Análisis Vertele

Las apps de streaming en el laberinto, ¿por qué se ven en unas televisiones y en otras no?

Familia viendo Netflix

José Antonio Luna

Servicios como Netlix o HBO, que ya están disponibles en uno de cada cuatro hogares españoles, no hacen más que incrementar su influencia en un sector hasta no hace mucho exclusivo de las cadenas de televisión convencionales. Ahora también nos importa si volverá Barb en Stranger things o quién ha muerto esta vez en Juego de tronos. Aun así, el poder del spoiler no es concedido a todos. Aquellos que compraron una tele LG se encontraron con una sorpresa: no podían saber qué ocurría en los Siete Reinos.

La llegada de las smart TV y de los servicios de streaming han cambiado la forma de acceder al contenido. El espectador ya no consume de forma lineal: se descarga una app y busca el contenido más interesante en función de sus intereses. El problema llega cuando, según qué televisión o dispositivo, se puede acceder a unas aplicaciones y a otras no.

Las pantallas inteligentes también han inaugurado una guerra entre fabricantes, plataformas de vídeo y desarrolladores, en la que cada uno lucha por ofrecer el contenido más exclusivo y, al mismo tiempo, por imponer su sistema como el dominante. Esa es la razón por la que, por ejemplo, Amazon vídeo España no tiene app dedicada para la mayoría de televisores con Android TV (exceptuando los de Sony).

Pero la disputa entre Google y Amazon va más allá. La segunda ni siquiera vende dispositivos como el Chromecast por una sencilla razón: es la principal competencia de su recientemente anunciado Fire TV Stick. También ocurrió con Apple TV, pero ambas compañías llegaron a un acuerdo para solucionarlo. Ante tal panorama, queda una maraña de fabricantes y plataformas de vídeo que son compatibles con unos dispositivos y con otros no. O durante un tiempo sí y luego no, y viceversa. ¿Los principales perjudicados? Los espectadores.

En este cuadro puedes consultar qué plataforma está en cada dispositivo: televisores inteligentes, smartphones, videoconsolas y otros dispositivos.

La lucha por el Trono de Hierro de las smart TV

“Desde luego, para el usuario siempre acaba siendo un caos”, explica a Vertele Francisco Asensi, que formó parte del equipo tras la trasformación digital de RTVE y que ahora es miembro de la red colaborativa Innovación audiovisual. El especialista tiene claro que “las estrategias de las multinacionales es el control, cuanto más mejor, de la base de clientes”.

Para conseguir ese control, las empresas emplean diferentes técnicas según la idiosincrasia de sus servicios. En el caso de Amazon, el mando es todavía mayor: es a la vez fabricante y productor de series. Por ello, es de esperar que en sus gadgets prime sus servicios y censure los de la competencia. Pero, ¿hasta qué punto domina el dispositivo la relación con el contenido?

“El contenido es el rey, pero si yo controlo la distribución y el dispositivo a través del cual accedes… quizá empieza a tener menos poder”, afirma Asensi.

Juan Carlos Tous, el fundador de Cameo y Filmin, opina que “ahora mismo la gente no se plantea qué aplicación va a poder ver en una Panasonic”, pero que con el paso del tiempo es algo que cambiará. “Imagina que compras una tele cuando empieza la última temporada de Juego de tronos, de repente la enciendes y dices: coño, si aquí no se puede ver HBO”, sostiene el emprendedor.

Precisamente, a día de hoy HBO es una de las plataformas de vídeo en streaming con menos apps nativas en España. Según la distribuidora, “la oferta local se construye teniendo en cuenta cada mercado al que va dirigida y las preferencias de los consumidores”. Aun así, la plataforma no cuenta con aplicaciones para LG, Android TV, Panasonic o Xbox. La única opción es tener alguno de los dispositivos compatibles o usar Chromecast para enviar el vídeo con Google Cast.

No obstante, ver HBO España era todavía más difícil en sus inicios. Como la propia empresa indica, se lanzó con aplicaciones compatibles con Apple TV, Chromecast y Vodafone, dejando de lado a cualquier marca de televisor inteligente. Aquella estrategia también extrañó a Tous, que ya comprobaba la importancia de las apps nativas en su propia empresa: “es algo que no entendí nunca, porque de hecho es el consumo que más está creciendo”.

Aunque HBO llegó a España en noviembre de 2016, la empresa esperó hasta julio del año siguiente para lanzar una aplicación nativa en Samsung, marca que representa casi la mitad de las ventas de televisores en el mercado español. Todo ello, a pesar de, según la empresa, trabajar “incansablemente en la mejora del servicio y la ampliación de dispositivos”.

