'El jefe infiltrado' regresa a laSexta: “No hay días fáciles en la tele, pero tenemos confianza en el producto”

Primero de todo: han pasado dos años largos desde la emisión de la anterior temporada. ¿Por qué ha pasado tanto tiempo hasta que la nueva viera la luz?

Sinceramente, no me acordaba de cuánto tiempo había pasado durante la emisión de esta temporada pero en todo caso tiene que ver con las estrategias de los canales. No ha sido por nada relativo a producción, no no es el caso, entiendo que va más por la organización.

Desde un punto de vista logístico, ¿había que dejar descansar el formato para que siguiera siendo viable, para que los trabajadores no sospecharan?

No, no fue ni planteado por nosotros ni planteado por la cadena en particular. Pero sí que es posible que lo hayan hecho por separarse un poco de la emisión anterior. La verdad es que en cualquier caso, ha estado bien para nosotros. Entre que se emitió una temporada y se emite esta otra hay un proceso largo de casting, de preproducción, de grabación, de montaje... Esto llevaba ya su tiempo de previa hasta ver la luz. Por eso que no me llamó la atención el tiempo, porque esto son menos de dos años en realidad.

Estamos ante un formato con una mecánica muy cerrada y reconocible, lo suficientemente reconocible para ser un éxito probado, pero... ¿Se han emprendido algunos cambios en la forma de presentar el programa?

Lo que lo que principalmente hicimos fue mantener, como vos decías, el esquema reconocible. Nosotros mantenemos que el sello principal de este programa es la emoción que lleva, la sorpresa que tiene, y los momentos de tensión que surgen. Pero en cada temporada que hemos ido haciendo vamos incorporando cosas nuevas sin perder el espíritu de lo que es el programa.

En esta, por ejemplo, tenemos por primera vez a un famoso que se infiltra en su propia empresa, con la doble dificultad de que no solo no le reconozcan los trabajadores sino de que no lo reconozca nadie, porque es una persona pública. También trabajamos mucho en la diversidad de las empresas que aparecen en el programa. Siempre buscamos que haya empresas de sectores nuevos que no se hayan hecho, como el del alquiler de motos o empresas de espectáculos, sí empresa de comercio de venta por internet... Pretendemos meternos en un los sitios que van apareciendo en nuestro día a día.

Por otro lado también le dimos una vuelta de tuerca también a las caracterizaciones: la calidad, el tipo de peluca, el maquillaje... Hemos incorporado elementos con animación en 3-D, dándole una renovación acorde a los tiempos que corren.

Hablabas de las caracterizaciones, que es uno de los puntos más comentados y populares del programa. Después de ya cinco años de existencia del formato en España, con multitud de parodias sobre el programa, es inevitable que no ya el público sino los trabajadores puedan estar resabiados. ¿Cómo se cuida que estas transformaciones de jefes a empleados mantengan el misterio, que resulten convincentes y no se descubra el pastel antes de tiempo?

Ahí entra entra un esfuerzo que cada temporada es más grande en cuanto a generar las coartadas, para que las nuevas historias de cada personaje sean creíbles. Obviamente partimos de la coartada que tiene el personaje en cuanto a concurso por re-inserción o para participar en un proyecto... Hoy en día una cámara es aceptable en un montón de lugares y hacemos un doble esfuerzo con los personajes en los que se convierten. Le damos mucha más trama sobre cómo caracterizar al personaje, qué historia darle al jefe para que se pueda sentir como un trabajador más.

Es un desafío cada temporada y creo que en esta hemos conseguido darle una nueva vuelta de tuerca a eso. Hay coartadas muy interesantes, algunas más divertidas y algunas más complicadas, pero bueno todas están bien trabajadas para que para que el jefe siempre pueda pasar. Si no mira la verdad es que él está en esta temporada hemos podido seleccionar bien en la empresa.

Después de varios años de emisión en España, ¿cuesta más encontrar empresas dispuestas a escenificar sus problemas?

