Vertele enviado especial a Budapest, con el equipo

En el rodaje de “Alatriste”, la gran aventura mundial de Tele 5: “Esperamos no defraudar”

En el rodaje de "Alatriste", la gran aventura mundial de Tele 5: "Esperamos no defraudar"

“Estamos vivos tras estos meses, ¡es una gran noticia!”, exclama José Manuel Lorenzo, creador y productor ejecutivo de Alatriste, la segunda encarnación del espadachín parido por Arturo Pérez-Reverte en el audiovisual español. Más allá de las risas que despierta el comentario, las palabras del productor evidencian el extenuante proceso para volver a dar vida a este célebre personaje, ahora en forma de serie de gran formato para Telecinco.

Como el taciturno soldado español, harto de batirse el cobre en Flandes y en mil y una batallas, el equipo artístico y técnico se desfonda desde el pasado mes de junio y hasta diciembre para reconstruir con fidelidad la España del siglo de Oro. Para ello, permanecen encerrados en los gigantescos Estudios Korda, a las afueras de Budapest (Hungría), hasta donde se ha desplazado Vertele para conocer los entresijos de la producción, en pleno ecuador del rodaje.

“'Alatriste' cuesta cifras que el mercado doméstico no puede sostener”

Ahora con el rostro rejuvenecido de Aitor Luna, bajo las órdenes de Enrique Urbizu, Alatriste es la avanzadilla de la nueva estrategia de Mediaset España: la coproducción internacional para sostener proyectos difícilmente factibles dentro de nuestras fronteras.

Un proyecto como este “no se puede hacer con menos dinero sin vulnerar la esencia de la historia”, explicaba Paolo Vasile, consejero delegado del grupo. A la vez, levantar una producción de la magnitud de Alatriste “cuesta cifras que el mercado doméstico no puede sostener”. El ejemplo de Lo imposible sirve al directivo como modelo: “Una película de 30 millones de euros no se puede hacer con el mercado español, no hay posibilidad de recuperarlo”.

De ahí, la necesidad de encontrar socios dispuestos a poner dinero y medios: la alemana Beta Film, compañía de Jan Mojto, ejerce de coproductora de la ficción, junto a Mediaset España y a DLO Producciones, propiedad de Lorenzo. Este se mostraba sumamente agradecido a las cabezas visibles de ambos grupos la confianza, a pies juntillas, en el proyecto y sus posibilidades. Tan es así que fue precisamente Mojto quien desechó la idea inicial que manejaba Lorenzo de rodar la serie en inglés para favorecer su distribución. “Lo único que espero es no defraudarles”, declaraba.

Los Estudios Korda de Budapest acogen el rodaje de la serie

La entrada de capital foráneo permite que Alatriste encuentre su particular residencia en Budapest, donde la producción se divide en cuatro sets. Los dos principales, en los cada vez más demandados Estudios Korda, donde tras meses y meses de preproducción y rodaje, José Manuel Lorenzo ejerce de nuestro guía particular.

“Eso es Nueva York”, señala el productor de Alatriste. Su dedo índice dirige nuestra mirada a las manzanas de edificios levantados con motivo del rodaje de Hellboy II: El ejército dorado (2008) de Guillermo del Toro. Sirva este apunte para ponderar las dimensiones del recinto, así como la cada vez mayor atención que han recibido este espacio desde su inauguración en primavera de 2007. Por los terrenos que ahora pisa Diego Alatriste de Osorio cabalgaron poco antes Nicolas Cage y Ron Perlman En tiempo de Brujas; y otras ficciones catódicas como Los pilares de la Tierra o Un mundo sin fin también se asentaron allí.

Ni qué decir tiene que los decorados que estas producciones diseñaron también han sido reutilizados para la ocasión. Forman parte del backlot de que dispone Alatriste en los estudios: una superficie al aire libre donde se simulan numerosos exteriores –desde los Jardines del Alcázar, la Puerta de Acceso a Madrid o la entrada de la sede de la Santa Inquisición–, y que se extiende por 8.000 metros cuadrados. “Las mejores cosas que me han dicho los directores [de los capítulos] es que nunca habían rodado como aquí, que habían hecho los mejores planos de su vida”, explicaba orgulloso Lorenzo mientras deambulaba por las callejuelas donde el Capitán se las ve con sus múltiples enemigos.

