Hilarante entrevista de Buenafuente

Epi y Blas en Late Motiv: “José Luis Moreno es el Harvey Weinstein de los muñecos”

Epi (Miquel Ripeu) y Black (David Fernández), en 'Late Motiv'

Tras el revuelo organizado por el guionista de Epi y Blas en 'Barrio Sésamo', explicando que cuando escribía sus diálogos pensaba en ellos como si fuesen “pareja”, y el comunicado posterior del programa para desmentir que los muñecos fuesen gays, Late Motiv los tuvo en plató.

Encarnados por Miquel Ripeu y David Fernández, los dos muñecos quisieron comenzar haciendo una aclaración, explicando que al llegar a España hubo un error de traducción, y les pusieron “Epi y Blas” cuando en realidad se llamaban “Epi y Black”. También lamentaron que la gente les confundiese, ya que Epi es el negro, y Black el amarillo.

“No pasa nada Epi, da igual. Ahora ya después de tanto tiempo, da lo mismo lo que piensen, total... somos un solo muñeco”, dijo Black mirando a Epi enamorado, y éste contestó: “Ay, por favor, qué cosas más bonitas dices”, momento en el que Black le dijo: “¡Madre mía cómo me pones!” y se lanzaron a besarse.

Buenafuente les interrumpió, y Epi se quejó: “Claro, como somos muñecos, no podemos mostrar cariño en público. Cuidado Buenafuente, que eso es ¡muñecofobia!”. Black, más calmado, quiso empatizar con el presentador: “No pasa nada Andreu, yo te entiendo. Para ti ha sido un shock. Nosotros lo llevábamos siempre con mucha discreción”.

Epi volvió a intervenir, para darle la razón a su “amigo especial”: “Nadie se lo imaginaba. Es como si dijeran que Batman y Robin son gays, o que Los Javis son gays, cosas así increíbles”. Buenafuente les dijo que Los Javis son gays, y los muñecos lo celebraron efusivamente: “¡Madre mía, me has dejado muerto, maricón! ¡Voy a llamar ahora mismo a Don Pimpón para contárselo!”.

Lo hacen por muñecos “como Trancas y Barrancas”

Al ser cuestionados sobre cómo creían que su público había recibido la noticia, Black explicó: “El público no sé, pero Mimosín ya ha empezado a seguirme en Instagram”, y Epi amplió: “Aquí se lo han tomado bastante bien. En Estados Unidos les ha dado un poquito más por culo”.

El muñeco continuó: “Nosotros estamos haciendo esto para que los muñecos que quieran salir del armario lo hagan con total libertad. Como por ejemplo Trancas y Barrancas”, a lo que Epi añadió: “Sí sí, es que ya sólo por los nombres...Tranca. No me digas que no... Y encima sale una tercera hormiga y ¿cómo le llaman? ¡Petancas!”.

Black siguió dando ejemplos: “Luego están los Teletubbies, que aquello es sodoma y gomaespuma. Fueron los precursores del poliamor entre muñecos”, o “el felpamor”, según añadió Epi.

“Moreno les metía mano a todos sus muñecos”

¿Existe la homofobia entre muñecos?, quiso saber a continuación Buenafuente, y Black tomó la palabra: “¡Madre mía, si yo te contara! Por ejemplo: Espinete es un homofóbico. ¡Nos pinchaba siempre los condones! ¡Siempre!”.

Ofreciéndoles más espacio para las reivindicaciones, el presentador les dio tiempo por si querían denunciar algún otro caso, y Black respondió: “A mí no me gusta hablar, pero hay algún Harvey Weinstein entre el mundo de los muñecos. Se han dado casos de abuso. A mí no me gusta hablar y no daré nombres... ¡José Luis Moreno! Ea, ya lo he dicho”, soltó mientras Epi asentía y corroboraba su versión: “Les metía mano a todos sus muñecos, les decía: Venga, vamos a trabajar, ¡y mano por el culo! Por eso tenían todos los ojos muy abiertos en blanco”.

“Nos lo contó Monchito en una sauna”, añadió Black, antes de que ambos ofreciesen una clase privada a Buenafuente: “¿Quieres que te contemos la diferencia entre dentro y fuera? ¿Y arriba y abajo?”, repitiendo muchas veces “arriba, abajo, dentro, fuera, delante, detrás”, momento en el que los dos muñecos se miraron, y tras decirse: “¡Qué guapo estás hoy, madre del amor hermoso!” se lanzaron a dar rienda suelta a su amor.

Sin embargo, algo salió mal, y Buenafuente tuvo que ayudarles a separarse: “¡Lo sabía! ¡Mierda, la felpa! ¡Nos hemos quedado pegados!”, mientras el presentador lamentaba que habían hecho “el efecto velcro” y daba paso a publicidad para lograr separarlos.

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