'

¿Una asociación de restaurantes disconformes con 'Pesadilla en la cocina'?

¿Una asociación de restaurantes disconformes con 'Pesadilla en la cocina'?

'Pesadilla en la cocina' de laSexta, aunque tiene como objetivo ayudar a restaurantes en peligro, parece que no todos quedan satisfechos con el resultado.

Manoli, la “vidente” del restaurante Irlanda de Ferrol que visitó Alberto Chicote, asegura que van a hacer una “denuncia conjunta con otros 22 empresarios” disconformes con el paso del programa, según la Opinión de Zamora.

“En el programa solo se puede lucir Chicote y no nos enseña nada de cocina”

La idea de asociarse con otros restaurantes descontentos con el resultado del paso de Chicote se gestó tras la emisión de #PesadillaZamora en el que la propietaria del Café Zamora, Sole Álvarez, vio como el chef abandonaba el rodaje sin realizar la acostumbrada reapertura.

Desde entonces, ella y Manoli se han puesto manos a la obra para encontrar y “reunir a todas aquellas personas que hayan pasado por lo mismo que nosotros: por qué unos negocios funcionaban y otros no, por qué a unos se les montaba un local impresionante y a otros no se nos tocaba la cocina, promesas incumplidas, vejaciones”.

Según ellas, se han citado 22 locales que quieren denunciar “la estafa” que según ellos han vivido y “nos conoceremos todos junto a abogados” este jueves, aprovechando la emisión del programa y la celebración de Fitur en Madrid, según informa La Vanguardia.

En duda la credibilidad de la supuesta demandante

“Al final, en el programa solo se puede lucir Chicote, no se nos enseña nada de cocina y firmas un contrato que si incumples te obliga a pagar una indemnización que te arruinaría toda la vida”, zanja Manoli en su queja.

Unas palabras que Manoli lleva repitiendo desde el pasado mes de octubre y que desde la emisión de su programa queda en duda. Si recordamos, la hostelera fue noticia por los insultos racistas.

No solo eso, la emisión en laSexta mostró lo de siempre y mucho más: un restaurante que es un caos, falta de coordinación, lentitud a la hora de servir los platos, trabajadores desmotivados... y una dueña aficionada al esoterismo y déspota con sus trabajadores.

“Ella me llama a mí de muchos nombres: negro de mierda, machista… por eso me enfado” denunció Sundy, el cocinero senegalés del local.

Etiquetas
stats