Un plató cubierto de 6.000 metros cuadrados, construido en dos meses y medio

Junto con el citado exterior, Alatriste ocupa el plató cubierto más grande de los seis de que disponen los Estudios Korda, con 5.896 metros cuadrados, construidos en los que se reproducen los interiores del Alcázar Real, los palacios de Guadalmedina y Alquézar, la Taberna del Turco o la residencia de Quevedo, entre otros. Con 30 metros de altura, las posibilidades para tirar planos cenitales y grandes generales parecen ilimitadas.

“Había alquilado 2.000 metros de este plató, y acabé construyendo 6.000, sin quererlo”, expone Lorenzo. “Mi objetivo aquí era hacer La Taberna del Turco, la Corrala y algunas calles... Pero nos calentamos y acabamos haciendo todo. Se nos fue la olla, como siempre en estos proyectos”, bromea. 250 técnicos locales se encargaron de edificar todos estos enclaves a un ritmo estajanovista, en un tiempo récord de dos meses y medio: cuando comenzaron las grabaciones, el set estaba listo al 80%. Para entrar a rodar, vaya.

“Aquí encontré una producción que me hubiera costado 5 millones por un precio que me podía permitir”

Antes de llegar aquí, a los Korda, la producción planteó diferentes alternativas para alojar el rodaje y los decorados. Sin embargo, las cuentas no acababan de salir. Lorenzo vio siete platós en España, la alicantina Ciudad de La Luz inclusive, y otros estudios de Checoslovaquia o Praga: “Aquí encontré una producción que me hubiera costado cinco millones de euros fabricar por un precio que me podía permitir”, comentaba, sin desvelar más detalles sobre el desembolso.

Entre los decorados más espectaculares se encuentra uno de los ejes espaciales de la serie: La Taberna del Turco, el negocio regentado por Caridad “La Lebrijana” (Lucía Jiménez), donde Alatriste cuenta con una habitación. “Puedes meterte con grúa, cabeza caliente y steadycam, con todo a la vez”, asegura Lorenzo. Los actores, por su parte, destacan tanto su tamaño como su realismo: “En la taberna hay un clima que favorece todo eso: hay chorizos colgando, conejos colgando, bichos... En verano, estaba lleno de moscas. Es un sitio cutre que te ayuda a meterse en el personaje”, recuerda Miguel Hermoso Arnao, quien se pone en la piel de uno de los personajes “caramelos” de la serie, el escritor Francisco de Quevedo.

A estos sets les han de sumar otros dos backlots adicionales, en Fót y Göböljárás, de 2.000 y 2.500 metros cuadrados, respectivamente, donde se han simulado otras tantas localizaciones: la cárcel de la corte; el convento de las Jerónimas; un asilo y una aldea abandonadas. El Jardín Botánico de Alcsút también ha acogido en su espacio al equipo del rodaje.

El trabajo de Javier Fernández (La ley del deseo, La voz dormida, Herederos) ha procurado cuidar el detalle hasta límites casi obsesivos. Al pasear entre las estancias construidas para la realeza sorprende observar los cuadros, pintados con trazo de la época aludida y sustituyendo las facciones de los personajes históricos por los de los intérpretes que les dan ahora vida: por ejemplo, el Retrato Ecuestre del Conde Duque de Olivares que Velázquez hizo en 1638 cuenta con una detallada copia en óleo con el rostro de Gary Piquer. “Sé que no se va a ver mucho en televisión, son pequeños detalles, invisibles a veces, pero cuando se ven son espectaculares”, indica Lorenzo.

12 horas diarias de rodaje y descanso los sábados alternos

40 actores, 50 especialistas y 2.500 figurantes y más de un centenar de profesionales componen el particular ejército de Alatriste. Los jefes de cada departamento son españoles, con la única salvedad del director de fotografía (el veterano Nyika Jancsó, quien ya había trabajado con Lorenzo en El ángel de Budapest y rechazó un proyecto en Hollywood para repetir a sus órdenes), mientras que el equipo técnico está compuesto íntegramente por trabajadores húngaros. Alrededor de 200 trajes para el elenco de actores, y cerca de tres millares para los extras, componen, por su parte, el fondo de armario del departamento de vestuario.

