MasterChef se come el mundo

Un amigo me dijo una vez que yo no tenía cultura culinaria. Y es verdad, deleitar el paladar no está entre mis vicios, pero aún así cuando emiten MasterChef, lo devoro. La clave está en sus ingredientes: ritmo ágil plagado de texturas, olores y sabores que pasan de provocar apetito a entretener. Toneladas de creatividad. Platos convertidos en arte. Y todo, aderezado con los didácticos comentarios de jueces y críticos traídos para la ocasión.

El formato de Shine TV no difiere mucho de cualquier otro 'talent show': demostración de habilidades y emociones, pero sin excesos. El programa además ilustra bien el trabajo de una cocina de élite, de las de estrella Michelín, donde para mi asombro y desconcierto de mis acusados escrúpulos descubrí que la comida se toca mucho con las manos, que los cocineros sudan como futbolistas y que no usan el característico sombrero alto de chef.

Este programa también deja claro que la cocina es un arte universal… y por tanto exportable. En 2011, 26 países han producido MasterChef, entre ellos algunos tan aparentemente dispares como Ucrania, Perú o Arabia Saudí. Además, en 12 de estos territorios han querido repetir experiencia y preparan ya nuevas entregas.

¿Pero dónde está el secreto de semejante éxito? Como en todo en televisión: en los datos. La séptima edición de MasterChef en Reino Unido, emitida en BBC en febrero de este año, tuvo una audiencia media de 5.4 millones de espectadores (20% share). Su final fue la más vista hasta ahora, con 6.6 millones de espectadores, y eso pese a que en determinados foros se cuestionó las variaciones que habían hecho al formato tradicional, sometiendo ahora a los participantes a una prueba previa ante los jueces, quienes así deciden quién se convertirá en concursante.

Los buenos datos de Reino Unido marcan la estela que han seguido otros países como Francia, en donde el estreno de la segunda temporada – con casi 5 millones de espectadores – supuso un 30% más que la primera edición. O Israel, donde la final consiguió un 64% de share. O Italia, donde la cadena Cielo (de Sky) aumentó un 188% la audiencia de esa franja.

Otro de los aciertos de la versión británica son los jueces. Los chefs John Torode, Michel Roux Jr., Monica Galetti y el presentador Gregg Wallace, conducen brillantemente los distintos programas de la franquicia: MasterChef, MasterChef: The Professionals, Celebrity MasterChef y Junior MasterChef.

Yo me quedo con los dos primeros, y hasta los imagino ya en español...

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