Entrevista Vertele

Xavier Sardà: “El Señor Casamajor estaría asustado con la situación en Catalunya”

Xavier Sardá

Marcos Méndez

Tras más de 40 años de carrera en diferentes medios, Xavier Sardà tendrá un reconocimiento de oro con el Premio Toda una vida otorgado por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Con motivo de este galardón que recogerá este martes, charlamos con el periodista, que reconoce que su elección le ha “sorprendido favorablemente”.

Desde su labor como cronista musical, pasando por el Señor Casamajor y Crónicas Marcianas, aprovechamos para preguntar a Sardà cómo ha evolucionado personal y profesionalmente, aunque él deja claro que no ha notado la diferencia en ese supuesto “salto” desde el entretenimiento al análisis político.

El presentador no duda en darnos su postura sobre la situación en Catalunya, y en valorar la labor que han realizado dos cadenas públicas como son TVE y TV3, sobre la que deja claro: “Creo que debería ser más plural”.

Recibe el Premio Toda una vida de la Academia TV, y no tiene ni 60 años. ¿Lo ve prematuro?

[Ríe]. Lo cierto es que sólo me quedan unos días para los 60. La verdad es que como era tan inesperado, reconozco que me ha sorprendido. Y me gustan las sorpresas agradables en este momento que estamos viviendo. Cuando yo estaba digamos “en activo”, haciendo el programa, recibí muchos premios. Pero ahora me ha sorprendido favorablemente.

En el actual analista político, ¿qué queda del joven periodista que empezó haciendo críticas musicales?

En los periódicos, sí. Pero era cronista, cuidado. Yo no juzgaba, sino que contaba cómo habían ido los grandes conciertos que se celebraban en Barcelona. De aquella época se me quedó grabada una frase, que era: “qué pretende, y si lo consigue”. Eso lo aplicas a todo, y es una buena forma de juzgar las cosas, porque no es si me gusta a mí o no. Es una manera inteligente de abordar un análisis que vale para muchas cosas, no sólo para la música.

Resumen de Telecinco a la historia de Crónicas Marcianas 360

¿Y del que presentó Crónicas Marcianas?

Crónicas fue una fiesta. Era un late que mezclaba la revista y lo políticamente incorrecto. Se hablaba del corazón, del 'no a la guerra', criticábamos a Aznar... Yo recuerdo la época de Latre, Boris, Paz Padilla, Mariano Mariano, Galindo... Fue una fiesta de 8 años. Tengo grandes recuerdos, a pesar de que en un programa diario no todas las noches disfrutas. Fue una experiencia única.

¿Cómo se gestó ese desarrollo personal para pasar del entretenimiento televisivo hasta el análisis político?

Cuando yo hacía las mañanas de Radio Nacional, y las tardes de la SER, ya había mucha política. A mí siempre me ha apasionado el tema político. E insisto, Crónicas fue un programa de televisión muy popular que también tenía dosis de crítica política. Un día, el actual rey me preguntó: “¿Sardà, cómo sabes que haces el programa que tú quieres o que quiere el público?”, y a mí me surgió una respuesta que me pareció bastante óptima: “Yo hago el programa que le gusta al público, pero como a mí me gusta”.

Pensemos en el hoy, ¿volvería a presentar un programa como Crónicas Marcianas?

Yo ahora para un programa diario ya no tendría cuajo, coraje, ni edad. Por eso me han dado el Premio Toda una vida [ríe]. La grandeza clave de Crónicas era el directo. Que fuese en directo permitía cosas que, si fuesen grabadas, te dirían: ¡Pero cómo has dejado esto! Me temo que habría temas, los políticamente más correctos, que en aquella época quizás tratábamos con un humor más descarado, y que ahora igual sentaría mal. Pero a mí me parece bien también que las cosas se asienten un poquito en lo políticamente correcto.

Dando la vuelta, si nos trasladásemos al pasado, ¿optaría por esta faceta más política desde el principio?