Si los tiempos de construcción de los decorados eran intensivos, no lo son menos los que se manejan en rodaje: 12 horas por jornada, trabajando los sábados alternos (es decir, con un día de descanso la primera semana y dos la segunda). En total, se promedian 145 horas para la grabación de cada capítulo. “Esto en España es impensable”, observa Aitor Luna al ser preguntado por ello.

Aitor Luna, un Diego Alatriste doce años más joven

El actor vasco, arriba nombrado, atiende a los periodistas combatiendo el cansancio, atusándose el bigote que luce por exigencias del guión. Sus nudillos descubren la dureza del rodaje, con heridas y costras fruto de sus duelos en los que se ha visto metido, de los espadazos que ha tenido que aplacar. Él es la nueva imagen de Diego Alatriste, una versión doce años más joven de lo que se conocía hasta ahora el personaje, especialmente con el referente cinematográfico del maduro Viggo Mortensen. “Para hacer una serie que enganche no podría ser el Alatriste que está escrito en las novelas, donde es un tío parco en palabras, que se comunica haciendo. Tiene que mostrar otras caras que igual en las novelas no se ven”, explica.

Pérez-Reverte ha supervisado el guion, que coordina Alberto Macías ('Cuéntame')

¿Cómo se traslada eso al trabajo de escritura de guión? El equipo al que se confío la transcripción televisiva el universo de Pérez-Reverte ha contado con la colaboración del escritor, que se encargó de supervisar el material, hacer correcciones y aportar sugerencias y consejos a la hora de dialogar. Eso ha significado para los guionistas un arduo trabajo de reescrituras y borradores: guiones de 80 páginas en los que solo permanecían intactas 20 hojas.

Alberto Macías (Cuéntame cómo pasó, Familia) ejerce de coordinador de un equipo de guionistas que cuenta con Curro Royo (El club de los suicidas), David Muñoz (El espinazo del diablo), Carlos Molinero (Salvajes) y Marisol Ferré (Familia, Cuéntame cómo pasó).

Enrique Urbizu, un especialista en Pérez-Reverte a los mandos

Y, trasladándolo todo en los planos –en el caso de los dos primeros episodios– y de supervisando todo el proceso, Enrique Urbizu. El cineasta vasco se pone a los mandos de este ambicioso proyecto para Telecinco después de obtener el reconocimiento –algo tardío, podríamos decir– a su talento que le dio la industria con los seis premios Goya para No habrá paz para los malvados.

“No es gratuito que lo hayan elegido para dirigir esto, han buscado autenticidad”

“No es gratuito que hayan elegido a Urbizu para dirigir esto. Han buscado verdad y autenticidad”, afirmaba Miguel Hermoso. También han encontrado en el director a un artesano de raza, acostumbrado además a trabajar sobre la obra de Pérez-Reverte: en 1995 dirigió la minusvalorada Cachito, a partir de la novela Un asunto de honor; redactó el guión de La novena puerta para Roman Polanski, a partir de El club Dumas; y suyo fue también el primer borrador de guión del Alatriste cinematográfico, una versión que no llegaría a utilizarse. No es, tampoco, debutante en televisión: ya en 1999 participó en la adaptación televisiva a escala europea de otra colección de novelas, Pepe Carvalho; y no hemos de olvidar Adivina quién soy, su aportación a las Películas para no dormir que produjo Telecinco en 2006.

Si su cine se ha caracterizado por la plasmación de atmósferas y mundos opuestos, por la representación del lumpen y los estratos más bajos de la sociedad, aquí tiene la oportunidad de reflejar esa misma dicotomía en el siglo XVI. También se ha esforzado, nos cuentan los intérpretes que ha tenido a sus órdenes, “eliminar la pretenciosidad” que surge al trabajar con la época y buscar la cotidianeidad: “Que de repente te lances a decir las cosas de verdad, aunque sea con un castellano un poquito antiguo, es lo que marca la diferencia entre el típico serial de época y una serie como esta”, explica Hermoso, quien no duda en comparar a Urbizu con Sam Peckinpah.

