Vertele en el rodaje

Nos colamos en la grabación de 'Desnúdame', el nuevo dating transgresor de DKiss

Así es Desnúdame, el transgresor dating de DKiss

Marcos Méndez

DKiss estrena este domingo 15 de enero 'Desnúdame', su dating en ropa interior más transgresor y que de la mano de Magnolia se ha convertido en una de sus principales apuestas para este 2017.

Antes de su presentación oficial, que se celebrará este miércoles en Madrid, Vertele pudo asistir a la última jornada de grabación del programa en uno de los estudios que la productora tiene en el municipio madrileño de Villaviciosa de Odón.

Durante nuestra visita, el equipo que hace posible el formato nos explicó su exigente planning de grabación, con jornadas maratonianas de 4 parejas cada día (dos matinales y dos por la tarde) que se alargaban más de 10 horas. En total, 40 parejas que protagonizarán las 20 entregas del programa.

'Desnúdame' ante 7 cámaras

Pese a que el “decorado” es sencillo, como ya se había visto en las promos y en otras adaptaciones del formato, al entrar a la sala de control impacta el despliegue técnico, inesperado si se piensa que se trata únicamente de fijarse en una cama.

Hasta 7 cámaras graban todos los movimientos de los dos protagonistas, aunque la gran dificultad la plantean los micrófonos ya que “al estar en ropa interior, no podemos microfonarles”. La solución son dos micros fijos sobre la cama y dos pértigas que ponen a prueba la perfecta sincronización del equipo, teniendo que salir de plano cuando seleccionan la toma cenital.

Pilar Cebrián les empareja

Más allá del apartado técnico, destaca la idea del formato, que rápidamente puede ser relacionada con el morbo, pero que al ver el producto final no destaca ni mucho menos por eso. De hecho, hay más respeto y pudor que morbo.

La primera razón tiene nombre y apellido: Pilar Cebrián. La psicóloga, con experiencia televisiva en formatos como 'Mejor llama a Pilar' (Cuatro) y 'La Báscula' (Aragón TV) se encarga de seleccionar a los perfiles para intentar que surja el amor, y defiende que para ella “todo lo que sea psicología y TV, es buena mezcla”.

La segunda razón la explica ella misma, y tiene que ver con la máxima de 'Desnúdame': “Cuando desnudamos a una persona es que después va a pasar algo. El hecho de desnudarse y que no haya sexo permite que cerebralmente estés dispuesto a todo. Te dejas fluir porque te has descolocado”.

La mecánica del programa

El funcionamiento de 'Desnúdame' es sencillo. Ejemplificando con la grabación a la que pudimos asistir, los dos participantes aparecen desde detrás de la pantalla y se presentan, aún con ropa, delante de la cama. Luego, las instrucciones en la pantalla les ordenan primero desnudarse el uno al otro, y después tumbarse.

De ahí en adelante, el equipo del programa emplea distintas instrucciones para hacer que ambos interactúen: fotos de viajes, fotos de su infancia, con familiares, frases como “las tres cosas más importantes para ti” o “qué es para ti el amor”… van haciendo que ganen confianza y se abran.

Ya con confianza, sugerencias más “físicas” como una camiseta gigante en la que se meten los dos, estar 30 segundos en silencio mientras se miran, acariciarse la cara o darse un “beso de esquimal”, entre otras.

“El experimento va a terminar”

Tras unos 30 minutos hablando y recibiendo órdenes, el programa les anuncia que “el experimento va a terminar” y les dan 30 segundos antes de votar SÍ (si quieren volver a verse) o NO (si prefieren no repetir). Si ambos son síes, el final de cuento es perfecto y la pantalla les da intimidad: “Os dejamos solos”.

En el caso que pudimos ver, que no desvelaremos exactamente, todo se convirtió en un cuento de hadas con final feliz en el que los dos participantes acabaron besándose y con una conexión tal que incluso desoían las órdenes de la pantalla.

Perfiles de todo tipo

Sonia Domínguez, la directora del programa, nos explica que tienen “perfiles de todo tipo” y rechaza las posibles críticas efectuadas antes de ver el formato: “Va a llamar muchísimo la atención. Cuando lo vean, recibiremos críticas porque somos todos muy puritanos, pero al final te da igual cómo estén, porque te fijas en cómo se hablan y se miran. La comunicación no verbal es lo más importante del programa”.

Sobre la valentía de los participantes para desnudarse, Domínguez nos reconoce que “yo no lo haría”, y precisamente por eso pide respeto: “Para mí es un mérito impresionante”. El mismo respeto que solicitan a sus protagonistas: “Les decimos que si algo hay que ser en este programa, es elegantes. Que hay que respetar a la otra persona”.

“¿Por qué no desnudarme?”

Sobre las motivaciones de los participantes, Pilar Cebrián contextualiza: “La búsqueda de pareja está cada día más en boca de todos. Hay muchos formatos previos que están quitando esa vergüenza. Son experiencias. Para empezar, como yo digo en mi agencia matrimonial, hay un 70% hecho porque ambos quieren venir a buscar pareja. Aquí, ambos están dispuestos a desnudarse, que es un punto de personalidad que ya tienen en común”.

“Más que estén dispuestos a desnudarse, es que no les importa. Quieren buscar pareja, es una experiencia divertida, y dicen: '¿por qué no?'”, concluye sobre los participantes, a la vez que lamenta que cada vez haya menos paciencia para consolidar las relaciones porque ella sigue viendo que “la gente busca el amor de verdad”.

La gran sorpresa del programa

Entre más de 200 aspirantes, los emparejamientos de Pilar Cebrián han tenido éxito casi rotundo. Así lo confirma el equipo del programa al explicar que “ha habido pocos casos en los que ambos han dicho que no”, y la propia psicóloga al reconocer que “hay más síes que nóes”.

Pese a ello, el equipo nos deja con la intriga al asegurar que “la gran sorpresa del programa es que lo que parece que va a ser que no acaba siendo un sí, y lo que parece un sí acaba siendo un no”. Desde el domingo en DKiss, podremos salir de dudas.

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