Si es que yo recuerdo que cuando empecé a hacer Crónicas, me decían: “Con lo serio que era Sardà en la radio...”. ¡Coño, pero si era ventrílocuo! Empecé haciendo de ventrílocuo con el Señor Casamajor, como Mari Carmen y sus muñecos, así que no notaba la diferencia. Y ahora, que me dedico a comentar la política, también me gusta hacerlo con énfasis. Sin énfasis no hay literatura, ni periodismo, ni nada. Hablar de política es un reto, intentar decir algo razonable. Hay que ser útil siempre donde se encuentre uno.

¿Qué diría el Señor Casamajor de la situación en Catalunya?

Yo creo que Casamajor estaría un poco asustado, como bastante gente sea independentista o no. En la sociedad catalana lo que hay es preocupación. Unos están ilusionados por la posibilidad de la independencia, media Catalunya no, otros sólo querían el 155... Yo creo que Casamajor estaría muy inquieto, muy intranquilo. Él recordaría épocas pretéritas de inestabilidad.

¿Y esa opinión de Casamajor coincide con la de Xavier Sardà?

No, nos peleábamos mucho [ríe]. Había una serie de catalanes que en España funcionaban perfectamente. Mary Santpere era un ejemplo, Eugenio era otro, y Casamajor y yo, en mi pequeña escala, también. Cuando yo reñía a ese abuelo catalán, o discutía con él, la gente me pedía que por favor no le maltratásemos. La radio es maravillosa.

Xavier Sardá y el Señor Casamajor en la Cadena SER 360

¿Le gustaría volver a presentar en la radio?

Ya estoy de tertuliano también, en Rac1 los lunes. Pero los programas los sacan los demás, yo ya estoy de paso [ríe].

En la redes se critica su postura sobre Catalunya desde un lado y desde el otro, ¿cómo lo vive?

Yo creo que hay un divorcio muy grande entre la calle y las redes sociales. Porque yo en la calle lo que recibo es mucho afecto, por lo general hay mucho buen rollo. Y tengo que decir que creo que en las redes hay mucha soledad. Siempre se habla de anonimato, pero yo creo que hay soledad. Quien tiene que meterse con alguien, insultar a algún famoso, creo que es porque no está muy bien en ese momento. A mí no se me ocurriría hacerlo. Pero bueno, siempre que no se atente al código penal, la gente tiene que tener derecho a decir todo lo que quiera.

¿Ve alguna salida al conflicto catalán?

En este momento soy muy pesimista. Me gustaría estar equivocado, pero creo que estamos a las puertas de que si alguien no hace algo, si Puigdemont no cambia y convoca elecciones por su cuenta y riesgo, y canaliza todo, esto puede quedar empantanado mucho tiempo.

¿Como valora el papel de TV3?

Yo siempre he sido notablemente crítico con TV3, incluso puede que más de lo que se lo hayan merecido en alguna ocasión. Pero es una televisión pública, y es una vergüenza. El federalismo es muy amplio en la sociedad catalana, pero hay otra Catalunya que merecería ser tratada exactamente igual. Yo creo que debería ser más plural. Pero allí trabajan amigos míos, y les deseo toda la suerte del mundo.

Y TVE, ¿cree que está cumpliendo con su labor como televisión pública?

Ahí están los profesionales que se quejan, de la propia Televisión Española. ¡Pero no me cierre usted más puertas [en TVE] el día que la Academia me da un premio! ¡Sois malvados! ¡Malvados! [bromea].

A laSexta la critican por ser parcial e incluso la atacan acusándole de sectarismo. ¿Alguna vez se ha sentido coartado?

No. Nunca. Siempre he sido libre completamente. Mezclan tertulianos, y hacen lo que hacen. Eso es una tele plural. Trabajar con Antonio es trabajar con un amigo. Para comentar la política, laSexta para mí es un medio inmejorable.

¿Está cómodo como tertuliano, o le gustaría volver a presentar?

No, yo estoy la mar de bien como estoy. De verdad. Cada día de la semana es distinto, y esto para mí es apasionante.

¿Qué ve Xavier Sardà en TV, a parte de Al Rojo Vivo?

Soy muy de Netflix. Mucha peli, mucha serie, e informativos. Ahora estoy viendo Sucesor designado, de un político de cuarta que se acaba convirtiendo en el Presidente de Estados Unidos de la noche a la mañana. House of Cards también me gusta.

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