Análisis Vertele

¿Qué pasó la última vez que se eligió por consenso al presidente de RTVE?

Alberto Oliart, último presidente de RTVE elegido por consenso

Pedro Zárate

En su sesión de ayer, el Congreso de los Diputados dejó una decisión trascendental para el futuro de RTVE. El PP aceptó que el presidente de la Corporación sea elegido por consenso y no por mayoría absoluta, como los populares decidieron allá por 2012.

Hablamos de un cambio de modelo que PSOE, Podemos y Ciudadanos venían reclamando desde hace tiempo, y que supone volver al anterior sistema, implantado por el Gobierno de Zapatero en 2006 y que exige al nuevo dirigente el apoyo de 2/3 de la Cámara para salir elegido.

Se trata sin duda de una buena noticia, pues siempre será mejor que el presidente sea designado tras un acuerdo entre partidos y no por decisión de uno solo.

Ahora bien, ¿significa esto que se van a acabar todos los males de TVE? ¿Será todo un camino de rosas para el ente a partir de ahora? Nada más lejos de la realidad. Aunque no pretendemos ser agoreros, sí hay que tener en cuenta varios motivos que invitan a rebajar el optimismo en torno al futuro de la Corporación.

El papel de la oposición y la necesidad de voluntad política

El primero, que la oposición siempre va a decir que los informativos están en su contra. En el apogeo del bipartidismo ya pasaba, con indiferencia de quien estuviera en el Gobierno, si el PP o el PSOE. A pesar de la actual fragmentación del Congreso, las sospechas sobre la falta de pluralidad e independencia podrían seguir vigentes.

Por otro lado, esta buena noticia no debe quedarse simplemente en una declaración de intenciones. Ha de existir voluntad política por parte de los partidos para acometer los cambios necesarios. De lo contrario, la situación actual permanecerá intacta y lo votado ayer en el Congreso será en vano.

Alberto Oliart, el último y polémico presidente por consenso

A todo ello hay que sumar el último precedente, que no estuvo exento de polémica. Nos retrotraemos al 24 de noviembre de 2009, fecha en la Alberto Oliart se convirtió, hasta la fecha, en el último presidente de RTVE elegido por consenso.

Por amplia mayoría y sin votos en contra, este exministro de Industria y Defensa de la UCD se puso al frente de la Corporación con 81 años y sin tener experiencia previa en medios de comunicación.

De primeras contó con el apoyo de Rajoy, aún en la oposición, pero poco tardó en perderlo. En concreto 5 meses, en los que el Partido Popular cambió de parecer y acusó a los Informativos de la cadena de ser sectarios y carentes de pluralidad.

De hecho, los enfrentamientos entre Oliart y los representantes del PP fueron constantes durante los menos de 2 años que estuvo al frente del ente. “Yo estoy aquí para que me ataquen” llegó a decir en uno de ellos, que fueron catalogados como “viscerales” por parte de EFE.

El presidente que retiró la publicidad de TVE

Pero sus problemas no terminaban fuera de la Corporación, sino que continuaban dentro de ella. Aunque con altibajos, TVE se mantenía como líder de audiencia. Algo que, sin embargo, no evitó que Oliart también mantuviera diversas disputas con el Consejo de Administración por los derechos de Hollywood, el Mundial de motociclismo y los contratos con Mediapro y 'España Directo', tal y como recordó El País en 2011.

En el caso de la productora, un juez de Barcelona dictó que tenía una “participación importante” en los gastos de RTVE, lo que suponía un “beneficio” para la compañía. Una afirmación que Oliart tildó de “inexacta”, recordando que “Mediapro empezó a trabajar si no me equivoco en el gobierno del PP”.

Fue bajo su mandato cuando TVE dejó de emitir publicidad, lo que beneficiaba a las privadas y perjudicaba directamente a la cadena pública, que perdió así su principal fuente de ingresos en plena crisis económica. Prueba de ellos es que acabó el 2010 con un déficit de 47 millones de euros, a pesar de que se bajó el sueldo un 15% y el de los miembros del Consejo de Administración un 10%.

Finalmente, y tras varios amagos, Alberto Oliart presentó su dimisión el 6 de julio de 2011. Aunque achacó su decisión a motivos de “estricto carácter personal”, lo cierto es que su renuncia se produjo tras conocerse que la cobertura técnica de 'La Mañana de La 1' fue adjudicada a Telefónica Broadcast Services (TBS), empresa de su hijo Pablo, solo 20 días después de que éste fuese nombrado como administrador único de la misma, como informó entonces El confidencial Digital.

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