Crítica del estreno de 'El cielo puede esperar'

Movistar organizó el primero de sus funerales a Leiva, y así da gusto morirse

El cielo puede esperar - Estreno con Leiva

Marcos Méndez

“Nunca me he sentido importante, y ahora sí porque Sabina ha cantado en mi funeral”. Fue una de las frases que Leiva pronunció mientras veía los mensajes y respetos que sus familiares y amigos le prestaron en el estreno de El cielo puede esperar, el nuevo programa de #0 en Movistar.

Famosos que, tras morir por cualquier motivo (en el caso del músico, por ponerse unos pantalones excesivamente pitillo) reciben la oportunidad gracias a un funcionario celestial de ver su propio funeral desde una especie de “sala del limbo”. Así que hay dos escenarios: el famoso junto al funcionario en una sala, y la Iglesia en la que se celebra el funeral en otra.

Al final, el formato producido por La Coproductora resulta ser un tipo 'Roast' como el clásico de la comedia estadounidense que en España ha exportado Comedy Central, pero no sólo con intervenciones “destroyer” para reírse del protagonista, sino también emotivas con anécdotas personales vividas en cualquier momento de su vida, en tono de humor o para ejemplificar su personalidad. Todo, marcado por un falso sentimiento de pérdida y lástima por la muerte.

Un cartel que agotaría entradas de cualquier festival

A nivel personal, lo que está claro es que sus protagonistas pueden sentirse orgullosos. En el caso de Leiva, por reunir a un compendio musical que agotaría las entradas de cualquier concierto o festival. Para hablar de él se subieron al púlpito compañeros y amigos como Iván Ferreiro, Dani Martín, su exmanager Dani Marín, su hermano Juancho (de Sidecars), y su excompañero de 'Pereza' Rubén Pozo.

Pero también cantó Joaquín Sabina junto a Pancho Varona, y al final hubo una actuación grupal con voces de Tarque y Xoel López y coros de lujo de Ariel Rot, el Chapo, Santi Balmes, Ovidi de 'Los Zigarros' o Marc Ros de 'Sidonie', entre otros. Un momento musical y festivo que se agradece en televisión, y que demuestra que la música cada vez tiene más hueco e importancia en este medio.

Pero no sólo había compañeros de profesión. Que Leiva es una persona que se hace querer se nota al repasar la lista de “invitados”: cómicos como Raúl Cimas, el (ex)jugador del Atlético de Madrid Juanfran, sus propios padres, el exjugador y actual entrenador de baloncesto Álex Mumbrú, la diseñadora Marina Conde, y vídeos mandados por Guti, Granero, Sergio Llull y Óscar Jaenada para recordarle.

Con todas esas presencias, cabe destacar el enorme esfuerzo de producción y coordinación que requiere el programa. Conseguir juntar para una grabación a tantos famosos, de distintos ámbitos pero especialmente del mundo de la música que suelen tener agendas dispares por las grabaciones y giras, demuestra un poder de convocatoria y de convicción digno de reseñar.

Del “destroyer” Cimas a la emotividad de su hermano

Desde la “sala del limbo”, una cámara fija muestra cómo reacciona el famoso a lo que van contando o haciendo sus seres queridos. Leiva se ruborizó y se rió con la tronchante intervención de Raúl Cimas, que puso el tono más cómico junto al maestro de ceremonias Dani Piqueras, que sabe jugar a la perfección para generar momentos de silencio incómodo por las circunstancias del funeral.

Pero el cantante también se emocionó al ver cómo los encargados de dar pie a la actuación de Sabina eran sus propios padres: “Es un puntazo ver a mis padres presentando a Sabina”, y bromeó con que “quién me hubiera dicho que iba a palmar antes que Sabina”.

En las intervenciones hubo de todo. De las anécdotas de su niñez contadas por su hermano Juancho, cantante de Sidecars, a las bromas y secretos desvelados por Iván Ferreiro, Dani Marín y Mumbrú. Juanfran le rindió tributo dándole una camiseta del Atlético de Madrid firmada por los jugadores, y Marina Conde bromeó con sus pantalones excesivamente estrechos. Leiva, desde la sala, reaccionaba con recuerdos, risas o directamente con insultos de broma por lo que se iba contando de él.

Todo esto se lo contaba al “funcionario” que tenía a su lado, el actor Emilio Gavira, una figura que aunque pueda parecer que sobra en el formato, resulta necesaria para que el famoso protagonista se sienta impulsado a hablar y explicar las cosas. Como las divertidas palabras de Dani Martín para recordar hasta qué punto es hipocondríaco su amigo Leiva.

El “reencuentro” de Pereza junto a Rubén Pozo

La intervención de Rubén Pozo tenía un sabor especial. El guion del programa (que destaca especialmente por ese trabajo) lo sabía, y bromeó con ello desde el principio, al mostrar cómo Santi Balmes se sorprendía de verle entre los asistentes tras la ruptura del grupo que les unió durante tantos años, Pereza.

Rubén subió al púlpito a hablar de Leiva, y Leiva habló también de él desde la “sala del limbo”. Y por si quedaban dudas, dejaron claro que su relación es buena y que ambos recordaban con nostalgia lo bien que se lo pasaron con Pereza. Pozo quiso encontrar la parte positiva: “Por fin nos van a dejar de preguntar por la vuelta de Pereza”, y recordar a su excompañero con una tradición que adoptaron cada vez que hacían el check-in en un hotel: bajarse la parte de atrás de los pantalones y hacer un “calvo”.

Al final del programa, Dani Piqueras pide un minuto de silencio. Y éste sólo se rompe cuando la voz de Leiva desde la “sala del limbo” aparece por la megafonía de la Iglesía para dar un mensaje de agradecimiento a todos ellos y decirles cómo les va a recordar, mezclando la emotividad y las bromas por ejemplo dirigidas a Raúl Cimas: “Gracias por demostrarme que sigues siendo el mayor hijo de puta”.

Pero como en los cuentos ideales, el final es feliz. El funcionario, al ver que Leiva tiene a mucha gente que le quiere y que le necesita, le concede una segunda oportunidad y le devuelve a la vida. El reencuentro se produce en la propia Iglesia, entre abrazos y risas, y con la música volviendo a sonar como protagonista.

Los otros cinco invitados del programa

Como ya recogimos, el programa dirigido por Raúl Navarro y con guion de Kaco Forns, Alejandro Alcaraz y Carlos Langa tendrá otros cinco invitados en esta primera temporada.

Tras abrir camino Leiva, será el turno de Ana Belén (que en el vídeo avance también demuestra un increíble poder de convocatoria), Arturo Valls, Antonio Resines, Javier Sardá y Patricia Conde.

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