Análisis Vertele

¿Es el procés catalán el mejor “reality” de la TV en la actualidad?

¿Es el procés catalán el mejor "reality" de la TV en la actualidad?

Paula Hergar

Desde el pasado 1 de octubre, gran parte de nuestra televisión está volcada en la actualidad catalana: con especiales infinitos, parrillas levantadas, matinales que se alargan hasta el informativo... y todo ello para tratar los últimos acontecimientos sobre el 'procés'.

Así lo señalaba ayer el propio Jordi Évole en su columna de El Periódico para explicar porqué la primera entrega de la nueva temporada de Salvados arrancaba en Raqqa: “Ahora todo lo monopoliza la situación de Catalunya (...) De hecho reconozco que si Puigdemont nos hubiese dado una entrevista en Bruselas, levantaría el programa de Mosul y Raqqa (...) porque pocos temas como este son más eficaces ahora mismo en televisión”.

Y las audiencias le dan la razón: TV3 arrasaba ese primero de octubre. La autonómica consiguió reunir un 29.1% de media a lo largo de todo el día, y dominó desde las 8 de la mañana hasta las 2:30 de la madrugada.

Pero ese fenómeno se ha alargado durante todo el mes, duplicando sus números y registrando una media del 23% de share, frente al 13% con el que cerró septiembre.

Algo que no solo ha notado TV3: laSexta también ha cerrado su mejor mes histórico premiada por la cobertura del conflicto catalán. La segunda cadena de Atresmedia ha promediado un 9.1% de share, lo que supone 2,4 puntos más que el mes anterior relegando a Cuatro, su rival directo, a un 5.9%, sin tanta cobertura del procés.

“El gran reality show de la tele española y catalana”

Por lo tanto, sí, el conflicto en Catalunya da tan buenos resultados que podría compararse, como decía Évole a un “gran reality show de la tele española y catalana”.

“Ni Gran Hermano lo supera”, añadía el presentador de Salvados y de alguna forma tiene razón ya que los dos días que Ferreras ha coincidido en franja con Gran Hermano ha salido airoso el primero.

¿Será verdad entonces lo que decían desde Zeppelin hace unos días a El País señalando que “la causa del mal momento de su reality es que el consumo televisivo se ha alterado por los acontecimientos en Cataluña”?

Es difícil pensar que los seguidores de las andanzas dentro de la casa de Guadalix sean los mismos interesados en los plenos del Parlament. Aunque, como indicaba Évole, estos últimos también tienen “tramas, personajes bien dibujados, giros de guión inesperados, tensión narrativa y muchos episodios de vergüenza ajena”.

Aún así, los espectadores de Gran Hermano son conscientes de que están ante un gran espectáculo de entretenimiento enfocado a 16 personas escogidas. Mientras que la actualidad catalana es información televisiva que afecta a más de 46 millones de personas.

Puede que por eso mismo el contenido sobre Catalunya esté “ganando” por primera vez al de Guadalix, porque para todos nosotros es mucho más “real” que la telerrealidad.

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