En esta temporada hemos podido seleccionar bien en las empresas. Hubo una cantidad muy grande que querían participar. Tenemos un número limitado de capítulos así que no podíamos incorporar a todas, y también queríamos tener una diversidad de sectores para mostrar un panorama general.

En general uno tiende a pensar que es difícil para las empresas abrir su casa. Piensa que aquí nos metemos hasta la cocina. Pero por otro lado, el programa trata las cosas con mucho respeto y al ser un programa conocido nos facilitó que quisieran participar o no tuvieran ningún inconveniente en participar. Al final nosotros mostramos la realidad de la empresa y cómo funciona, y a los jefes eso les permite descubrir descubrir un montón de cosas que no pueden ver de otra manera y hasta entender lo que pasa con su gente, con sus trabajadores. Pueden vivir con ellos y compartir no solo en el ámbito laboral sino incluso en algunos casos también en el personal. Eso les permite comprender muchas cosas. El balance que hacemos, tanto ellos como nosotros, es positivo.

¿Qué diría que reciben ellas a cambio? Es decir, ¿'El jefe infiltrado' puede entenderse como una buena estrategia de promoción para estas firmas?

Nosotros no lo vemos desde ese punto de vista de comunicación. Efectivamente se tiende a creer que las empresas no quieren mostrar su realidad o sus conflictos o problemas, pero aquí lo hacen más por el punto de poder encontrar soluciones a sus cosas que por un tema de comunicación. Lo que ocurre que es que ves el punto humano de los jefes, pero eso forma parte del propio recorrido del programa y no una estrategia que ellos planifiquen para mostrarse de una manera.

Dado los casos llamativos que ha habido hasta la fecha, ¿se han planteado un 'Qué fue de...' para saber qué ha sido de los trabajadores de ciertas empresas, como ya se hacía en 'Pesadilla en la cocina'?

Te podría decir que ya se nos había ocurrido a nosotros pero como no se nos ocurrió, te tomo la idea, que es buena (risas) No está mal el planteamiento que dices. No hemos un seguimiento posterior de las empresas de cara a cámara, pero sí tenemos comunicación con ellas, que nos cuentan cómo fue, que les funcionó, que no le funcionó... En términos generales, es muy positivo todo. Pero si no nos lo planteamos para hacer para hacerlo en pantalla pero no es una es una mala idea... Se la vamos a proponer a antena (risas).

Volviendo al lapso de tiempo entre una temporada y otra, ¿temen que pueda afectar a la audiencia? Bien es cierto que las reposiciones en Nova funcionan muy bien...

Como dices, la marca está muy consolidada y está en una buena posición. La marca, diría, es querida y está instalada. A nadie se le ha olvidado la marca, porque está ahí, también con algunas reposiciones, por lo que funciona bien. Obviamente eso te estimula, te da confianza. Ojalá siga funcionando bien y por mucho tiempo. No hay días fáciles en la tele, pero tenemos confianza en el producto. Estamos contento con el resultado de los capítulos y la temporada. Que la marca sea potente y haya dejado buen sabor de boca, y que mantenga esa emoción y esa sorpresa, nos hace estar ilusionado y confiados en que vaya bien.

¿Hay planes o conversaciones para una siguiente temporada?

De momento hay que esperar la emisión de esta temporada. Nosotros estaremos encantados. Como ya te decía, hay empresas que, por un tema de cantidad de capítulos, no han podido participar y para nosotros sería fabuloso. Pero hay que esperar a que arranque la temporada y que en función de eso la cadena decida si quiere continuar, si quiere continuar enseguida o esperar. Estaremos encantados en cualquier caso.

No será por falta de interés de las mismas empresas, entonces.

Ojalá. Somos muy exigentes y muy selectivos, y no es fácil. Pero hay hay empresas con muchas ganas de participar y con mucho con mucha ilusión y mucho entusiasmo también.