Vertele, en el rodaje

Tras las cámaras de La línea invisible: “¿Cómo puede alguien poner una bomba y quitar vidas?”

La línea invisible

Laura García Higueras

Las visitas a los rodajes son siempre experiencias inmersivas, didácticas y, cuanto menos, peculiares. Para los que trabajan en ellos todos los días, envueltos en determinados proyectos durante semanas o meses, la época, personajes y tramas que desarrollen se convierten en sus segundas familias y contextos.

Sin embargo, para los que acudimos un día a sumergirnos en el particular universo que estén creando o recreando, implican viajes en el tiempo -especialmente si son de época- y de ambiente de trabajo. Poco se parece el clima de las redacciones al de la grabación de una secuencia. En la oficina no se escuchan frases como “motor”, “acción” o “corten”, pero sí la intensidad de los teclados que vertebran lo que en ellos ocurre.

Alcanzada la cuarta semana de julio, y coincidiendo con su décima de rodaje, Vertele ha viajado junto a un grupo de medios a Irún para asistir a una jornada de grabación de 'La línea invisible', la nueva serie de Movistar dirigida por Mariano Barroso que narra el origen de ETA. Con un colegio del pueblo como localización de cuatro secuencias del tercer capítulo de la ficción, a nuestra llegada grababan una escena en su entrada, con Antonio de la Torre vestido de los años 60 manteniendo una conversación con una monja. El actor interpreta a Melitón Manzanas, Inspector Jefe de la Policía de San Sebastián, perseguidor de los primeros miembros de la organización terrorista y una de sus primeras víctimas.

El reparto es sin duda uno de los grandes atractivos de esta ambiciosa serie, que cuenta con Álex Monner, Anna Castillo y Patrick Criado como jóvenes integrantes de ETA. Coincidiendo con su día libre, los tres intérpretes acudieron a la grabación para poder atender a la prensa, caracterizados como sus personajes, y explicaron quiénes son cada uno de ellos en 'La línea invisible'. Título que hace referencia al antes y el después que supuso la primera víctima mortal de la organización el 7 de julio de 1968 a manos de su primer líder Txabi Etxebarrieta (Monner).

La Susana de Estoy vivo o Belén de 'Paquita Salas' da vida aquí a Txiki, la mujer del grupo y quien dirige ETA junto a Txabi y Maxi (Joan Amargós), encargándose del aparato político y la propaganda. Criado, por su parte, encarna a Txema, un chaval de carácter temerario e incontrolable, criado en un caserío y sin muchos estudios. Es detenido por Manzanas por colgar una ikurriña unos años antes de empezar a colaborar con el grupo.

Una serie sobre personajes, y la ETA

“Llevamos cinco años en este proyecto”, explica Rafael Portela al tiempo que unas niñas practican con sus instrumentos una secuencia que grabarán después. El productor de Sentido Films, responsable de la ficción junto a Movistar concreta así el periodo de tiempo que han necesitado para “documentarse muy bien y buscar la verdad histórica de todo lo ocurrido”. Para ello trabajaron en conjunto con historiadores. “La parte de ficción entra en las motivaciones de los personajes, su vida privada. Todo lo que ocurre públicamente sí son hechos probados y publicados”, aclara. Y es que en esta parte entró una de las mayores dificultades de la producción: “Aunar la veracidad histórica con que funcionara dramáticamente”.

Siendo España un país que no ha aprendido del todo a mirar y relacionarse con su pasado, el origen de ETA no deja de ser un hecho aún reciente que podría levantar ampollas aunque desde la producción aseguren que lo que pretenden es “contar cómo unos personajes vivieron unos hechos, sin hacer ningún tipo de discurso sobre el terrorismo ni teorizar sobre nada más”. Comparten que igualmente han hablado con Asociaciones de Víctimas de Terrorismo.

Ahondar en cómo se cruzó “la línea invisible” al matar implica “entender cómo ocurre, ponerlo en contexto. Saber qué estaba pasando en los años 60 en España y en el mundo”, explica Portela. A la vez no niega el paralelismo con la actualidad, ya que inevitablemente permitirá también “reflexionar sobre los que ahora la cruzan y asesinan. ¿Cómo puede ser que alguien ponga una bomba y quite vidas?”.

Look a lo 'El día de mañana'

Los primeros en entrar en el proyecto fueron los guionistas Alejandro Hernández y Michel Gaztambide, responsables de los libretos de los seis capítulos de 50 minutos que compondrán la ficción. La incorporación de Mariano Barroso como director “acabó de darle forma dramática a todo lo que queríamos contar”, concreta el productor. El también Presidente de la Academia de Cine llegaba tras rodar El día de mañana, y decidió repetir jefes de equipo como Marc Gómez del Moral en Fotografía, Llorenç Michel en Arte y Mercé Paloma en Vestuario.

Otro de los aspectos que tuvieron claro desde el inicio fue rodar en el País Vasco. “Si los hechos habían ocurrido aquí, lo que tenía sentido era rodarlo íntegramente en el mismo sitio”, argumenta. Así, Hondarribia, San Sebastián, Artikutza o la propia Irún han sido alguna de las localizaciones. Una de ellas la vivienda real de Melitón Manzanas, que sin embargo fue tirada antes de poder grabar en ella, y tuvieron que buscar otra similar. También han estado en Bilbao, para incorporar exterior de la que fue la casa de Txabi Etxebarrieta, el personaje de Álex Monner.

Un joven bilbaíno de origen burgués con inquietudes literarias y filosóficas y que fue decisivo en el nacimiento de ETA y primero en cruzar “la línea”. En un registro diferente al de Pulseras Rojas que le dio el salto a la fama, Monner lucía por los pasillos del colegio sus gafas dándole aspecto de intelectual mientras repasaba entusiasta el texto que tendrá que recitar en jornadas venideras.

Siendo una historia tan arraigada al norte, cabría esperar que su elenco contara con actores vascos, como sí lo son Asier Etxeandía, Amaia Sagasti o Amaia Lizarralde. Y para sorpresa de los que se dejen engañar por el catalán Monner de Álex, el segundo apellido del actor es Zubizarreta. Su madre es de Azpeitia y el intérprete sabe euskera, aunque tal y como explicó en una charla posterior con Vertele, apenas ha tenido que utilizarlo, ya que fue prohibido durante el franquismo y por lo tanto su personaje apenas lo habla.

Habrá que esperar a 2020 para conocer el acabado final de la serie que ha apostado por indagar en el origen la apertura de “un camino de dolor y venganza, de miedo y terror que marcará los siguientes cincuenta años de la historia de España”, como reza en su sinopsis oficial. Por lo pronto y por lo que pudimos comprobar en la visita, equipo técnico y artístico unen fuerzas en favor de esta historia para muchos desconocida, que pretende arrojar luz sobre sus personajes, el cómo y por qué dio comienzo la organización terrorista, independientemente de en lo que terminara convirtiéndose después.

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