Criterios de mercado y acuerdos de exclusividad, factores para desarrollar una app o no

Entonces, ¿de qué depende el desarrollo de una app? “Los criterios son realmente de mercado”, sostiene el fundador de Filmin. Por ello, los desarrolladores tienen en cuenta las televisiones más vendidas y a partir de ahí se expanden a otras. Aun así, existen acuerdos de exclusividad que también atienden a criterios económicos y limitan la presencia de aplicaciones en dispositivos de la competencia, como es el caso de Vodafone con HBO.

Pero los acuerdos tampoco duran para siempre, y el reflejo de ello es lo que recientemente ha ocurrido con Movistar + y PlayStation. Los usuarios, que hasta entonces podían acceder a los contenidos usando la app de Yomvi, no podrán hacerlo a partir del próximo mes de diciembre. ¿Los motivos? Primero parecía que era “por incompatibilidad”, y luego, en los siguientes tuits, por “una variación de los compromisos contractuales existentes”. Este medio se ha puesto en contacto con Movistar para conocer los detalles, pero indican que no se pueden revelar porque “son temas confidenciales”.

También afectan otros elementos, como la versión del dispositivo. No solo vale con tener un televisor Samsung, hay que tener un modelo específico de la marca para que las apps sean compatibles. Y dicha compatibilidad no es eterna: puede acabar con una actualización de software.

Los problemas de un mercado fragmentado

Ante la fragmentación, las plataformas de contenidos se han visto obligadas a desarrollar software para cada uno de los sistemas operativos presentes. Como explica Asensi “el coste no es solo desarrollar una app, también es mantenerla y evolucionarla según las actualizaciones de software”, algo en lo que Netflix no parece tener reparo. “Está fundada por un ingeniero de software [Reed Hastings], y el desarrollo lo tienen muy cuidado porque vinieron de ese mundo”, añade el experto. Continúa diciendo que “hay que pensar en los costes que debe soportar solo de programación”. Vertele ha intentado recabar la opinión de Netflix para este reportaje sin haber obtenido respuesta.

Plataformas algo más pequeñas, como es el caso de Filmin, tampoco quedan libres de los gastos que supone este desarrollo. “Ahora queremos lanzar la nueva para Samsung y LG, y eso dentro de nuestros presupuestos queda muy reflejado”, sostiene Tous. Aun así, Filmin cuenta incluso con más apps nativas en España que gigantes como HBO porque, según apunta su fundador “o hacemos estas cosas o no existimos”.

Las firmas líderes son, a su vez, precursoras de un determinado sistema operativo. Sin embargo, la estrategia no siempre sale bien. Es lo que ocurrió con Panasonic, que no ha contestado a las preguntas sobre el tema realizadas por Vertele. El fabricante apostó por incluir Firefox OS y poco después dejó de tener soporte. ¿El resultado? Que los televisores de la marca nipona son los que tienen menos aplicaciones compatibles. Para Asensi, ese fue uno de los motivos por el que “han bajado un poco los brazos”.

"Nos gustaría es que existiera un estándar, porque entonces haciendo un desarrollo ya sería suficiente"

La homogeneización de los sistemas disponibles sería una posible solución, tanto para facilitar el trabajo a los programadores como para eliminar la confusión de los usuarios. Aun así, HBO no cree que vaya a ocurrir y piensan que “no tiene sentido ni plantearlo”. Otros, como Filmin, sí ven necesarios manifestarse sobre el tema: “A nosotros lo que nos gustaría es que existiera un estándar para todo, porque entonces haciendo un desarrollo ya sería suficiente”.

El problema es cuando hay que decidir quién cuál es el estándar y qué empresa es la encargada. Google tiene una estrategia: ofrecerlo gratis. La compañía, que ya lo consiguió con smartphones, también lo está intentando con el mercado de los televisores. “Android se convirtió en el virus más extendido y mejor diseñado de la historia”, bromea Asensi. Después de la experiencia en móviles, algunos fabricantes como Samsung ya estaban advertidos porque “temían crear un monstruo dentro de unos dispositivos que son suyos”, matiza el experto.

¿A dónde avanzará esta fragmentación? “En los próximos 3 o 4 años seguirá manteniéndose, pero al final de ese periodo veremos algo más de concentración”, asegura Asensi. También lo cree Juan Carlos Tous: “de la misma manera que hoy es iOS y Android en telefonía, en televisores también pasará esto y habrá uno o dos formatos para todo”. Mientras sucede, la batalla continúa. Y no la de Poniente, sino la de las marcas.

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