Ana Pastor: “Hay un interés creciente en la política que mejora o empeora la vida de la gente”

Ana Pastor sabe lo que es que le cesen de una cadena pública, que le hayan llamado “Anita” en una entrevista sabiendo que a Gabilondo jamás se referirían como “Iñakito”, y que un partido político decidiera dejar sistemáticamente un sillón vacío en un debate televisivo. También sabe lo que es enfrentarse a la verificación de datos, a entrevistas a dirigentes de diversas formaciones y ha sido testigo de cómo representantes de distintas formaciones rehuían de la palabra feminista. “Y hace no tanto”, reconoce en una entrevista con Vertele.

La periodista estrena este domingo nueva temporada de El Objetivo, en la que tendrá como primera invitada a la vicepresidenta en funciones Carmen Calvo, que acudirá al plató del espacio de laSexta tras la reunión que mantendrán horas antes PSOE y Unidas Podemos. Adelanta que la coyuntura política de nuestro país, el cambio climático y el Brexit serán los tres bloques principales de las próximas entregas.

Han pasado siete años de su salida de TVE. La victoria del PP en las elecciones de 2011 conllevaron la renovación de la directiva de RTVE -esto sí sigue pasando- y en agosto de 2012 se hizo público su cese de Los desayunos. Pastor defiende el periodismo como “servicio público que tiene que existir”, y señala que “tiene que haber un modelo que resista a las presiones”. Eso sí, lamenta que “todos los vaivenes a los que someten a los trabajadores no ayuda a que se consolide”.

Desde su salida de La 1, la periodista ha trabajado en CNN, colaborado en diarios como El Periódico de Cataluña y en 2013 dio el salto a Atresmedia, donde compagina su labor en El Objetivo con ¿Donde estabas entonces? y la dirección de su productora Newtral, especializada en el fact-checking y periodismo de datos.

Parece que la verificación de datos e información es cada vez en una parte más importante del periodismo. ¿Tendría que ser tan necesario? ¿No se podría decir más la verdad?

A los políticos les pasa lo mismo que al resto de seres humanos, son personas. Y por lo tanto, los hay que mienten, que no, los que lo hacen con mala intención y otros que cometen errores. Los hay así en todos los partidos. Pero pasa lo mismo en otros gremios. Si hablamos de periodistas los hay que manipulan, los que no, los que desinforman, los que informan, pero me parece que el periodismo es muy necesario como control de la política.

Me gusta la dinámica que tenemos en Newtral. A mí no me gusta que me digan lo que tengo que pensar e intentamos que se refleje en nuestro trabajo. Prefiero decirte cuál es el sueldo de Isabel Díaz Ayuso o Pablo Iglesias y que tú, ciudadana, decidas si te parece mucho o poco. No decirte “madre mía cuánto cobra no sé quién”. Creo que esa dinámica engancha muy bien con las necesidades que tiene este país ahora mismo, de más datos e información, y quizás menos opinión.

Vayamos con 'El Objetivo'. ¿Qué podemos esperar de la nueva temporada?

Hay tres temas que van a ser decisivos. El primero, la coyuntura política nacional. Empezamos con la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo justo después de la reunión entre PSOE y Podemos, por lo que seguramente vayamos a tener alguna clave más sobre lo que está pasando. También nos centraremos en el cambio climático y el Brexit. Contaremos cómo nos va a afectar vivamos en España o seamos españoles viviendo en Reino Unido, u en otros lugares de la Unión Europea.

Además de Calvo, ¿tenéis más invitados confirmados?

Todavía estamos cerrando agenda, al estar la actualidad tan cambiante vamos un poco al día a día. Buscamos al protagonista que realmente sea noticia, y al que merezca hacerle preguntas porque esté en el momento involucrado en algo.

El tiempo que está costando que los partidos lleguen a un acuerdo para que finalmente tengamos Gobierno o volvamos a las urnas, repercute también en la recepción de la información política. ¿Sientes que puede estar generando hastío en el espectador?

Creo que el público es diverso y plural. Mis medidores, que son los datos de audiencia de laSexta y de los contenidos de Newtral, me indican que la gente sí quiere estar informada. No quiere que le mientan o que se la cuelen. Nuestra lucha contra los bulos y las mentiras son algo que también funcionan muy bien.

En Newtral detectamos que interesa el tema del cambio climático. Una de las noticias más leídas del verano tiene que ver con el uso de bolsas de plástico en España, y eso al final también es una decisión política. Decidir que se puedan seguir utilizando de manera indiscriminada o si conciencias sobre cómo reducir su uso tiene un impacto positivo en los mares. Para nosotros, eso también es política. Creo que hay un interés creciente en la política que cambia, mejora o empeora la vida de la gente.

Teniendo en cuenta tu amplia trayectoria en antena, ¿qué evolución detectas en la relación y actitud de los políticos con los periodistas, y su presencia en televisión?