“Conectamos al instante, nos entendíamos con una mirada. Simplemente al mirarnos sabía lo que quería”, explica sobre el realizador Natasha Yarovenko, quien releva a Ariadna Gil como María de Castro (personaje que para la ocasión ha cambiado de nacionalidad, para justificar la elección de la actriz ucraniana). Lucía Jiménez, en su regreso a televisión después del limbo en que se encuentra La República en TVE, destaca ese mismo buen entendimiento con el director, al que califica de “muy cañero y muy auténtico”.

Salvador Calvo ('Hermanos') y Norberto López ('Nos Miran'), también en el equipo

A Urbizu se le ha encomendado trazar la línea estética de este Alatriste, menos preciosista y más sucio y arenoso, así como encabezar un equipo de dirección que cuenta con Salvador Calvo (Hermanos, La Duquesa, Alakrana) o Norberto López Amado (Nos miran, El Rey). Estos y otros directores firmarán los trece capítulos, de 70 minutos de duración, que compondrán esta primera temporada que, en palabras de Paolo Vasile y José Manuel Lorenzo aún en “un tramo inicial” de producción.

Un 'Alatriste' televisivo que cuesta la mitad que el cinematográfico

El dinero que se ha puesto por revivir Las Aventuras del Capitán Alatriste es un secreto bien guardado, aunque algunas pistas permiten echar unos cálculos aproximados. Lorenzo y DLO afirman que los números de esta producción están en la mitad de lo que costó hacer el largometraje. El presupuesto estimado del filme de Agustín Díaz Yanes se fijó en 24 millones de euros, por lo que estaríamos hablando de cifras en torno a los 10 millones de euros para esta nueva adaptación. “La mitad del presupuesto está en Budapest y la otra en Madrid, donde se hace la postproducción”, desglosan.

“La programación no es en este momento la prioridad”

Una pregunta surge al contemplar el despliegue productivo que ha generado este proyecto: ¿cuándo? “La programación no es en este momento la prioridad”, relajaba los ánimos Vasile. Según el consejero delegado de Mediaset España, la serie esperará lo que sea necesario para llegar a la parrilla de Telecinco, y no hay temor en guardarla hasta que el momento oportuno, pues, nos dicen, sus temas universales pueden adaptarse a cualquier momento. Esto no influirá, en ningún caso, en el rendimiento que se saque de la serie en el mercado internacional. Por de pronto, Las aventuras del Capitán Alatriste se verán en Francia, donde el canal Arte se ha hecho con los derechos de emisión, así como en América Latina, tal y como anunciaba Jan Mojto.

En su lanzamiento en España podría pesar, precisamente, la renovación del alquiler de los Estudios Korda: en mayo de 2014, los responsables del proyecto deberán decidir si se vuelve a Hungría para continuar rodando o no. José Manuel Lorenzo plantea la posibilidad de que Mediaset y Beta Film alarguen el contrato al menos por un año más, a modo de señal, en caso de que Alatriste no haya desembarcado aún en televisión. En ningún caso se derruirán los escenarios construidos para la ocasión, puesto que varias productoras europeas se han interesado en reutilizarlos para sus producciones.

Cinco temporadas, la misión de 'Alatriste' en Telecinco

“Intentamos que todo esto no sea solo para una temporada”, reconoce Lorenzo. Como instigador último de Alatriste, la intención del productor es hacer cinco temporadas, en las que los espectadores vean al soldado protagonista envejecer, agriarse su carácter y enfrentarse a grandes enemigos y saldar cuentas pendientes. Espera también que ayude el hecho de que el propio Arturo Pérez-Reverte esté preparando nuevas aventuras noveladas para el personaje para hacer pervivir su interés por esta versión aventurera del Siglo de Oro.

¿Y qué dice el nuevo Diego Alatriste de todo esto? “Todo esto es una alquimia de cosas tan relativas que nadie sabe”, confiesa Aitor Luna, que solo espera que, llegado el momento, a su espadachín no le toque competir con un Madrid-Barcelona, algo que ya le sucedió con la fallida La Fuga. Si él es un hombre de acción, su compañero de peleas, Francisco de Quevedo/Miguel Hermoso, se reafirma como un hombre de palabras: “Estamos haciendo un producto original y diferente a todo lo visto en televisión hasta ahora. La gente que lo está viendo tiene esa sensación. Veremos si luego los espectadores nos lo confirman”, cierra.

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