Mesa redonda en el marco del MiM Series

La casa de papel: los ingredientes de una receta gourmet que ha llegado a la cima

La casa de papel

Laura Pérez

El pasado 19 de noviembre, el Hotel Hilton de Nueva York fue escenario de una gesta histórica para la ficción española: la consecución del Emmy Internacional a Mejor serie dramática para La casa de papel. Un premio al atrevimiento de un equipo que está recogiendo sus frutos al ver convertido su trabajo en un fenómeno en todo el mundo.

Con el objetivo de desgranar los ingredientes de este triunfo, MiM Series organizó este viernes una mesa redonda con tres de sus máximos responsables: Sonia Martínez, directora de Ficción de Atresmedia; Esther Martínez Lobato, productora ejecutiva de Vancouver Media; y Javier Gómez Santander, guionista.

“Estoy feliz por la acogida de la serie porque el espectador ha estado al nivel. Es un gusto que se puedan hacer estos contenidos diferentes y que la gente los reciba así de bien”, aseguró la productora, que hizo hincapié en que “el nivel de inteligencia del espectador ha subido mucho”.

El nivel del espectador, y también el de la ficción nacional gracias a un camino que inició este mismo equipo. “Veníamos de Vis a Vis, sentíamos que habíamos hecho una exploración en una línea y nos faltaba hacer algo que fuera más puro entretenimiento. Sólo teníamos que abrir esa línea y recurrir a muchos ”Tarantinos“, a cosas que nos ponían mucho a todos”, apuntó Sonia Martínez.

Fue Álex Pina, junto a su recién fundada Vancouver Media, quien dio en la tecla: “Decidió que había llegado un momento vital de hacer las cosas de otra manera, de una forma más pequeña. Todo nació de una forma muy artesanal, con un equipo pequeño y una idea muy ”marciana“ con la que Atresmedia tuvo una especie de flechazo”, comentó Esther Martínez Lobato, compañera de Pina en la producción del proyecto.

Todo con un objetivo: “Divertir a la gente con el género de atracos que no se había llevado nunca a la tele”, añadió la productora. Y objetivo cumplido hasta un punto que ni el más soñador podía llegar a imaginar. Es complicado dar con el secreto de un éxito tan global como el de La casa de papel, y más todavía intentar replicarlo de manera tan satisfactoria, pero sí es posible identificar los ingredientes que han hecho de éste un producto gourmet.

La “simplicidad” y la sensación de ansiedad, dos claves

Para Javier Gómez Santander, una de las claves es que la serie tiene un titular claro. “Parte de lo bien que ha funcionado el boca-oído está en esa simplicidad, en que tiene un titular directo”, comentó el guionista ante los presentes en la mesa redonda. Fue eso lo que le sedujo también a él, que dejó su puesto en la redacción de laSexta Noticias por un “lío” en el que nunca antes se había metido.

Un “lío” que ha acabado enredando a millones de espectadores alrededor de todo el mundo gracias a la ansiedad de consumir capítulo tras capítulo por los giros de guion. “La idea de ligar los episodios estuvo desde el principio. Esa sensación es lo que ha generado esa adhesión a la serie”, apuntó la productora ejecutiva. “En concepto es una serie muy adictiva. Ha estado muy arriba en los rankings de maratoneo, la gente la consume en 6 semanas en Estados Unidos y sólo Juego de Tronos está por delante en este tema”, añadió el guionista, basándose en los datos de su consumo en Netflix.

El éxito de los atracadores, un grupo con dos invitados inesperados

Uno de los motivos que han generado está adhesión a la serie son sus personajes, un grupo genuino de atracadores dispuestos a dar su gran golpe. “Teníamos claro desde el principio que la gente tenía que estar del lado de ellos, tenían que identificarse con los ladrones y no con los rehenes ni con la policía”, explicó Martínez.

En ese sentido, la directiva de Atresmedia recordó que “cuando arrancamos pensábamos que el papel de los rehenes iba a ser más importante de lo que al final ha sido. El mundo de los atracadores era tan poderoso que se comía a los demás”. Para mundo poderoso el de Berlín, un personaje que dio más de un quebradero de cabeza a la cadena en sus inicios. “Nos daba mucho miedo, pensábamos ¿nos machacarán?. Es un personaje con unas líneas muy duras y no sabíamos si nos estábamos pasando, pero cuando vimos lo primero que nos llegó de Pedro Alonso fue una maravilla”, contó.

Pero Berlín no fue la única sorpresa en esos primeros pasos, también Nairobi. “El personaje de Alba Flores no existía en los 4 primeros capítulos. Luego pensamos que tenía que haber más presencia femenina y tuvimos que encontrar un hueco”, desveló Esther Martínez Lobato como anécdota.

Una estética diferente con espíritu de cómic

Si hay una seña característica de La casa de papel ese es el mono rojo y la máscara de Dalí que lo mismo te encuentras en el Carnaval de Río de Janeiro que en el mosaico de un equipo de fútbol de Grecia y Arabia Saudí. Una identidad diseñada desde el embrión del proyecto: “Las primeras ideas fueron: se va a juntar una banda a robar, van a fabricar su dinero y van a llevar monos rojos y máscaras de Dalí. Álex Pina era consciente desde Vis a Vis que había que tener una identidad visual que diera marca”, afirmó la productora ejecutiva.

Su recorrido en abierto y su futuro en Netflix

La gran expansión de La casa de papel a raíz de su inclusión en el catálogo de Netflix ha hecho olvidar a algunos que la serie nació para Antena 3, donde tuvo un recorrido de 15 episodios en prime time con datos de audiencia que no dieron grandes titulares. No obstante, Sonia Martínez quiso recalcar una vez más que “no hemos sentido nunca que fuera un fracaso. El éxito después en Netflix es tan brutal que ha ensombrecido el resultado de su emisión en abierto, pero el resultado final es de 2.3 millones de espectadores de media y ya les gustaría a muchas plataformas tener esos resultados”.

Sobre esto, Esther Martínez Lobato apuntó que “tenemos un complejo con nosotros mismos de que lo que hacemos no está bien. La sensación aquí es que culturalmente estamos acomplejados y que lo de fuera es mejor”.

Una vez cerrada su etapa en Antena 3, la ficción de Vancouver tendrá una segunda vida exclusiva en Netflix con una 3ª temporada que ya está en proceso de rodaje. Pese a que no avanzaron detalles de lo que está por llegar, Javier Gómez Santander si apuntó que el cambio de metraje de los nuevos capítulos a 50 minutos está provocando que “cueste un poquito más abrir huecos, hay otro ritmo interno, pero el resultado final es muy agradecido”.

Una nueva etapa que no fue fácil abrir después de terminar con un final redondo. “Anduvimos con pies de plomo porque Álex Pina dijo que sólo volvíamos si teníamos un gran plan. Estuvimos un mes viendo si había territorio para volver”, confesó el guionista. “Teníamos muy claro que no se iba a volver a abrir si no teníamos algo honesto con ella. Abrir simplemente por razones de dinero no era nuestra línea de pensamiento, pero igualmente veíamos que había que hacerlo porque teníamos mucha gente reclamándonoslo”, concluyó la productora ejecutiva.

Todos ellos tendrán que esperar todavía un tiempo para ver la nueva etapa de El Profesor y su banda, pero pueden estar plenamente seguros de que retornarán con garantías.

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