Veo mucho sobre todo respecto a mi primera etapa en televisión, cuando en TVE costaba muchísimo que vinieran los políticos. Hubo una época incluso en que el PP no aparecía ni en debates ni entrevistas en 59 segundos. Su silla no la ocupaba nadie, y no hace tanto. Ahora sería muy raro, noticia y escándalo que un partido político dejase una silla vacía. Luego te puede gustar más o menos a quien manden, pero esto no hace mucho en España pasaba.

También detecté que en aquella época venían a veces para pasar el rato y claro se llevaban una sorpresa. Creo que ahora está más incorporado. Los políticos ya saben que venir a El Objetivo no es venir a pasar el rato, ¡es un acto de comunicación con la gente que nos está viendo. Se preparan ya no solo porque me tengan que responder a mí o al equipo, sino porque se lo explican a la gente. En eso sí noto evolución, se ha profesionalizado más.

Trabajando tan ligada a la actualidad política, ¿tienes alguna sospecha sobre cómo se va a terminar resolviendo la situación?

No lo sé. Hace un año entrevistamos a Pedro Sánchez y si me llegas a decir que un año después estaríamos en estas, no lo hubiera creído. He aprendido a tratar de hacer pocos pronósticos, y los pocos que hago son en la App de Newtral Pronóstika, en la que primero te informas y luego decides lo que quieres poner. Me parece una buena forma de hacer pedagogía para que votes, pero hazlo informado. El proyecto permite darte cuenta de cómo muchas veces la gente vota, en función de lo que le gusta y no de lo que puede pasar.

En los temas que trataréis en la temporada, ¿hablaréis también otros que relacionados con la situación de la mujer?

Sí, no lo he mencionado porque para nosotros no es una novedad. Es una constante por ejemplo en el tema de fact checking. Muchos de los bulos y las mentiras que nos llegan y verificamos tienen que ver con la lucha contra la violencia de género y con el intento de algunas personas de intoxicar y sembrar dudas en torno a algo que es inapelable, que es que hay mujeres que son asesinadas.

En tu caso, ¿cómo piensas que ha afectado en tu carrera ser mujer?

Siempre digo que no me imagino a un político llamando Iñakito o Atoñito a Gabilondo o Ferreras y a mí sí me ha pasado una entrevista. Es una realidad que vive toda mujer trabajadora del siglo XXI, una ecuación que está en la sociedad y que hay que combatir. Aunque hay algo que sí ha cambiado. Sigue siendo un reto pero hemos mejorado. ¿Dónde estabas entonces? me ha permitido ser un poco optimista, porque antes se normalizaban ciertos comentarios que ahora no, y por supuesto ciertas actitudes. Pero no hay que acomodarse porque queda muchísimo por hacer por la igualdad.

Otra cosa que he notado es que hace no tanto, dos o tres años, si en un debate de El Objetivo preguntabas a alguien si era feminista, había representantes políticos y políticas que no se atrevían a pronunciar la palabra, o que incluso la negaban o rechazaban. Ahora no hay nadie con cierto sentido común que diga “no soy feminista”. El feminismo, como todo el mundo debería saber, y si no hay que insistir, es igualdad. Ni más, ni menos.

Quizás eso también lleva a que haya gente que se proclame feminista pero que en realidad no lo sea, y presuma de ello aún así.

Por eso creo que es bueno hacer pedagogía. Siempre pongo un ejemplo de mi propia vida. Yo que tengo un hijo y una hija quiero que ambos tengan las mismas oportunidades. No que sean iguales, porque no lo son. Soy feminista precisamente por eso.

Sufriste en tu piel los habituales cambios en la televisión pública derivados de los cambios de Gobierno. ¿Qué recuerdo te queda de aquello?

Fui bastante pardilla, la verdad. No pensé que me fueran a cesar. Decidí irme cuando me quitaron de Los Desayunos porque lo que se me ofrecía era hacer pasillos cobrando un sueldo público. También era una cuestión de dignidad. Si alguien en aquella dirección pensó que iba a aceptar algo así es que no me conocía.

Con el paso de los años no sé si la persona que me lo comunicó tiene la conciencia tranquila, yo desde luego así. Sigo haciendo mi trabajo con el mismo criterio. Los errores y aciertos son míos, nadie me los impone. No sé si aquella persona puede decir lo mismo de su vida profesional.

¿Cómo valoras la situación actual del ente público? ¿Piensas que ha han cambiado las cosas?

Los medios que hacemos información tenemos que ser un servicio público, estemos en un medio público o no. Para mí el periodismo lo es, y creo que tiene que existir. Tiene que haber un modelo que resista a las presiones, y que todos los vaivenes a los que someten a los trabajadores no ayudan mucho a que ese modelo se consolide.