En el restaurante de Cuatro

Una soltera, a su cita en First dates: “Si me estás preguntando si soy feminazi tenemos un problema”

Una soltera a su cita, en First dates: "Si me estás preguntando si soy feminazi tenemos un problema"

Avelino e Irene protagonizaron una de las citas más desastrosas de la historia de First Dates en Cuatro.

Ambos tuvieron varios desencuentros sobre el feminismo y la religión que les llevaron a un punto sin retorno: “Hay un muro ideológico que es imposible saltar”.

“El feminismo fue una obra de ingeniería social para crear guerra entre sexos”

Los jóvenes iniciaron la cena hablando de sus estudios. Cuando ella explicó que en “ingeniería hay pocas chicas” él respondió que era “una cuestión de naturaleza”. Algo que ella le debatió preguntándole si le “regalaron de pequeño cocinitas o herramientas”, a lo que él no contestó porque “el sexo biológico no es algo cultural”.

“Si vas a ser feminista ya la jorobamos”, acabó diciendo él, que obtuvo una clara respuesta por parte de la joven: “Si lo soy, hasta la médula”.

“¿Pero eres muy feminista?”, volvió a repetir Avelino: “No se puede ser muy feminista o se es o no se es. Si me estás preguntando si soy feminazi tenemos un problema. Te estás metiendo en un fregao tú solo que no sabes ni cómo salir”, aseguró ella.

El joven, para contradecirla, quiso salir de ahí: “El feminismo fue creado a propósito, una obra de ingeniería social para crear guerra entre sexos. Hay casos de mujeres que odian a los hombres, por el simple hecho de ser hombres”.

Irene, en los totales, aseguraba a cámara que las “afirmaciones de Avelino sobre cuerpo, géneros y roles y acceso al mundo académico han sido todas muy desafortunadas. Creo que le haría falta un buen curso”.

Mientras que él, a solas, también se quejaba de su cita: “Es un poco rígida pero yo también lo soy, supongo. Hay un muro ideológico que es imposible saltar”.

“Cada vez que dices ”coñazo“ me pita la cabeza”

Pero aún quedaba un último desencuentro gracias a la religión: “Yo soy católico”, aseguró él y ella respondía todo lo contrario: “yo soy apóstata, no quiero formar parte de un club elitista que no me representa y que además recibe fondos del estado por estar yo inscrita”.

“Esto es un coñazo”, acabó zanjando él. Una expresión que irritó aún más a Irene: “Cada vez que dices ”coñazo“ me pita la cabeza”.

“Es un micromachismo, lo siento”, se disculpaba él. “No, llámalo machismo a secas”, le corrigió ella.

La cita de ambos hizo arder las redes que comentaron, sobre todo, los comentarios de Avelino sobre el feminismo y la razonada respuesta de Irene:

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